Si sale Julius, pierde el grupo del cinismo y la maldad

Hoy será una noche importante en Gran Hermano VIP, principalmente porque saldrá un nuevo expulsado de la casa. Julius, Lucía Hoyos y Javier Tudela, nominados por sus compañeros la semana pasada, sabrán por fin si cuentan con el apoyo o no de los espectadores. La eliminación de esta noche es de suma importancia, pues del resultado dependerá en gran medida el avance y el retroceso de los grupos que conforman actualmente la convivencia. Si salen Lucía o Javier, seguirá dominando el clan liderado por el cocinero, por Contreras y por Matamoros. A estos les siguen en mayor medida Rosa Benito, Sema, Raquel, y Rappel. Si finalmente es eliminado Julius, el grupo de Lucía Hoyos tendrá oportunidad de jugar y vencer en unas nominaciones en la que todos podrán repartir puntos a la cara.

Decía que la expulsión de esta noche es importante porque de ella dependen varios factores. Es innegable que tras la eliminación de Fran, Laura Matamoros se encuentra más subida que nunca. Sería terrible para este servidor ver a Laura celebrando un nuevo triunfo acompañada de sus palmeros. Rappel es uno de ellos, ya lo dije ayer. El vidente juega con sus cartas a manipular al personal y no se corta a la hora de soltar puyas envenenadas. Está claro que todos ellos desean que salgan Lucía o Javier, pues ambos resultan para la mayoría dos piezas incomodas de aguantar día a día, y es que Tudela está abandonando a ese joven políticamente correcto y se está convirtiendo en un concursante de carácter y de ideas propias; es evidente que Lucía Hoyos ha tenido mucho que ver en su evolución como concursante. Ella no dudó el jueves pasado en defender al que consideraba su amigo ante los ataques de Laura, hecho que ha servido para que Tudela comprenda que la hija de Kiko no va a aflojar ni por un instante; por eso el momento de esta noche se antoja especialmente emocionante, pues es muy probable que veamos a dos amigos sentados juntos en la sala de expulsión, ese habitáculo que no es más que la fina línea que separa al jugador con opciones del que ya no las tiene, si Jordi no salva antes a uno de los nominados en el salón. Instantes así son los que más conmueven a los seguidores de este formato y los que más refuerzan la imagen de los concursantes que los protagonizan. La nominación aparte de ponerles en peligro, también les sirve a los que la sufren de forma reiterada para que la audiencia se solidarice con ellos ante este hecho. De todas formas, creo que es justo exponer un pensamiento que me lleva rondando desde hace tres días: estoy convencido de que si salen Lucía o Javier, el que se quede de los dos lo sentirá de verdad. Lamentará la perdida de un amigo. No creo que Laura ni tampoco Julián sientan lo mismo si es Julius el eliminado. Ellos sentirán la típica rabia del perdedor y se ahogaran en una frustración fatal al observar que sus rivales han ganado la batalla, rivales que son amigos.

Porque la única verdad es que estamos asistiendo al desenlace de una contienda que lleva produciéndose desde que Laura en los primeros días de convivencia intentó por todos los medios captar adeptos para formar el grupo que hoy representa. El grupo de la maldad y el cinismo, el sector mayoritario donde todos opinan lo mismo y donde no caben las diferencias. Podría denominarse el grupo de los borregos, en homenaje a Maite, primera expulsada de la decimosexta edición de Gran Hermano.

Será interesante observar en cualquier caso las nominaciones de Alejandro. También descubriremos si Belén se atreve a deshacerse de esa losa llamada Julián y meterle algún que otro punto, aunque me temo que aun es pronto para ese momento, situación que estoy seguro que acabará dándose tarde o temprano.

Y esta noche entrará en la casa una nueva concursante. Su nombre es Charlotte Caniggia y mejor que no juzguemos por las apariencias. Habrá que darle una oportunidad, o un par.