Omar ya ha engañado a Paula

Gala apoteósica la que vivimos ayer todos los amantes de Gran Hermano, como apasionantes fueron las horas posteriores al programa.

Se cumplió mi deseo y finalmente Lucía, ex novia de Omar, entró en la casa para acompañar a Paula en esta aventura, sustituyendo a Papirrin, que abandonó la casa voluntariamente hace una semana. Las reacciones de los miembros que forman este triangulo fueron las esperadas. No hubo falsedad por parte de ellos, al menos en un principio, ya que Omar se atrevió a mentir a Paula sobre las dos y media de la madrugada, pero eso lo cuento más adelante.

No será fácil ni para Lucía, ni para Paula, víctimas de esta historia. Aunque me atrevería a decir que Omar también sale perdiendo, pues si algo tengo claro es que tanto el de Carabanchel como su ex, siguen enamorados el uno del otro. Lo siento por Paula, una de las víctimas de este triángulo, pero es imposible que alguien, en este caso Omar, deje de sentir en tan solo catorce días tras dos años de relación, si bien hay que decir que las ganas de venganza que te puede producir un desamor, pueden empujarte a liarte con la primera que se te cruce si la chica te hace gracia y te da cariño. Y la primera con la que se cruzó Omar después de dejar a su ex cuatro días antes de entrar en el concurso, fue con Paula, pero eso no contradice mi teoría de que Omar siga enamorado de su ex, aunque evidentemente él no lo vaya a reconocer porque de hacerlo perdería el maletín. La otra víctima es Lucía, que entró como es lógico, con un discurso aprendido y estudiado, algo que habríamos hecho todos en su lugar. Pero los globos se desinflan y las lagrimas brotan, porque los sentimientos siguen estando ahí. Eso es lo que le pasó ayer de madrugada a la reina de Zara mientras charlaba con Vitin en el vestidor mientras muy cuidadosamente deshacía sus tres maletas de ropa. Me siento humillada, le confesó Lucía a su amigo. Ya tenía la voz rota cuando Omar, aprovechando que Paula se encontraba en el confesionario, entró en el vestidor con la excusa de buscar un gorro. Al madrileño se le cayeron los calzoncillos, literalmente, al ver a su ex colocar la ropa, y por fin rompió el hielo: Quiero que sepas que eres la chica a la que más he querido en mi vida. Quiero que estés bien y aquí estoy para cuando me necesites. Tenemos una conversación pendiente y cuando quieras hablamos.

Un hombre que le dice a una mujer que ha sido ella a la que más ha querido, es porque sigue enamorado de ella. Es así.

Lucía escuchó atentamente a Omar y cuando este se fue, por fin rompió a llorar. Llevaba muchas horas con su estrategia de mujer dura en la cabeza, y naturalmente, ese globo con la palabra orgullo grabada, se desinfló. Ya le dijo a Vitín que se alegraba de todo corazón por Omar sí verdaderamente estaba enamorado de Paula y esto le hacía feliz. Y también le dijo, con mucho pesar, que todo estaba claro entre ella y su ex, ya que Omar había decidido. Fue valiente Lucía, reconociendo sus errores y declarando abiertamente que quizás, si no hubiera metido la pata con Omar en el pasado, no le habría perdido. Es evidente que nos encontramos con una historia entre dos personas que no está para nada cerrada. Si a eso le sumamos que ambos van a convivir durante veinticuatro horas juntos con todo lo que eso supone, blanco y en botella: Omar terminará metiendo la pata en algún momento, quizás durante alguna fiesta con alguna copa de más, dejando al descubierto sus verdaderos sentimientos. Sería divertido que el equipo del programa les pusiera a los concursantes esa prueba en la que tenían que permanecer encadenados por grupos. Sería curioso ver a Paula, a Omar y a Lucía encadenados literalmente, ya que en cierta manera lo van a estar a partir de ahora, por mucho que sufra Paula, que tras estar una hora en el confesionario, rompió a llorar en el hombro de su chico. Le confesó tener miedo de que Lucia haya ido a la casa con mal rollo, aunque lo que realmente teme Paula es que su novio le haga la trece catorce y que a este le pesen más los dos años de relación con su ex que catorce días con una desconocida en un concurso televisado.

Quizás tenga yo la mente muy abierta, pero no entendí los mensajes que pude leer de los espectadores del canal 24 horas, donde alababan en masa a Lucía y pedían la expulsión de Paula. Es evidente que la idea de ver a Omar y a Lucía sin Paula, que pasa a convertirse en un obstáculo para el cierre o la vuelta de esta pareja, vete tu a saber, resulta cuanto menos atractiva; pero hay que saber ponerse en la piel de cada una de ellas. Ambas se enfrentan a una situación diferente con un núcleo común: Omar, el pirata de esta historia. No puedes engañar a una chica de 19 años si realmente no has cerrado tu relación anterior, no es justo ni para ella, que en cierta forma has condicionado su juego por estar contigo, ni para tu ex de dos años que te está viendo fuera y a la que dejaste como en muchas otras ocasiones para volver con ella a los pocos días.

