Raquel, una manipuladora con mala suerte

Las nominaciones de anoche no sorprendieron a los que siguen el minuto a minuto de este concurso. Maite pagó por sus excesos y a Sofía le pasó factura el no haberse integrado con sus compañeros. La que no se esperaba para nada la nominación fue Raquel, esa concursante a la que no le ha servido de nada andar de dimes y diretes durante cuatro días con toda la casa. A la extremeña no le salieron bien los planes, de eso no hay duda. Fue nominada por 'los suyos' en un impulso de completa desconfianza hacia una concursante que ha querido estar en todas las salsas. Como era de esperar, no se tomó bien la nominación. Tras la gala, la concursante pasó por diferentes fases, mostrando todo tipo de reacciones y olvidándose en la mayoría de ellas de esa naturalidad que tanto les gusta observar a los seguidores de este programa. Primero optó por adoptar ese viejo y rehusado papel de compañera traicionada para después cambiar de tercio y decidirse por echarle toda su mierda a Maite, algo lógico teniendo en cuenta que ambas están compitiendo por la permanencia en el concurso. Ocurrió en el salón, cuando la de Pamplona hablaba con sus compañeros sobre el resultado de las nominaciones. Maite apuntó que se había sentido sorprendida por la nominación de Raquel, hecho comprensible si tenemos en cuenta que la extremeña no ha tenido problemas directos con nadie. Fue en ese preciso momento cuando Raquel, que estaba escuchando a Maite, estalló entre lágrimas recriminándole a la madre de Sofía que estuviera 'pidiendo explicaciones' sobre su nominación: ''no me vas a poner en contra de mis compañeros, preocúpate por los motivos que tienen para nominarte a ti''. La escena que se produjo fue preocupantemente absurda, más que nada por el ridículo que hizo Raquel en un intento desesperado de salvarse de la nominación frente a un blanco aparentemente fácil como Maite.

Y es que ella, al igual que sus compañeros y que la propia aludida, es consciente de que esta última tiene todas las papeletas para irse el próximo jueves. El público del plató se encargó de darles esa pista en forma de aplausos, unos abucheos que deberían controlarse en la próxima ocasión. Es esta baza con la que cuenta Raquel, la de la antipatía que despierta su rival. Podemos pues, prepararnos para la campaña que hará esta concursante con la ayuda de sus compañeros, una campaña que empezó anoche cuando se descubrió que Maite no era madre de Suso. Todos felicitaron al concursante en un intento de despreciar en cierta manera a su compañera, no obstante, y a pesar de los pensamientos e intuiciones que puedan tener, será la audiencia que vote, la que decidirá finalmente la identidad del primer expulsado de esta edición de Gran Hermano. De momento, las tres nominadas han afrontado la nominación de manera muy diferente. Mientras que Maite prefirió reírse junto a Sofía de los abucheos del público, Raquel fue llorando por todos los rincones por los puntos que había recibido en las nominaciones. Fue curioso observar a una Maite humilde por primera vez en esta aventura, aceptando la reprimenda de la audiencia y resignándose a su posible expulsión.

No puedo despedirme sin destacar el buen uso que hizo Sofía de sus puntos en el confesionario. Fue la única concursante que nominó a tres muebles, haciéndonos un guiño a todos los que amamos este formato, y es que no me quiero imaginar una casa repleta de concursantes como Marina, Carolina y Enrique. Debo admitir entonces, que cada día me gusta más la hija de Maite. Ella es consciente de donde está y de cuáles son sus puntos débiles, esos aspectos que suelen utilizar los que no te quieren para minar tu confianza.