Lo de Marta y Sofía es pura autenticidad

59,0% 28,1% 12,9% fueron los porcentajes ciegos que pudimos conocer anoche en Gran Hermano: límite 48 horas. Creo que el porcentaje mayoritario corresponde a Marina aunque para salir de dudas debemos esperar a mañana.

Ayer volvieron los alegatos a la casa, momento en el que Aritz decidió abandonar a la que ha estado con él durante sus últimos enfrentamientos. El vasco optó por defender la continuidad de Han en el concurso, algo que cierta en parte es normal que se veía venir. No negaré que sentí cierta lastima al contemplar a Marina más sola que nunca, y es que Vera, el encargado de apostar por su salvación, no supo defender a la nominada. Creo que el amigo de Niedziela buscó hacer la gracia dejando entrever que Marina era una sosa de tomo y lomo, algo completamente injusto e innecesario.

No me equivoco si digo que Vera ha vuelto más que cambiado, aunque los chimoseos donde él siempre participa nunca se han ido. A él le gusta estar en todas las salsas para dar su particular punto de vista, hecho que desencadena varios conflictos en los que sale a relucir esa personalidad de pagafantas que tan poco casa conmigo.

Ayer pudimos ver un vídeo que resumía ese mal entendido provocado por Aritz donde Vera era el protagonista. Al parecer, el vasco fue contando que algunos de sus compañeros habían dicho que no querían ver a Vera dentro de la casa. Aritz señaló a Marta y a Sofía como responsables de dicha caza de brujas. Una película inventada para cumplir con un claro objetivo: focalizar la ira del catalán contra estas dos concursantes y desaparecer él de la lista de nominados. Aritz no jugó limpio, al final él lo medio reconoció en el confesionario cuando ya le habían pillado.

Es curioso el concepto que el propio Aritz tiene sobre sus malas acciones. Según sus palabras, él no mete mierda, simplemente se limita a sacarla. Curiosas declaraciones que dejan clara una vez más esa parte de su personalidad que tan escondida tuvo durante el primer mes y medio de concurso.

No creo que Aritz cuente con mucha suerte el próximo jueves. Muy bien se le tiene que dar para librarse de los puntos de sus compañeras, de esas las que puso deliberadamente y con tan mala uva en la boca del lobo al inventarse dichas declaraciones sobre Vera. O encuentra el poder de la salvación, o saldrá por primera vez nominado, una situación bastante complicada para el vasco teniendo en cuenta sus ultimas actitudes dentro de la casa.

Le decía Marta a Han en el confesionario que a ella le daba exactamente igual si Aritz se acostaba o no con él, pero que no estaba dispuesta a seguir aguantando lagrimas por parte del chino y pullas por parte del vasco.

Aciertan de lleno Marta y Sofía con sus últimos análisis de la situación, y es que al final Aritz y Han siguen como si nada pero ellas dos se han llevado y nunca mejor dicho, una buena porción de mierda por haber dado la cara por su amigo y haberse implicado en una historia que parece no tener fin. La misma porción se ha llevado Marina, aunque ella lo reconozca a medias. Su defensa por Aritz no ha hecho mas que distanciarla del resto de sus compañeros y dejarla en una situación que no creo que supere. Me refiero a su tercera nominación, y es que ya se sabe que a la tercera va la vencida.

Lo que está claro es que tanto Aritz como Han se han perdonado mutuamente. Un perdón que no libra a sus más allegadas de evidentes riesgos de cara a su continuidad en el concurso.

Por cierto, impagable el momento en el que Marta le contaba a Sofía como abrir la caja. Ahí demostró la canaria que para ella la amistad está por encima del concurso. Una lástima que Sofía no consiguiera abrirla, me hubiera hecho especial ilusión su victoria.