Raquel lo está consiguiendo. A este paso Marta va a parecer un angelito a su lado. No es tan grave que la cacereña quiera ver a su enemiga fuera de la casa como que caiga en la peor de las interpretaciones para conseguirlo. Ayer por la mañana se produjo una tremenda bronca entre ambas, conflicto que fue propiciado por la repescada. Entre tanto reproche destacaba la exageración y la incoherencia de Raquel. La finalidad era evidente: Quería que Marta cruzara ese terrible límite que conduce a un concursante a la expulsión disciplinaria por haberse saltado la norma más importante de todas.
Es obvio que a
Raquel no le están saliendo los planes como ella esperaba, algo que no es de extrañar si nos atenemos a que no ha cumplido nada de lo que le prometió a la audiencia que la voto en la repesca: ni ha destapado a
Marina ni tampoco ha ido contra
Aritz, más bien todo lo contrario. Anoche Raquel lloraba sin lágrimas al lado del vasco mientras ponía verde a
Suso. Sí, la concursante ha decidido pasar por encima de quien haga falta con tal de hacerse un hueco en la casa. Intuyo que lo que está buscando en estos momentos es arrebatarle a
Sofía el
rol de víctima para despertar cierta lastima en ese público que decidió expulsarla en antaño. Lo que ella no sabe es que no solo no va a conseguirlo sino que va a salir de nuevo eliminada en cuanto sus compañeros decidan colocarla en la palestra.
Es una lástima que Raquel no tenga ningún tipo de miramiento hacia los que dice que son sus amigos, y es que es muy probable que Amanda pague las malas acciones que su amiga está cometiendo el próximo jueves. También tiene la andaluza parte de responsabilidad pero no tanta como Raquel, que debería en cierta parte ser un poco más cuidadosa con el concurso de sus compañeros y más teniendo en cuenta la información del exterior con la que cuenta.
No obstante, a
Amanda no le vendría nada mal un golpe de realidad que le haga saber que su amiga le ha contado toda la verdad, y es que
Raquel se inventa algo nuevo cada día. Anoche le contaba a
Sofía que se lleva estupendamente con su madre Maite. Se le olvidó aclararla que una hora antes
dijo de ella que era una puta guarra y que deseaba arrancarle los pelos (
VÍDEO). Tampoco hubiera estado mal que hubiera hecho referencia a la famosa bronca que tuvo con la
elegida de Dios en el apartamento, pero eso hubiera nublado la patraña que se estaba inventando y no hubiera logrado cumplir con su estudiado papel.
Pero no es Sofía la única víctima de Raquel. Los mayores damnificados de los actos y de las palabras de Raquel son sus propios amigos. La cacereña le contó a Suso que Ricky bebía los vientos por ella con el claro propósito de separarlos a ambos, todo sin contemplar las consecuencias negativas que Suso podría pagar al ser consciente de esta ficticia historia. Afortunadamente, Raquel no consiguió dañar la relación entre los dos hombres más primitivos de esta edición sino que obtuvo el efecto contrario: Suso terminó dándole carpetazo a la cacereña y huyendo con su amigo al jacuzzi tras una bronca entre la pareja menos creíble de esta edición.
Y es que llegados a este punto,
podríamos incluso llegar a desear la expulsión de Amanda. Es tan agobiante ver como
Raquel intenta manipularlo todo como necesario un golpe de efecto que vaya contra las operaciones que la cacereña lleva llevando a cabo desde su repesca; curiosamente, después de la hora sin cámaras,
Suso se dirigía a la habitación para hablar con
Amanda e intentar convencerla que nominase a
Sofía (
VÍDEO). Sí, precisamente
Suso, ese que hace dos días prometió cuidar y apoyar a
Sofía al haber descubierto en ella a una persona que merecía la pena, intentó manipular a su gran amiga para que colaborase en un pacto que iba contra esa mujer a la que dijo que preservaría. Digo yo que algo tuvo que ver la hora sin cámaras que mantuvo con
Raquel minutos antes.