La expulsión de esta noche puede cambiarlo todo

Esta noche habrá nuevo expulsado, pero antes tendremos la oportunidad de degustar un duelo que promete. Por un lado tenemos a Suso, protagonista indiscutible de la edición y por otro, a Kike, gran amante de este formato que ha decidido enfrentarse a su enemigo número uno de dentro de la casa. Es inútil discutir el hecho de que Kike eligiera salvar a Han para exponerse a nominación, y es que el médico era consciente de lo mal que hubiera quedado públicamente si hubiera decidido escaparse la decisión de la audiencia. Como seguidor de este concurso que es, Kike es consciente del precedente que le acechaba el pasado jueves; hace aproximadamente un año, un joven llamado Omar huía del conflicto y dejaba a su amigo Vitín ante el peligro. No sólo no evitó la tragedia sino que fue tildado como el cobarde oficial de la casa por la opinión pública y para rematar la faena, acabó con la ilusión de su amigo de seguir en el juego.

Kike sabía perfectamente que lo de salvarse a sí mismo no era una buena opción. Lo único que hubiera conseguido era ganarse las antipatías de los votantes y atrasar su eliminación unas semanas en el mejor de los casos. Al salvaguardar la estancia de Han en la casa, cuenta al menos con opciones de ganarse el respeto de la audiencia y convertirse en el que consiguió eliminar al incordio de sus compañeros. Kike puede salvarse, eso un hecho. Compite con el concursante más denostado de esta edición, con el más abucheado y con el malo oficial. Y es que todo lo que tenga que ver con Suso está muy lejos de ser bien visto. Hasta defender a este concursante supone trasladarse a una posición que no resulta para nada cómica. Los que apostamos por la continuidad del catalán en el concurso tenemos que lidiar con una ristra de comentarios cuanto menos negativos y a la vez cuestionables. Es necesario recordar que uno de los aspectos que caracterizan este programa es la variedad de opiniones y en cualquier caso, que la defensa a un concursante en concreto no implica que el defensor en este caso esté de acuerdo o apruebe su conducta en ciertas situaciones. El escoger a un expulsado y no a otro no responde únicamente a que cierto concursante te caiga mejor que su contrario, sino otros puntos como por ejemplo la reacción del resto de participantes ante una noticia que causa sorpresa y desestabiliza unas costumbres instauradas dentro del juego.

No obstante, hay que recordar que si finalmente es Kike el eliminado de la noche podremos gozar de una visión mucho más interesante, al menos para mí, de los acontecimientos en la casa. Digo esto porque ya hay concursantes que han cambiado su actitud en las últimas horas tras ver los porcentajes ciegos, nada claros del pasado martes. Sin ir más lejos, Aritz, que hace unos días pedía la expulsión disciplinaria de Suso, ha acercado posturas con él en las últimas horas. Pone este hecho en duda la veracidad de la que presume este concursante. Al fin y al cabo, su actitud no deja de responder a una clara estrategia que le coloca en la retaguardia hasta hacerse público el veredicto del público.

Otro aspecto de suma importancia son las nominaciones de esta noche. Veremos si Ivy y Carolina consiguen cumplir con su plan o si por el contrario Niedzela y Marta logran subir a la palestra a la esposa de Carlos. Ocurra lo que ocurra sí se puede decir que estamos ante el principio del fin de ese grupo denominado como 'la biblioteca' y no por desmerecer a los bibliotecarios en ningún caso, sino por ser el silencio el elemento que lleva acompañando a estos concursantes desde hace casi un mes en un programa donde lo que debe brillar es todo lo contrario.