Los seres humanos nacen, crecen, van al instituto, se reproducen y mueren. Así me lo aprendí yo. Aunque algunos se reproducen ya en el instituto, y otros, a pesar de haber pasado por el instituto, no terminan de crecer. O se empeñan en no hacerlo. El caso es que el instituto (y con él la adolescencia, claro) es un tema recurrente en series y películas. La mayoría de ellas, no obstante, nos muestran una supuesta realidad que difícilmente se corresponde con la que la mayoría de los mortales experimentamos en nuestro paso por las aulas. Ya sea porque no teníamos 30 años como la mayoría de actores que interpretan a adolescentes, o porque nuestros profesores no tenían una relación "profesional" a lo 'Anatomía de Grey', o porque no éramos la estrella de la clase ni tampoco el marginado que no tenía más amigos aparte de su Spectrum o su foro de Internet (elegid vuestra generación). Quizás éramos simplemente uno más... alguien que pasa inadvertido, alguien como Jenna Hamilton, con su grupito de amigos y su amor imposible, por distintos motivos, hacia un chico o chica que parecía inalcanzable. Sí, he dicho "amor". Pero podéis estar tranquilos porque esto no es 'High School Musical' y, que me perdonen sus fans, ni siquiera es 'Glee'. Más bien está en la línea de 'Juno', 'Easy A (Rumores y mentiras)', 'My so-called life', 'Freaks and Geeks', 'Diez razones para odiarte' (película y serie), 'Chicas malas' o incluso la gran 'Veronica Mars'.
Es decir, pertenece a ese subgénero al que podríamos llamar "teentelligent": historias de adolescentes que saben salir de una temática muy manida y destacar, contando la misma historia, pero de forma distinta. ¿Y eso se puede hacer? Sí. De forma inteligente, y convirtiendo a 'Awkward' en una buena serie, no en "un placer culpable", "trash atractiva" o cualquiera de esas expresiones que algunos usan demasiado.
'Awkward' llegó a MTV sin hacer mucho ruido, pero poco a poco se ha convertido en el éxito que la cadena estadounidense buscó y no encontró con productos más prometedores a priori e inferiores una vez mostrados, como 'Tiempos duros para R.J. Berger', la versión yanki de 'Skins' e incluso la nueva 'Teen wolf' (que a pesar de sus buenos datos de audiencia no terminó de convencer a la crítica). Así, la serie creada por Lauren Iungerich (guionista de 'Diez razones para odiarte') consiguió la renovación por una segunda temporada sin haber terminado aún la primera, y ha demostrado tener un fuerte tirón en las redes sociales. Sin embargo, en España, quizás por haberse estrenado en verano, la serie aún no ha conseguido toda la atención que merece entre la comunidad seriéfila, y de hecho pocos bloggers nos hemos fijado en ella... pero los que lo hemos hecho, hemos quedado encantados. Así que espero que este artículo contribuya, junto a tantos otros, a aumentar la popularidad de la serie, como ocurre con la popularidad de Jenna Hamilton.
¿Y quién es nuestra Jenna? Pues es difícil responder a la pregunta, puesto que la temporada nos muestra a la protagonista evolucionando, pasando por distintas fases y, en definitiva, cogiendo el toro por los cuernos y cambiando aquello que no le gusta de su vida, en vez de quejarse y esperar una utópica salvación. Porque una de las lecciones que aprendemos con Jenna es que, paradójicamente, nuestro cuento de hadas no llegará hasta que aceptemos que no existen los cuentos de hadas, que somos nosotros los que tenemos que construir nuestra historia.
Pero empecemos por el principio, como debe ser. Jenna Hamilton es una chica normal y corriente que pasa inadvertida en su instituto, pero que en el fondo desea dejar de ser invisible (su blog se titula "La chica invisible") y conseguir la atención de sus compañeros. Y, nada más empezar la serie, lo consigue, vaya si lo hace... aunque no para "encajar", como ella quiere, sino en un sentido bastante negativo. Una serie de coincidencias al más puro estilo 'Destino Final' hace que Jenna sufra un accidente con pastillas, golpes y secador en la bañera de por medio, y que todo el mundo piense que se ha intentado suicidar. A partir de ahí, Jenna deja de ser invisible... para convertirse en la "suicide girl", lo que no mejora la situación.
