Esta noche Lucía será humillada ante toda España

Hoy es día de fiesta para los amantes de Gran Hermano. Asistiremos a la ceremonia habitual de la expulsión de uno de los tres nominados y también seremos cómplices de una nueva ronda de nominaciones de la que saldrán los próximos aspirantes a abandonar la casa la próxima semana.

No tengo ninguna duda en la elección de la audiencia. Lucía será expulsada y será doblemente humillada. Primero por el apoteósico porcentaje de votos que abarcará la concursante, y segundo, por el ridículo que ha hecho ante toda España al acusar a Paula de haber pronunciado una frase errónea. A lo mejor mañana tengo que rectificar si no es ella la eliminada esta noche, pero lo dudo muchísimo. Lucía entró en Gran Hermano con todas las cartas a su favor: la empatía de una audiencia cansada de una relación poco creíble entre su ex y Paula, el papel de víctima asignado por derecho tras haber sufrido durante tres semanas viendo al amor de su vida magreándose con una rubia a priori, con pocas neuronas, y por último, Lucía contaba cuando entro con una gran dosis de información para utilizar en su propio beneficio; pero la todavía concursante, ha roto esa baraja de cartas que la vida le puso hace dos semanas en las manos y ha optado por dejarse llevar por los instintos más primarios del ser humano: el rechazo, la pasión y un incompresible odio por el objetivo equivocado. Es por todo esto, que Lucía va a pagar un precio bastante caro esta noche. Primero tendrá que dar explicaciones por habernos vendido una moto al entrar en la casa para luego hacer todo lo contrario. También deberá justificar esos actos que tanto criticó en Paula y que ella misma ha terminado practicando, y lo más duro, deberá enfrentarse a la realidad de lo que ha pasado en la casa para deshacerse de su visión primaria y tóxica.

Siempre he defendido a esos concursantes de Gran Hermano que se entregan por completo, resultando imprescindibles en este juego. Todos ellos se merecen mi respeto, ya que gracias a su implicación puedo escribir tantas líneas. Lucía lo ha dado todo, aunque todo haya sido malo. Gracias a su comportamiento, hemos disfrutado de dos roles apasionantes en este reality: el de la mujer enamorada que lucha hasta el final por recuperar al amor de su vida, y el de la villana que a nadie deja indiferente y que termina saliendo con un gran puñado de votos. Quizás Lucía supere esta noche a Nagore Robles (GH11), que ostenta el récord de votos de expulsión traduciéndose en un increíble 95 por ciento. No sería extraño que Lucía le arrebatase la banda a la vasca si tenemos en cuenta que el domingo contaba con un 75 por ciento de los votos y que la audiencia aun no había visto los resúmenes diarios de esta semana. En el de ayer, se pudo ver la inquina y el rencor que Lucía siente por Paula. Es algo que suele pasar en estas situaciones, aunque no por eso está justificado que Lucía centre su ira en Paula y no en Omar, que al fin y al cabo es el hombre con el que ha compartido 6 años de su vida. La protagonista del post, acompañada de Alfredo y de Omar, hizo lo peor que se puede hacer dentro de Gran Hermano: espiar a un compañero que está desahogándose dentro del confesionario, esa sala sagrada donde un concursante se desnuda por completo para hablar en cierta forma con la audiencia, privando al resto de participantes de dicha información confidencial que no deja de ser el poder de todo concursante para escalar posiciones dentro de este juego.

No contentos con pegar la oreja en la puerta del confesionario, los tres concursantes que ya llevaban varios días contaminados en contra de Paula, escucharon lo que quisieron escuchar y lo que más les convenía: Paula ha dicho que Omar es un perro, repetían los tres contagiándose entre ellos una efusividad que más tarde se transformaría en un cabreo monumental liderado por Lucía y promovido por Alfredo, ese concursante que presume de ser predicador evangelista. La única verdad es la que pudimos ver todos los que ayer nos asomamos al resumen emitido en divinity, ya que el canal 24 horas jamás conecta con el confesionario. Ni Lucía, ni Omar ni Alfredo pudieron comprobar sí lo que habían escuchado era o no correcto, por lo que había que decidirse por dos opciones: olvidar una situación tan lamentable o engordar el bulo de lo que creían haber escuchado.

Como era de esperar, el trío calavera optó por la segunda opción, arrinconando a Paula ya fuera del confesionario: La próxima vez que llames perro a Omar te meto la lengua en el culo, le decía Lucía a Paula mientras esta intentaba asimilar la que se le venía encima. Lo que no sabe Lucía ni ninguno de sus compañeros, es que Paula no dijo eso de lo que la acusaron en ningún momento, su frase textual fue me siento como un perro, pero Lucía prefirió creer que Paula la estaba engañando y que ella había escuchado perfectamente. Afortunadamente, Paula salió airosa de la situación, quedando una vez más por encima de sus rivales. Horas después, pasó lo que explique en el post de ayer: Alfredo, Lucía y Omar sacaron de nuevo el tema e insistieron en la existencia de la frase que Paula jamás pronunció dentro de ese confesionario, viéndose la catalana obligada a defenderse por segunda vez y en presencia de todos su compañeros de un hecho que no había sucedido, y que de haberse producido, tampoco podría tacharse de un error desde punto y hora que Lucía y Omar entran en el confesionario a diario para poner verde a Paula. La diferencia es que esta ultima no se molesta en espiar a la pareja y opta por seguir con su vida dentro de la casa mientras lucha por su condición de concursante como el resto de sus compañeros.

Lucía tendrá que ver esta noche su injusta acusación y también deberá contemplar sus malas maneras después de presumir de una educación que ha brillado por su ausencia durante su paso por la casa. Muchos son los que opinan en las redes sociales que Mercedes debería mostrarles el vídeo del confesionario de Paula al resto de concursantes para demostrar que nunca se pronunció esa frase inventada por los tres villanos, pero yo estoy en completo desacuerdo con esta opción. Si esto pasara, los concursantes serían condicionados y eso no es positivo para el programa. La esencia de este concurso es la imposibilidad que tienen los participantes de conocer lo que hacen o dicen sus compañeros, pues esto únicamente le pertenece al público, que puede disfrutar de la convivencia de los concursantes desde todos los primas de visión posibles.

También tendremos que estar atentos a la reacción de Fran tras conocer el nombre del expulsado. No me cabe duda de que el apoderado cambiará de estrategia tras saber que la audiencia está en cierta forma, de parte de Paula. Pueden ser unas nominaciones de lo más intensas si tenemos en cuenta la animadversión que el apoderado siente por la catalana y la relación tan estrecha que su compañero de concurso Luis mantiene con la misma. ¿Se atreverá Fran a nominar a Paula?

Pase lo que pase, hoy se presenta una gala de lo más heavy. Estoy convencido de que Mercedes Milá hará una gran entrevista y que Lucía será obligada a dar explicaciones; si las cosas siguen como el domingo, hay más de un 75 por ciento de votantes que así lo quiere.