El aquelarre contra Carlos Lozano resulta denigrante

No hay descanso para Carlos. Ninguno de sus compañeros, y utilizo este término sin estar seguro de ello, está dispuesto a dejar pasar la oportunidad de humillar al presentador de televisión. Ni el triste abandono de Alejandro sirvió para calmar los ánimos dentro de la casa. Los que seguimos este programa a través del canal veinticuatro horas somos conscientes de los continuos aquelarres que se producen en Guadalíx con Carlos como única víctima. Los insultos y descalificaciones son constantes y la empatía y la ética brillan por su ausencia. Uno se plantea las verdaderas intenciones de este grupo de concursantes, y es que he llegado a pensar que el propósito de Dani Santos es el de provocar una reacción desafortunada en Carlos Lozano para verle salir de la casa por la puerta de atrás. No nos engañemos, lo único que quieren es que Carlos no gane y están dispuestos a todo para conseguirlo. Se atreven a humillarle diciéndole que ojalá quede segundo, como si obtener una segunda posición en este programa fuera motivo de mofa y algo de lo que avergonzarse.

El machaque al que Carlos está sometido resulta aberrante y vergonzoso. Unos ataques deplorables que se han dado con muy poca frecuencia a lo largo de la historia de este bendito programa. Y es justo contar todo esto, narrar la realidad que se está viviendo en el tramo final del concurso. Una convivencia que no es más que una olla a toda presión por la que el espectador teme en todo momento.

La única explicación que se me ocurre ante tal panorama está basada en la envidia y el odio más incomprensible. También a la nula deportividad con la que juegan el resto de finalistas. No soportan que alguien haya sabido hacer una brillante lectura del concurso. No aguantan que Carlos haya brillado sin necesidad de vender sus miserias y sin haber recurrido a su vida privada. Ven en el presentador lo que ellos no han sido capaces de hacer, y no conformes con aceptar su condición de pésimos jugadores van e intentan tirar por tierra las virtudes de un compañero que tiene el mismo derecho a ganar que ellos. Porque no podemos olvidarnos de que Lozano es de esos concursantes de los que ya no quedan. Él ha sido el que ha levantado el chiringuito semana a semana. Y me da igual que haga uso de esa supuesta escaleta, si así fuera, bendita escaleta que ha salvado momentos de aburrimiento extremo en beneficio de todos los que seguimos este programa.

Y sí, es muy probable que Laura Matamoros le quite a Carlos el merecido triunfo. Porque ella sí ha contado con el apoyo de un programa diario durante estos tres meses de concurso. Algo que no quiere ver Diego Matamoros, que amenaza con abandonar el plató de Gran Hermano, Límite 48 horas si no defienden a su hermana. Debería el hermano de esta concursante tener un poco más de respeto por los colaboradores que comentan el juego con la maxima honestidad y libertad de opinión. Que menos que Carlos reciba apoyo una vez a la semana, pues sus rivales lo reciben diariamente y durante cuatro horas.

No sé quien ganará pero sí se quien es el mejor, y ese no es otro que Carlos Lozano, al que llevan machacando desde hace meses y al que muchos seguidores de este programa llevan salvando semanas con mucho esfuerzo. Porque el presentador lleva lidiando con contrariedades desde hace mucho, y esto empieza a resultar agotador.