Pero esto no es todo. Poco antes del accidente, Jenna descubre una carta con remitente anónimo e intenciones confusas. ¿Un amigo que quiere mostrarle la cruda realidad para que mejore, o alguien que quiere hacerle daño? Es difícil saberlo, porque la carta comienza diciendo "Tal y como eres ahora, podrías desaparecer y nadie se daría cuenta", y sigue con una serie de sugerencias, bastante directas, para cambiar la situación, como "Stop being such a pussy (Deja de ser así de nenaza)", "Pull your head out of your ass (Saca tu cabeza de tu culo)" o "You have to be cruel to be kind ("Tienes que ser cruel para ser amable", algo así como nuestro "quien bien te quiere, te hará llorar"). La identidad de "A friend", como firma el autor, no la descubriremos hasta el último segundo de la temporada (en un cliffhanger de lo más WTF, por cierto), y esto formará parte de la trama de la serie, con múltiples sospechas y despistes por parte de los guionistas.
Pero la identidad de "A friend" será sólo una de las tramas de la serie, ya que alrededor de Jenna tenemos una serie de personajes secundarios que, como ocurre en 'Nurse Jackie', no sobran en absoluto, y a veces llegan casi a eclipsar a la protagonista. Desde los jóvenes padres de Jenna (Mike Faiola y Nikki Delouch) a Valerie (Desi Lydic), la excéntrica psicóloga escolar a la que Jenna se ve obligada a acudir porque todos piensan que se intentó suicidar, pasando por sus amigas Tamara (Jillian Rose Reed) y Ming (Jessica Lu), rozando la primera el patetismo al arrastrarse y volver una y otra vez con un chico que no la trata como merece, y estando la segunda sometida a un estricto control paternal. Todo esto sin olvidarnos, por supuesto, de los intereses amorosos y de los antagonistas de la serie. Ni siquiera aquí, en la parte más tópica de la serie, flaquea 'Awkward' . Jenna se acostó en un campamento de verano con Matty McKibben (interpretado por Beau Mirchoff, Danny Bolen en 'Mujeres desesperadas'), el chico más popular del instituto (con un tic nervioso que consiste en olerse las axilas), pero él quiere mantenerlo en secreto, sobre todo después del revuelo que se arma con el supuesto suicidio de ella. Sin embargo, las agallas que poco a poco va demostrando hacen que el mejor amigo de Matty, el buenazo de Jake (Brett Davern), se interese por ella, en un primer momento sólo como amiga... lo que no es excusa para que su novia Lisa (Greer Grammer) se sienta celosa y, manipulada por Sadie, decida atacar a Jenna para mejorar su relación. Un momento, hemos nombrado a la gran Sadie. Con el permiso de Jenna, Sadie (Molly Tarlov) es el otro gran personaje de la serie: la animadora más popular del instituto no es una barbie, sino una chica gorda y no muy agraciada, que todo lo que le falta en físico lo suple con una mala leche que nos deja momentos grandiosos en cada episodio... siempre terminados en un "you're welcome (de nada)" y su fantástica sonrisa falsa, eso sí.
En resumen, Jenna, que siempre había pasado inadvertida, se ve envuelta de la noche a la mañana en toda esta jungla, y con grandes posibilidades de perder. Pero, lejos de rendirse y prepararse para hundirse en el barro, decide aprovechar la situación para darle la vuelta, aplicando los consejos de la carta y sus propias ideas para dejar de ser "The Invisible Girl" y pasar a ser "That Girl", que a partir del segundo episodio será el nuevo título de su blog. Es decir, decide valorarse más y construirse su propia historia, como decíamos al principio del artículo. Eso incluye un arco argumental muy interesante cuyo desarrollo iremos viendo a lo largo de los episodios, y es cómo Jenna pasa de humillarse y convertirse en una sumisa en su pseudorelación con Matty (el amor es lo que tiene, lo irracional nos hace ser patéticos) a dejar de arrastarse y buscar lo que ella merece: algo mejor. Quizás aquí, en el trabajo de Ashley Rickards (Jenna) y en la construcción de este personaje, esté una de las claves de 'Awkward': llega un punto en el que decimos "todos somos Jenna" y disfrutamos viendo cómo esa chica normal y corriente va superando las putadas, va haciéndose valiente, va currándose su historia... y va recibiendo recompensas.
Pues esto ha sido todo. Nos despedimos hasta la próxima entrada del blog. Espero que hayáis disfrutado leyendo el artículo, como he hecho yo escribiéndolo, y que disfrutéis también de 'Awkward' si os animáis a darle una oportunidad. Dentro de unos días me pasaré, como siempre, para responder a vuestros comentarios. ¡Y nos leemos en la siguiente!
P.D.:
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