Los argumentos que venían aportando muchos detractores de esta versión de Gran Hermano para menospreciar tal variante del reality se han esfumado. Y es que no estaban en lo cierto cuando apuntaban que las personas que entraban en la versión VIP del reality más famoso del mundo lo hacían resabiados y con la única intención de armar jaleo para sacar dinero en los diversos platós de la cadena. Después de observar durante más de 24 horas al grupo de concursantes que habita la casa de Guadalix debo reconocer que me he sorprendido ante la actitud que los famosos han mostrado en sus primeras horas.
Es una realidad que personajes como Belén Esteban y Víctor Sandoval muestran la misma ilusión y en gran medida, el mismo grado de inocencia que los concursantes anónimos que entran en la versión original del concurso. Lo mismo ha sucedido con Los chunguitos, que han estado durante su primer día escuchando las preocupaciones de sus compañeros. Hasta Olvido Hormigos ha sorprendido con un comportamiento conciliador. Deberemos esperar para confirmar si son esas las intenciones de la manchega o si por el contrario nos decepciona armando jaleo usando incidentes del pasado con alguno de sus compañeros.
No pensé antes de que se estrenara esta edición que diría esto; pero sí,
este GHVIP está resultando un autentico Gran Hermano, donde los concursantes viven sus primeras horas en plena armonía intercambiando conversaciones varias y mostrando una admirable empatía para con ellos mismos.
Me agrada que hayan decidido entrar sin prejuicios. Me gusta ver a Belén Esteban hablar con Aguasantas y me resulta de lo más emotivo que Victor se confiese con su compañera de Sálvame. Me emociona ver de nuevo a Ylenia aunque sea de sirvienta; una prueba que probablemente no habría superado en Gandia Shore, y me parto de risa cuando me conecto a mitele y veo a Los chunguitos bailando sevillanas en el jardín junto a Victor Sandoval.
Estas primeras horas son deliciosamente especiales porque dentro de pocos días nada será igual. Probablemente lo cambie todo el concursante que entrará el próximo jueves, como pasó en la decimoquinta edición del GH clásico con Lucía. El programa ha confirmado que el nuevo participante conoce muy bien a uno de los que ya está dentro y yo prefiero no hacer apuestas, pero intuyo que este nuevo jugador romperá la armonía que actualmente reina en Guadalix. Eso nos viene de maravilla, no vamos a ser hipócritas, pero todo a su tiempo. Es momento de disfrutar de la adaptación de trece concursantes que me han seducido por su madurez; y es que al menos a mi me han dado una lección: un personaje puede entrar en un reality para vivir la experiencia. Atrás ha quedado pues, el discurso basado en la nula autenticidad de una celebridad en un programa de telerrealidad. Los que estamos siguiendo las veinticuatro horas de GHVIP podemos dar fe de ello.
Sois muchos los que por
twitter me preguntáis por mis favoritos y es algo que a día de hoy no puedo responder. Es demasiado pronto para ir en contra de concursantes que no han hecho nada que se les pueda recriminar dentro de esa casa, ya que lo que hayan hecho fuera me
la trae al pairo. Como amante de
Gran Hermano que soy, juzgo por lo que ocurre dentro de la casa. Lo demás no me importa lo más mínimo; pero si puedo decir que pensaba que no me gustarían concursantes como
Belén,
Los Chunguitos y
Olvido, y para mi sorpresa, después de observarles durante su primer día, se encuentran entre
mis fundamentales.