¿Reposiciones de 'CQC' ?

El "nuevo" 'Caiga quién caiga' parece asentarse por los pelos en la sobremesa dominical de Cuatro. Será por la falta de ofertas en las otras cadenas o porque el formato sigue atrayendo al público (cada vez menos), pero los contenidos no dejan de ser lo mismo de hace años.

Nos intentan ofrecer un 'CQC' renovado, presentado por tres mujeres, innovador, diferente...pero realmente no cambia nada, se queda en lo mismo reduciendo sus contenidos a los peores de otras etapas anteriores.

En primer lugar hablaré del verdadero protagonista del programa: Miguel Martín. He de admitir que es un gran profesional que hace unos reportajes impresionantes. Pero de ahí a basar medio programa en sus reportajes me parece totalmente abusivo. Se hace repetitivo verle tanto tiempo, tantos reportajes y es una cara que están sobreexplotando y que a la larga afectará tanto al programa como al reportero. Sería más adecuado dejarle descansar un poco.

Por otro lado me parece destacable el estúpido show que montan en plató las tres presentadoras: Tania Sarrrias, Silvia Abril y Ana Milán. En muchas ocasiones se plantean situaciones absurdas verdaderamente omitibles. Lo que sí que he de admitir que me gusta, y mucho, es cuando Ana Milán suelta sus puñales contra ciertas personas. Me parece que el programa se debería ubicar más en ese ámbito, en poner a cada uno en su sitio refugiándose en el humor. Por esa parte, y dejando de lado la faceta de Ana Milán de humorista, envío un gran aplauso al equipo y en especial a la presentadora porque demuestra tener unos valores y una valentía que escasea en televisión.

Me parece genial y perfecta la labor de Esti dentro del programa, haciendo su propio Proteste Ya, dándole un giro radical. Defiende cuestiones que de verdad afectan a muchos de los que vemos el programa, aunque no compensa haber dejado de lado la sección clave del programa, el Proteste ya. Creo que se pueden compaginar ambas secciones, ya sea con diferentes personas o explotando un poco más a la pobre Esti, que es la única que mantiene la esencia original del 'CQC' que a todos nos gusta.

En mi opinión el resto de reporteros valen mucho pero no hacen nada que merezca la pena. La sección trabajos forzados es lo mismo semana tras semana, al principio hace cierta gracia pero finalmente aburre. La sección de la reportera Irene tiene su punto, pero debería introducir cosas nuevas, darle aire fresco. Es una buena idea la del Alcoholimetro cultural (el cual si me hicieran a mí ahora mismo seguro que suspendía), pero está cayendo en la repetitividad.

En definitiva, el primer 'CQC' de Cuatro nos enseña más de lo mismo que pudimos ver en el de laSexta, pero no sólo eso, sino que además, programa tras programa, nos muestra lo mismo que en el primero. No estoy de acuerdo en que se deje de lado la política, porque la esencia del programa tiene una intensa carga política y debe servir de denuncia y para ponerles las pilas a los políticos. A este 'CQC' falta que le echen morro, que se cuelen por todas partes, que asalten a los políticos, las preguntas mamporreras, los retos imposibles de las gafas (he de admitir que estuvo muy bien el reto de la Princesa Letizia), las denuncias de la gente y sobre todo el humor fresco en plató.

Un punto a favor que quiero señalar recae en los sketches que realiza Silvia Abril, a la cual creo que se le cortan las alas en ciertos momentos en plató, podría dar más, aunque se ve todo el arte que tiene. Pero posee mucho más, esperemos que lo consiga demostrar.