Carlos lo tiene muy complicado para superar la nominación. Estar permanentemente en el foco de atención no beneficia cuando la audiencia decide si debes continuar o no en la casa. Cabe recordar que en
Gran Hermano se vota para expulsar, a diferencia de en otros formatos que el voto es en positivo. Llamar la atención cuando tu permanencia en el concurso pende de un hilo es lo peor que te puede pasar, y eso es lo que le está sucediendo al presentador.
La historia sería bien distinta si Belén estuviera también en las manos del público. La actitud de esta última es de lo más deplorable que he visto en mucho tiempo. Ayer se atrevió a decir que debía salir Carlos porque no jugaba de manera elegante. Es de traca que ella se atreva a decir algo así, cuando lleva desde la semana pasada insultando a su compañero sin ningún tipo de compasión. Belén es una maestra de la manipulación y empiezo a pensar que se cree sus propias mentiras.
Es justo decir que
Charlotte está tremendamente ciega al creerse a pies juntillas todo lo que dice su amiga.
La argentina sigue los pasos de Belén y lo hace sin ningún tipo de miramiento, como si tuviera una venda en los ojos que le impidiera ver lo que realmente ocurre a su alrededor con algo de claridad. Es evidente que cada uno es responsable de lo que dice y de lo que hace y que nadie obliga a nadie a cometer ciertos actos, pero también hay que reconocer que
Belén tiene una picardía que
Charlotte no. Está última vive en los brazos de la gallega porque ningún otro compañero ha tenido la inteligencia ni la curiosidad de conocer a la concursante reserva, hecho que le ha servido a
Belén para disponer de una marioneta las veinticuatro horas. Es justo decir que durante la madrugada del lunes,
Carlos Lozano consolaba a una
Charlotte afectada por un comentario de Fran. Fue un momento emotivo que descubrió la generosidad con la que Carlos afronta este concurso. Lo suyo no es el rencor, más bien lo contrario. Y es que a
Carlos le falta esa astucia tan necesaria cuando hay una mayoría que te está haciendo la cama por detrás. Minutos después de ese encuentro entre
Charlotte y
Carlos,
Belén le recalcaba a su amiga los conflictos que ambas habían mantenido con el presentador durante los últimos días, y lo hacía en forma de advertencia por lo que pudiera pasar tras ese acercamiento entre los dos.
Ayer pudimos ver los porcentajes ciegos de cara a la próxima expulsión con sorpasso incluido. Es este cambio precisamente el que me hace pensar que es
Carlos el que ha subido de forma desorbitada en la votación. Sería lo más coherente después de la gran discusión entre él y
Raquel Bollo. Pelea que me niego a comentar por el rechazo que la misma me produce.
Indefendible la actitud de la colaboradora e intolerante que haya personas que la defiendan. No tengo más que decir al respecto.
Si finalmente es Carlos el expulsado, los amantes de este programa perderán a un gran concursante. Evidentemente que el programa seguirá y con el las tramas, pero es incuestionable el tremendo vacío que dejará Lozano, ganador para muchos entre los que me incluyo. Si queremos evitarlo solo podemos votar y votar, y ya lo creo que podemos hacerlo. No sería la primera vez que un nominado logra salvarse por la perseverancia de sus seguidores.
Despido este post recordando un hecho que en estos momentos resulta interesante. Carmen López, concursante que abandonó el concurso tras salir nominada, no bebía alcohol en las fiestas. Lo digo porque ayer Julián Contreras intentó tomarnos el pelo una vez más dando a entender que la concejala era la destinataria de su sucia trampa.