La soledad de Adara

Hoy tengo más ganas que nunca de que lleguen las diez de la noche para disfrutar de la nueva gala de Gran Hermano, y es que la expulsión de esta noche se me antoja como una de las más interesantes de los últimos tiempos. Sería una lástima perder a Bárbara tan pronto, y eso que las encuestas dicen que será ella la segunda expulsada oficial de esta edición con una amplia mayoría de votos. Sin duda, Bárbara ha sido una de las protagonistas indiscutibles hasta el momento. Gracias a ella, resulta complicado desconectar del veinticuatro horas. Ha generado conflictos y por qué no decirlo, también ha sido parte protagonista de una bonita amistad con Adara. Ambas han luchado contra toda una casa; contra una legión de compañeros que desean verlas en la calle cuanto antes. Repetía Fernando anoche que esta noche saldría Bárbara con total seguridad, y que Adara sería la expulsada de la semana que viene. También lo decía Clara, convencida de sus palabras por considerarse seguidora de este programa desde hace muchos años. Debería saber que pertenecer al grupo mayoritario y adelantarse al público no son buenas decisiones si se pretende llegar lejos en este concurso

No son menos torpes Fernando, Miguel y Rodrigo. Lo de este último roza el absurdo. Su paso por la casa se centra única y exclusivamente en juzgar constantemente los pasos de Adara. Ni él ni sus amigos se paran a pensar en la posibilidad de que Pol no lo esté haciendo del todo bien. Han preferido centrar su rabia en las dos únicas concursantes que han decidido jugar sin pertenecer a rebaño alguno. A estas dos les van a follar pero bien. El setenta por ciento, decía anoche Rodrigo refiriéndose a la expulsión de esta noche. Dan por sentado que saldrá Bárbara, algo bastante probable por cierto, pero también dan por eliminada a Adara. Supongo que ninguno de ellos piensa tener la decencia de intentar integrarla si finalmente es Bárbara la expulsada. Probablemente deseen que la azafata pierda los nervios y abandone el concurso, bien voluntariamente o mediante una expulsión disciplinaria. Y es que seamos francos, aguantar en un concurso de tales características sin ningún tipo de compañía es bastante duro. Tampoco ayuda Miguel, consciente de los celos de Adara y provocador nato. A él le viene genial la situación. Se ha situado en uno de los extremos del triangulo de manera voluntaria e intencionada. Lo único que le importa es chupar plano y que fuera se hable de él. No me creo sus lágrimas ni los numeritos que monta para captar la atención de sus compañeros. Ayer le enseñó su 'secreto' a Bea, aunque lo que el no sabía es que ella ya era conocedora del mismo ya que vio su vídeo de presentación desde el plató. El plan de Miguel está claro: dosificar su alopecia, mostrarle su prótesis a un compañero por la semana y quitársela de manera definitiva si llega a la final. Desea convertirse en el héroe de los acomplejados y para ello explota la filosofía de manual y los consejos baratos de turno. Ni que decir de lo bien que le viene que todos sus compañeros consideren sin fundamento los celos de Adara. Él es la clara víctima de una posesiva sin cabeza. Suerte que aquí fuera se ve todo, algo que, paradójicamente, ellos no se cansan de repetir.

No descartaría que Adara no aguantase tal presión, por eso no me gustaría que Bárbara saliera expulsada. Tampoco creo que sea lo más justo si tenemos en cuenta la evolución de las otras dos nominadas. Candelas ha pasado de ser villana con categoría a una acojonada con pedigrí. Su miedo a salir nominada y expulsada la ha conducido al grupo mayoritario. No digo que sea malo cambiar de opinión; lo censurable es poner verde a la persona con la que has compartido confidencias y reflexiones durante los últimos días para ganar adeptos. Es evidente que estamos dentro de un juego donde solo puede quedar uno, pero Candelas comete un fallo que un concursante Gran Hermano no puede permitirse. Candelas miente y lo peor de todo es que no tiene memoria. No es consciente de que su trayectoria está registrada y que no es más que un espejo al que tarde o temprano tendrá que hacer frente. Es probable que se salve esta noche, pero me temo que ha tirado el maletín a la basura. Lo mismo ocurre con Meritxell, que ha optado por convertirse en la sombra de su amiga para intentar evitar algún punto que otro. No se da cuenta la pantera, que Candelas no dudara en traicionarla si así lo considera en un momento dado.

Esta noche tenemos una cita. Ojalá haya un sorpasso. Y si no, cruzare los dedos para que la caja de Bárbara cuente con la vida extra.