Es complicado desengancharse del 24 horas cuando en la casa de GHVIP hay concursantes como Víctor Sandoval, rey del drama por encima de todo. Razones no le faltan al presentador para criticar sin parar a un concursante como Israel, torero que parece vivir en un pasado nada agradable de recordar. Lo positivo de las meteduras de pata de Lancho y los posteriores ataques de Sandoval es ver como comienzan a crearse los primeros grupos dentro del concurso.
Parece clara una alianza formada por el propio Víctor, Laura y Aguasantas. Ayer pasaron gran parte del día juntos, conversando sobre varias cuestiones, muchas de ellas relacionadas con la convivencia. No le vendrá nada mal a Laura refugiarse en sus nuevos amigos cuando esta noche Kiko Rivera se convierta en participante de esta edición. La verdad es que me gustaría y cruzo los dedos para que Cuevas siga sin cortarse un pelo cuando el hijo de la Pantoja entre en la casa; de lo contrario decepcionaría mucho. Dice Kiko que Laura es una mentirosa y también afirma que jamás ha estado la participante involucrada en el ambiente familiar de Cantora. Lo patético de sus declaraciones es que ni él mismo se de cuenta que resultan de todo menos creíbles. Imagino que será en su video de presentación de esta noche cuando Kiko nos sorprenda con algún argumento de base para resultar algo creíble; aunque para nos vamos a engañar, no creo que su discurso vaya a superar a todos los datos aportados por Laura.
Si el 24 horas de esta especial edición de GH resulta delicioso es gracias a concursantes como Laura y Aguasantas. Dos mujeres con una imagen bastante tocada que están sorprendiéndonos e incluso reivindicando ese famoso dicho que dice que ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. Resulta complicado en estos cuatro días encontrar alguna imagen o declaración de estas dos que sea reprobable.
Todo lo contrario pasa con Belén Esteban y con Olvido Hormigos. Ayer por la tarde vivímos la primera gran bronca entre ellas. Estaban ambas en el sofá acompañadas de varios compañeros, cuando la princesa del pueblo volvía a declarar por enésima vez que ella no entraría en un reality si tuviera una hija de cinco meses. Evidentemente, a Olvido le vinieron de perlas dichas palabras para sacar a relucir las meteduras de pata de la noche anterior de Belén y de Ares. Está claro que Olvido consiguió lo que se proponía que no es otra cosa que agarrarse al victimismo para ganar puntos de cara a la audiencia. Más acertada que Olvido y Belén estuvo Ares, que dejó las cosas claras a la socialista, aunque a decir de verdad, hubiera sido ya la repanocha si Ares fuese igual de critica con su amiga Esteban, más que nada porque sería honesto por su parte decirle a la princesa del pueblo que se ha quedado algo anticuada. Y es que Belén sigue metiendo la pata cuando hace comentarios como: Hay madres, madrecitas y madrazas, y todos lo sabemos; normal que Olvido lo aproveche para ganar puntos, cualquier jugador lo haría para avanzar gracias a la torpeza de su adversario. Después del desencuentro entre ambas concursantes, Belén se disculpó ante sus compañeros por las palabras empleadas durante su enfrentamiento con Olvido. Volvió a equivocarse cuando se excusó diciendo que Olvido estaba deseando provocarla desde que empezó el concurso; más bien parece lo contrario, pues no he visto a esta última aun tirarle ninguna pullita a Belén ni hablar con ironía sobre ciertos temas que a la Esteban podrían resultarle dolorosos.
Lo que está claro es que los problemas no han hecho más que empezar, y podemos prepararnos cuando esta noche los sirvientes se conviertan en criados y viceversa. Es probable que Olvido utilice esta arma para terminar de sacar de quicio a Belén, cosa que esta última no ha hecho. El único deseo que pido es que Kiko termine sirviendo a Laura. Me lo imagino y me chupo los dedos. También me gustaría que saliesen nominados Fede, Los Chunguitos y Coman. Al primero le encuentro completamente sobreactuado. Los segundos creo que todos sabemos por que, y Coman porque sinceramente, no ha cumplido con los expectativas. Tiene de Adán lo que yo de tranquilo.