Volviendo al asunto, debo decir que para mi ha resultado complicado observar a Lucia y a Paula durante esta madrugada. No es agradable ser participe de tanto dolor, porque ambas lo sienten y el de las dos es igual de lícito, por mucho que digan algunos de que que como Lucía ha estado dos años con Omar y Paula catorce días, el sufrimiento de Lucía es más respetable. Mira pero no; a cada persona le duele su muela, y no hay más. Comprendo la frustración de Lucía, y es que no ha podido hablar con el que ha sido su pareja ni ha tenido la posibilidad de cerrar bien su historia. A eso le añadimos que ha tenido que ver como el chico se liaba con una niña a la que acababa de conocer sin ningún pudor. Por alguna parte tendrá que salir el rencor de Lucía, no me creo ese discurso suyo de que ha entrado a vivir la experiencia de buen rollo. No es que no me crea sus intenciones, pero resulta inconcebible, lo mires por donde lo mires, que una historia que no está cerrada y que ha sido tan intensa, te permita vivir las 24 horas con el plan que Lucía pretende llevar a cabo. La bomba estallará, la guste o no, porque afortunadamente es humana y no un robot.

Y por otra parte está Paula, enfadada, como es lógico, y culpando a Lucía para auto convencerse de que su novio no tiene nada que ver en esta historia, muy normal también. Por lo menos, algo ha logrado la chiquilla, y es desbaratar el argumento de todos aquellos que se han dedicado en las redes sociales a decir que esta relación era un montaje. Es evidente que no es así al menos por su parte, y es que Paula estuvo toda la noche llorando, persiguiendo a Omar, delatándose a si misma con esa actitud que muestra tanto temor e inseguridad por lo que pueda pasar. Lo más triste de todo es que Omar no fue claro con Paula, ya que sobre las tres de la madrugada, como apuntaba en el inicio de este post, el de Carabanchel le narraba a su novia la conversación que había mantenido con Lucia de manera totalmente tergiversada: Yo la he dicho que si está mal puede hablar conmigo pero que también está Vitin, que no me ha valorado y que esto es lo que hay. Además ya se están formando grupos, cuando ellos vienen yo he dado mil vueltas, que me coman todo lo gordo. Así de fino es él, y de mentiroso, engañando a su novia en la primera noche y por una simple conversación, ¡toma ya!.

Van a ser días complicados para los tres, eso lo sabemos. Pero Paula tiene que jugar con Lucía, no le queda otra. Es una prueba complicada para ambas, por eso me resultaría muy triste el hecho de que la audiencia no tenga empatía con lo que están sintiendo estas dos, y que Paula por ejemplo, en el caso de salir nominada antes que Omar, fuera expulsada por puro morbo. No seamos injustos. Si aquí debe salir alguien, ese es Omar por no haber sido ni claro ni sincero. Ni lo ha sido, ni lo está siendo. Veremos cuanto tiempo aguanta con esta careta, y también estaremos atentos a esta nueva Paula que nació ayer dentro de Gran Hermano.

Otro de los temas de la noche fue el de la relación entre Yolanda, Vitin y Jonathan. No voy a ocultar mis gustos y reconozco que por Yolanda siento debilidad, al igual que por Paula. Fue muy duro Vitin con Yolanda, y esta última pecó de ser demasiado pacifica con él. No debería haber consentido que el amigo de Omar le dijera frases como 'es que como tu te acuestas hasta con el vecino...'. Yolanda debería haberle parado los pies, pues no debe consentir que un tío al que no debe ninguna explicación, se tome la licencia de hacer tales juicios de valor. Es para mear y no echar gota, y es que Vitin cada día es más insoportable. Ahora le ha dado por hacer bromas cada cinco minutos, no se si se cree gracioso, debe ser, pero empieza a resultar soporífero aguantar a este concursante.

Igual de insoportable es Shaima, nominada de esta semana junto a Alejandra y Mayca. Habibi-Habibi, no tuvo reparo alguno en nominar a su amiga Paula con un punto en un intento rastrero y desesperado de autosalvarse de la nominación, siendo ella consciente que Paula era su mayor rival en estas nominaciones. Estoy convencido que Paula no se imagina ni por asomo que su amiga la ha traicionado, y tampoco tengo muchas esperanzas en que Shaima tenga la honradez de confesárselo. Sí algo ha demostrado Xami es que es de todo menos leal; no lo fue con su compañero Paco, (eliminado que cada vez que habla en plató sube el pan), ni lo ha sido con Mayca, concursante que ha estado pendiente de ella en todo momento, lavando su ropa y haciéndole comida especial por su enfermedad, a la que ha puesto en el disparadero. Puede ser que Xami tenga suerte y se salve de la expulsión, ya que la gente tiene ganas de guerra, y yo lo entiendo. Sí fuese Mayca la expulsada, el conflicto de Shaima seguiría abierto, pues todavía seguiría Loli en el concurso, pero sí es Shaima la expulsada, el conflicto desaparece por completo.

Veremos que es lo que decide finalmente la audiencia, yo estaré feliz con la decisión siempre que no sea Alejandra la elegida por el público para abandonar la casa el próximo jueves, y es que esta concursante, que está algo cohibida y condicionada por su prima, tiene mucho que dar. Es de estas que tardan un poco en desinhibirse por completo, pero que cuando lo hacen, es para dejar huella en el espectador.