Esta noche termina Gran Hermano VIP. Se pone punto y final a una edición marcada por la presencia de Carlos Lozano dentro y por los dramas de Laura Matamoros fuera. Una verdadera lástima que se vaya a premiar esto último y que Carlos tenga que conformarse con un digno segundo puesto. En el mejor de los casos, la audiencia me quitará la razón y será Lozano quien finalmente se haga con el triunfo aunque es algo que a estas alturas dudo bastante. Y lo dudo porque la campaña a favor de Laura ha sido tremendamente excesiva. No he escuchado el nombre de Carlos durante esta semana ni una sola vez y empiezo a preguntarme si Laura es en realidad sobrina o hija no reconocida de los que la defienden como si se les fuera la vida en ello.
He acabado tan harto de esta recta final que el final del programa se presenta como un alivio, al menos en mi caso. Escribo estas líneas desilusionado y con una apatía evidente. Harto de tanto bochorno y de tanta incoherencia, y es que escuchar a algunas personas decir que Laura es la responsable de que nos hayamos enganchado a esta edición de Gran Hermano VIP me revuelve las entrañas, más que nada porque es una mentira como otras que se llevan soltando a lo largo de los últimos días, pero todo vale para defender a una concursante que no merece estar donde está. El pasado martes sin ir más lejos, Laura decía que no le gustaba ninguno de los vestidos que el programa le había facilitado para lucir en la final. Se atrevió a decir que iría con vaqueros, así que no me extrañaría nada verla esta noche con dicha prenda. Lo heavy del asunto es la incapacidad de sentir ilusión que Laura lleva demostrando desde el primer día de este programa. Ella prefiere quedarse anclada en un mal rollo continuo. Un carácter que agota y desgana a cualquiera.
No sé quién ganará, pero sí sé quién es el mejor concursante que ha pasado por esta edición, y ese es Carlos Lozano. Gracias Carlos por ser el concursante que todo reality necesita. Por haber jugado sin usar malas artes como muchos de tus compañeros. Compañeros que han llegado a imputar delitos sobre tu persona. Gracias por echarte este concurso sobre los hombros y por respetar a los que lo amamos desde hace dieciséis años. Gracias por no venirte abajo cuando te echaban en cara el hecho de haber tenido que salir de tu país para buscar nuevas oportunidades.
Probablemente no ganes, pues tu rival cuenta con una defensa desproporcionada con respecto a la tuya, inexistente en muchas ocasiones. No había demostrado la hija de Kiko que tipo de concursante era cuando muchos pedían su triunfo desde la primera semana.
Gracias por haber jugado con maestría y con categoría. Eres el ganador para muchos que aman y saben de este formato. Has sido un Gran Hermano ejemplar, y muchos estamos convencidos de que hubieras arrasado en una edición no vip.
Hoy acaba una edición enorme y eso es gracias a ti. Gracias por tanto. Para mí, y para otros muchos eres el unico y el justo ganador. Ojalá haya un milagro.