Hace poco más de 3 meses que daba comienzo la decimosexta edición de nuestro reality favorito, Gran Hermano.
Y parece que fue ayer cuando esa casa empezaba a llenarse de los 16 afortunados que entraron un 13 de Septiembre, pero la realidad es que fue ayer cuando Niedziela se quedaba a las puertas de una Final compuesta por primera vez en la historia del formato, por dos aspirantes al maletín: Sofía y Aritz, Aritz y Sofía.
Los dos candidatos al triunfo han sido, sin ninguna duda, los dos grandes protagonistas de la presente edición, cada uno a su manera, amados y odiados por partes iguales, con diferentes tramas y pasos por la casa de Guadalix muy dispares al del otro, pero si me lo permitís hablaré de la concursante que poco a poco me ha robado el corazón: la benjamina de la casa, Sofía.
La hija de Maite tiene sin duda todos los ingredientes que un ganador de tal formato debe presentar. Sofía, ha hecho en todo momento lo que ha querido y por no hacer caso, no se lo ha hecho ni a su madre.
A escasos minutos de la final, puedo decir que no sé quién es Aritz. Se va con la misma intriga con la que nos dejó en el vídeo de presentación, ̶a̶ ̶p̶a̶r̶t̶e̶ ̶d̶e̶ ̶a̶l̶g̶u̶n̶a̶ ̶q̶u̶e̶ ̶o̶t̶r̶a̶ ̶m̶e̶n̶t̶i̶r̶a̶ , y creyéndose que ha tratado a España como tonta, negando cada paso que daba en su relación con el chino granaíno a la vez que veíamos actos contrarios a dichas palabras. Un malhumorado concursante que se atreve a criticar lo que él hace a diario, que no sabe quién es Paula pero que reconoció a la ganadora vigente nada más verla, que no tiene tele ni internet pero conoce Acapulco Shore de acabo a rabo, que hace 15 semanas se nos vendía como una persona sin etiquetas y que ha demostrado ser el concursante que más prejuzga de toda la edición a leguas. Ah, y como no olvidar que se postula como el gran favorito de los reventados de la edición e incluso de acérrimos seguidores, que lejos de amarlo, han estado diciendo lo más grande del vasco, que, como si del amor de Aritz a Han se tratase, han desarrollado en estas últimas 2 semanas un sentimiento de empatía con un único fin: Que no gane Sofía.
No me vale el argumento de que GH lo debe ganar un perfil nuevo, si a parte de ser un personaje prefabricado por él mismo, su concurso no está a la altura de un mísero céntimo de los que podemos encontrar en el preciado premio.
No seré yo el que venga a decir que la hija pequeña de la elegida de Dios ha tenido un paso por el concurso en el que ha hecho todo correcto y que es un ser omnipotente, pero si seré el que a la hora de votar ha valorado la autocrítica de la Navarra, la admirable forma que ha tenido de leer el concurso, de calar uno a uno a todos los compañeros que la han puesto en disparadero semana sí, semana también, de entregarse a nosotros, de ser el objeto de crítica de los que van de feministas 9 meses al año, ya que en los 3 que se emite el programa se dan de baja como si de Vodafone se hablase, y tantas cosas más...
Gracias Sofía, por entregarnos 3 meses de tu vida, por dejarnos verte a través de la pantalla, por no pensar en lo éticamente correcto y seguir lo que te dicte tu corazón, o en algunos casos, tu cuerpo.
Y sobretodo gracias a todas las personas que te hacen más amenas todas y cada una de las ediciones, en especial, a las que he tenido el enorme placer de compartir un bando en el que la propia cadena no nos lo ha puesto nada fácil, ellos sin duda se darán por aludidos
Si en mis manos estuviera, Sofía cerraría hoy un paréntesis de expulsiones que abrió la propia Maite, pero no está sólo en ellas, sino en los 3.000.000 de espectadores del programa, aunque tengo una cosa clara:
Si la audiencia es justa, hoy Sofía se coronará como la ganadora más joven de Gran Hermano
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