Todos acusan a Raquel de algo que ellos hacen

No sé si lo de Raquel será un papelón como muchos apuntan, el caso es que poco me importa. No obstante, no pertenezco a ese grupo de personas que apuntan a que el comportamiento de la extremeña responde a una historia inventada con más o menos base. Raquel sería muy torpe si utilizara a Suso tras escuchar el abucheo que el público le lanzó al catalán el pasado jueves. Creo que ambos sintieron una atracción desde el principio. Un sentimiento que se vio cohibido y frenado por el deseo desenfrenado de Sofía por comenzar una historia a toda costa. Lo que parece gracioso y sin fundamento, es que muchos defiendan la posible expulsión de Raquel cuando fue Sofía, animada por su madre, la que sin siquiera conocer a Suso se metió en su cama durante la primera noche para protagonizar la primera carpeta de esta edición. No seré yo quien le recrimine a Sofía su actitud, todo lo contrario.

Y es que todos los concursantes desempeñan un papel en menor o mayor grado. Escuché el otro día a Aritz poner en duda la relación de Suso y Raquel. Debo reconocer que me ruboricé pues creo que el vasco es el primero que representa una figura que no le corresponde. Con el apoyo de sus compañeros, Aritz se ha convertido en una especie de gurú al que es imposible toserle. Es la representación de la perfección, algo que no me gusta en absoluto. Nunca he sentido predilección por esos concursantes que parecen más un coach que un participante corriente. A Aritz es imposible encontrarle defectos, y no porque no los tenga sino porque sencillamente no los comparte con la audiencia. Dejando atrás el carácter de cada persona, no puedo pensar otra cosa que su relación con Han es una burda interpretación por su parte. Si no, no es comprensible que aguante ciertas actitudes por parte del chino. Sus carantoñas y susurros han sobrepasado ya ese concepto de ''tolerancia'' entre amigos que comparten confidencias. Está claro que por mucho que después se queje, Aritz consiente a Han más de la cuenta y sería inútil pensar que no lo hace con un fin determinado.

Lo mismo le pasa a Enrique con Marina. El médico confesó que el carácter de Marina no era de su agrado, incluso llegó a poner en duda la cordura de esta concursante. Es evidente que si sigue mano a mano con ella es por un interés que atañe a ambos. Un bien común que espera que recibir en el resultado de las nominaciones semanales.

Podría seguir poniendo ejemplos del resto de concursantes. Lo que quiero explicar, es que todos acusan a Raquel de algo que ellos también hacen, aunque la mayoría con mucha menos gracia, todo sea dicho. En el caso, que no creo, como ya he dicho anteriormente, que Raquel estuviera interpretando el papel de su vida, debo admitir que le prefiero al de resto de sus compañeros. Me resulta más agradable seguir las peripecias de personas como Amanda y Suso, que ser testigo de los interminables minutos protagonizados por concursantes como Carolina y Carlos, que no ofrecen emoción alguna.

Aunque debo decir que la expulsión del próximo jueves supondrá una gran pérdida para los amantes de este concurso. Ninguna de las tres nominadas merece la expulsión antes que muchos de sus contrincantes. Es por esto último que la repesca este año se me antoja más que interesante. Ni los propios concursantes ni el tampoco el público con sus elecciones han dado tregua al espectáculo que mantiene viva la vida en directo.