La armonía se ha escapado de Guadalix. Todavía soy incapaz de imaginarme la que se puede liar cuando mañana entre por la puerta de la casa Kiko Rivera. Su participación en el concurso afectará directamente a Laura Cuevas, concursante que no se ha cortado ni un pelo en contar su verdad sobre sus años de vida en Cantora. En la fiesta de anoche Laura fue sometida a las preguntas incomodas por parte de algunos de sus compañeros. La verdad es que ayer la casa se transformó en un autentico tribunal donde las obligadas a dar explicaciones fueron Olvido Hormigos y Laura. Esta última fue interrogada por Ares, la voz de la calle; al menos así se definió ella después de que Olvido Hormigos saliese disparada de la fiesta para dirigirse llorando al confesionario; pero eso lo contaré después. Sigamos con Laura, mujer que se dio a conocer en Sálvame deluxe, donde narró con pelos y señales los desplantes y diferencias que sufrió en Cantora. También nos contó como engañaron a sus padres, dos personas de campo de toda la vida que trabajaron con sudor y lagrimas a las ordenes de Isabel Pantoja.
No seré yo quien critique a Laura; al fin y al cabo no es la primera persona que se sienta en un plató de televisión a contar su historia a cambio de un puñado de euros. Cada uno es mayorcito y sabe lo que hace, aunque algunos que han contado su vida privada y con el dinero obtenido por ello han tenido la posibilidad de ayudar a su familia deberían al menos mostrar una mínima empatía por Cuevas, que al fin y al cabo ha hecho lo mismo, independientemente de que su versión de los hechos resulte más o menos creíble. Situémonos: fiesta nocturna, algunos concursantes bailan en el salón, Los Chunguitos tocan la guitarra y la mesa está ocupada por Belén Esteban, Víctor Sandoval y también por Ares. Esta última les descubre a Víctor y a Belén sus impresiones sobre el contraste de actitudes de Belén y de Olvido: tú muestras más tus sentimientos por Andrea, Olvido es mucho más cerebral. Llega Laura a la mesa y después también Olvido. Sale el tema de los problemas entre Laura y el clan Pantoja. Laura declara que se sentiría molesta si entrase Chabelita mañana en la casa. Preferiría en todo caso que entrara Kiko Rivera. Ares le dice que si se da el caso, Kiko no tendría buen rollo con ella. Empiezan todos a opinar y ninguno de los presentes excepto Victor que no se moja, muestra la más mínima empatía con Laura, que defiende su historia y la cuenta a todo correr. Ares le recrimina a Laura haber contado su testimonio en Sálvame pues, treinta años trabajando para Isabel, son muchos años.
Llega el turno de Olvido Hormigos. Ares que se define como clasicorra y como la voz de la calle empieza a preguntarle sobre las últimas fotos publicadas donde sale apoyada en un coche con un hombre. Se crea un debate donde las opiniones vertidas llenan el ambiente de tensión, convirtiéndose lo que a priori iba a ser una charla, en un juicio sumarísimo. Ares le dice a Olvido que ha ganado dinero fácil a lo que esta última responde que prefiere tildarlo de rápido, ya que para ella no ha sido cómodo hablar de ciertas situaciones de su vida personal. Olvido sigue justificándose diciendo que está harta de sentirse juzgada, que es una mujer independiente, que quiere a su marido y que para ella el amor no va unido al sexo. Ares continua preguntándole por el tema de las fotos y cuestionando en cierta manera su ética como esposa, hasta que Ylenia sorprende metiéndose en la conversación: si su marido está de acuerdo con lo que ella hace, ¿quiénes somos nosotros para juzgarla?, maxipunto para ella. Después de la sentencia de Ylenia, Ares y Olvido siguen discutiendo hasta que finalmente, la socialista se levanta de la mesa, reivindica de manera contundente su derechos a vivir la vida que le de la gana y termina abandonando la conversación. Dos minutos después, escuchamos en directo los sollozos de Olvido que con una copa en la mano, se dirige al confesionario. La única que sale para consolarla es Ylenia, que le da una abrazo. Realización nos pasa al salón y escuchamos decir a Belén Esteban que no piensa ir a hablar con Olvido por lo ocurrido. Se suspende el debate, y tanto Belén como Ares y Víctor empiezan a bailar en el salón. Olvido está en el confesionario aunque no podemos ver las imágenes. Mientras suena una de las canciones de los chunguitos se escucha perfectamente a Belén Estaban decirle a Ares: somos malísimas, a lo que Ares responde: somos diferentes.
Siguen bailando aunque
Ares sale cada dos minutos al jardín para comprobar si
Olvido ha abandonado el confesionario. Pasa media hora y
Ares entra en el salón diciendo que le han echado la bronca por querer entrar en el confesionario para hablar con Olvido ya que según sus palabras, le dicen que tiene que respetar la intimidad de la persona que se encuentra en el interior del confesionario. A los minutos sale
Olvido aun con lagrimas en los ojos.
Ares se dirige a ella con intención de consolarla y aclarar los malos entendidos durante el debate producido anteriormente en la mesa.
Olvido reconoce a
Ares que no le ha gustado que diera a entender que no quería a su hija.
Ares habla y habla y
Olvido escucha como si le quedase más remedio. Ambas charlan en el sofá. Termina la conversación,
y Ares decide levantarse y cantarle y bailarle a Olvido una canción de Enrique Iglesias; surrealista, lo sé. Luego propone a sus compañeros darle a
Olvido un abrazo grupal.
Mi conclusión después de haber visto en directo lo ocurrido en la casa en la fiesta de anoche, es que resulta chocante que personas tan jóvenes juzguen tan ligeramente la vida intima de los demás; al fin y al cabo, ¿quién es nadie para creerse dueño de términos tan sagrados como familia o amor?. Para mi la familia abarca muchos tipos de relaciones, no necesariamente amorosas; en cualquier caso, me quedo con la frase de Ylenia anteriormente citada durante el debate producido durante la fiesta.
Tampoco entiendo la poca empatía que tuvieron con Laura, a la que yo me creo a pies juntillas. Esta chica ha actuado como lo hubiéramos hecho muchos de nosotros si hubiesen tratado de manera injusta a nuestros padres, y con más razón si con el dinero que ganamos contando nuestra historia podemos ofrecerles una vida mejor. No se que pasará después de que mañana entre Kiko Rivera. Imagino que tendrá a algunos palmeros a sus pies. Al fin y al cabo, Kiko es Kiko y visto lo visto anoche, Laura tendrá las de perder dentro de la casa. Menos mal que los que deciden están fuera, y su voto es soberano.