La expulsión de esta noche será un drama para los amantes de este concurso

Faltan pocas horas para que nos emocionemos con ese mágico y a veces doloroso ritual que vivimos semanalmente durante este concurso. Esta noche, Mercedes Milá volverá a pronunciar esa frase mágica que representa el poder de la audiencia que se implica en este programa. Hoy conoceremos el nombre de la quinta expulsada de Gran Hermano 15, y previsiblemente, habrá reacciones de todo tipo. Lo que está claro es que perderemos sin ninguna duda, a una gran concursante. Dos de las nominadas de esta noche han vivido esta experiencia a tope, regalándonos momentos que son ya parte de la historia de la televisión. Son Paula y Shaima las que más han exprimido esta experiencia, y las que por desgracia se jugarán su continuidad en la casa. Es muy remota la posibilidad de que Alejandra sea la eliminada, ya que hace tan solo cuatro días esta concursante no contaba ni con el seis por ciento de los votos, así pudimos verlo en GH: El debate.

Creo que la audiencia se ha confundido en concentrar sus votos en Paula y en Shaima. La catalana es sin ninguna duda la protagonista hasta el momento de esta edición, y no gracias al programa como muchos indocumentados dicen en las diversas redes sociales. El protagonismo se lo ha ganado Paula por méritos propios, por haberse expuesto más que ninguno de sus compañeros y por haber hecho un concurso con una estrategia arriesgada que podría haberla dejado fuera de juego en su primera nominación. Se enamoró de Omar o eso dice ella, y vivió su historia desde el tercer día asumiendo las consecuencias. Entró en la casa y empezó a hablar con voz de furby desde el minuto uno y no dejó de hacerlo cuando salió nominada junto a Paco, Fran y Alejandra. Vio como su pareja volvía con su ex, que a la vez se convertía en su compañía dentro del concurso, viéndose obligada a esquivar provocaciones fuera de lugar, y la verdad, es que superó esa prueba con sobresaliente. Está claro que podrá gustar o disgustar, pero Paula ha vivido Gran Hermano y ha jugado con sus cartas, para bien o para mal, sobre la mesa. Nadie puede acusarla de no haberse implicado y no podrán quitarle la satisfacción de haber sido una de las piezas más importantes de este engranaje. Esta noche, Paula puede perder la batalla dejando solo a Luis. Se trata de una guerra peculiar, pues realmente los seguidores de la catalana no están votando con una convicción clara de sacar a Shaima de este concurso. Lo hacen para salvar a Paula, motivo por el cual si se diese la situación de que fuera Xami la eliminada, podríamos hablar de expulsión comodín. En ningún caso la mayoría estaría castigando a esta concursante, que tan buenos momentos nos brinda diariamente. Su eliminación sería un pasaje para que Paula pudiera seguir con su aventura y al menos terminarla después que Omar.

Y es que Shaima ha sido fundamental dentro de esta edición de Gran Hermano. Le costó más a la audiencia adaptarse a ella que a la propia Xami adaptarse al resto de sus compañeros. Si bien es cierto que la nominada despertó antipatías durante las primeras semanas de esta edición, hoy se pued decir que el público se siente cómplice de las aventuras y peripecias de la musulmana. Al fin y al cabo, no creo que nadie tenga armas suficientes como para afirmar que Shaima ha actuado como una mala persona con ninguno de sus compañeros. Lo cierto es que Xami goza de información que de ser empleada con inteligencia podría convertirla en ganadora. No creo que sus entrevistas hayan estado basadas en ninguna estrategia, pero la purita verdad es que gracias a ellas, Shaima conoce las antipatías y simpatías que el resto de sus compañeros sienten los unos por los otros. Un arma muy poderosa que podría llevarla a la gloria si logra superar la expulsión de esta noche. Si finalmente es eliminada, será inevitable que muchos pidamos la puesta en marcha de la repesca cuanto antes para devolverla a la casa. Xami aun tiene mucho que dar, y lo haría si Loli no hubiera nominado como una holgazana poniendo en el disparadero a tres personajes principales dentro de esta función.

Disparadero del que se salvará Alejandra con total seguridad. Alejandra es, de las tres nominadas, la que menos juego ha dado en lo que llevamos de concurso. Es la patente que un concursante tiene que pagar al jugar con un compañero, y más si juegas con tu prima. Alejandra prometía mucho como concursante, y no dudo que seguirá siendo un personaje clave en futuras tramas. De hecho, ya está empezando a despuntar obteniendo grandes dosis de protagonismo dentro de la casa, al igual que Azahara y Juanma, que por cierto ya a era hora. La diferencia entre Alejandra y sus dos compañeras nominadas, es la actitud. Mientras que Paula y Xaima enfocan esta experiencia desde el prisma del humor mediante gamberradas insólitas, Alejandra se empeña en vivir su días en la casa con una mala leche que empieza a cansar a este servidor. Ella lo arregla todo con decir que no se siente querida por sus compañeros y que siempre las nominan a ella y a su prima. Debería tal vez preguntarse el motivo de esas nominaciones. Quizás durante las primeras semanas, Alejandra y Yolanda solo se relacionaron con Jonathan y Juanma. También es probable que la desconfianza que siente por todos sus compañeros no ayude en absoluto. Tendrá tiempo la manchega para corregir sus errores o para seguir por el mismo camino. Un camino que será demasiado corto si continua por la misma línea. Ayer de madrugada Alejandra volvió a mostrar su mala uva gastándole una broma de mal gusto a Luis. Es especialista en soltar veneno y luego justificarse argumentando que sus comentarios responden a bromas sin mala intención. Que casualidad que sea tan bromista siempre con esos que critica junto a Omar y a Vitín. Pero con llorar y decir que nadie la quiere, la concursante lo arregla todo. Muy lista, o no tanto.