'Scandal': Adicción al escándalo

SIN SPOILERS

Aunque su piloto no consiguió engancharnos, ni nos llamó la atención, hemos caído ante los favorables comentarios de twiteros, y la audiencia (que ha ido aumentando semana a semana), para dar una segunda oportunidad a Scandal, serie de Shonda Rhimes (creadora de Grey's Anatomy), que ha resultado ser una de las sorpresas y éxitos del año, altamente recomendable y adictiva.

Tras una breve y correcta primera temporada, ABC (canal que la emite) renovó a la serie por una segunda temporada de 22 episodios, y que se emitiría tras la serie médica de la misma creadora. Tras el estreno, Scandal fue ganando adeptos completamente enganchados, superando en ocasiones a Meredith Grey y compañía en lo que a audiencias se refiere.

La serie va sobre la vida de Olivia Pope, que dirige la agencia Pope & Associates, dedicada a lavar la imagen de sus clientes en situaciones críticas, o la resolución de escándalos, dada la experiencia de Pope como anterior directora de comunicación de la Casa Blanca, algo que otorga a Olivia muchos contactos, poder e influencias, llegando a infringir leyes si es necesario para ayudar a sus clientes.

La serie nos muestra el trabajo de Olivia y su equipo (agentes de la CIA, investigadores y abogados), a la par que también vemos el día a día de la Casa Blanca, donde el presidente mantiene una relación muy cercana con la protagonista. El error del piloto fue que nos presentaba a una Olivia Pope demasiado perfecta, y muy superior al resto de personajes, parecía que o era demasiado lista, o los demás demasiado necios.

Los secundarios poco parecían tener que contar, y no es hasta el final, cuando descubrimos cierto secreto de Olivia y de miembros de su equipo, que comenzamos a tener cierto interés. Pero ni con eso la serie conseguía destacar, tratándose de la enésima en mostrar un caso por episodio que solamente Olivia podía solucionar, porque ve lo que nadie parece poder ver, y sabe demasiado sobre todo.

Pero en la segunda temporada hacen borrón y cuenta nueva, y se construye una trama principal que abarca toda la temporada, en la que se ven inmersos todos los personajes, y donde se dan constantes giros argumentales consiguiendo que la tensión vaya en aumento, resultando muy adictiva.

Hay momentos que dejan al espectador sorprendido por los constantes cambios que se dan y que son difíciles de predecir. Episodios frenéticos, que en ocasiones podrían valer como finales de temporada, algo que da a pensar si conseguirán mantener tan buen ritmo siempre, porque lo vemos difícil, ya que se van quemando tramas muy rápidamente, y es difícil mantener tan buen nivel.

Conocemos más a todos los personajes, cada uno con tramas individuales que de una forma u otra se entrecruzan, y una historia política muy bien llevada y de la que no quiero contar mucho porque es recomendable ir descubriendo poco a poco, gracias a los muy bien llevados saltos temporales que se dan. Olivia tiene muchos secretos a sus espaldas, y sabe demasiado sobre altos cargos y de todos los que la rodean, sabiendo como tratar a cada uno en todas las situaciones, siendo algo así como la madre de todos, en especial de Huck, antiguo agente de la CIA, con facilidad para asesinar, al que solo élla sabe llevar. Cada personaje es una pieza de un gran puzzle que iremos armando en 22 episodios, todos necesarios e interesantes.