Recuerdo que hace aproximadamente un año, cuando las puertas de la casa de Gran Hermano 10 se abrieron y en la gala de presentación vimos por primera vez a los concursantes, mi sorpresa fue mayúscula al ver como uno de los concursantes, con más pluma que el que escribe (y ya es decir...) se declaraba abiertamente heterosexual y, para colmo de males, comprometido. Se trataba de Javier Palomares, que en su lacrimógeno video-presentación reconoció sumido en la más profundas de las tristezas lo mucho que había sufrido a lo largo de su vida por culpa de su amaneramiento. Yo, mejor que nadie, puedo comprender ese sufrimiento. Lo que ya no comprendo es la actitud cobarde de algunos que, en pleno siglo XXI, prefieren seguir negando lo evidente, aunque con ello destrocen su vida.
No seré yo quien ponga en duda a través de este post los verdaderos sentimientos que han llevado a Palomares a casarse. Sólo os invito a visitar el chat de
chueca.com y comprobaréis la cantidad de "casados" que pululan por allí.
Si os interesa el enlace, el blog de Kiko Hernández dedica un exhaustivo reportaje a dicha boda.