Creo que Luis será el expulsado por la audiencia

Hoy termina una semana que ha resultado ser de las más deliciosas de esta edición de Gran Hermano. Me río de todos aquellos que afirmaban que este concurso de convertiría en un auténtico pelmazo si Lucía resultaba expulsada por la audiencia. Eso no ha pasado, ni pasará tampoco después de conocer la identidad del nominado más votado por la audiencia de esta semana. En Gran Hermano nadie es imprescindible, y eso es algo que se viene demostrando desde hace unos cuantos años, aunque aun haya algunos atrevidos en vislumbrar lo contrario. La expulsión de la noche será decisiva, pues de ella depende la futura situación con la que deberán lidiar los concursantes durante los próximos días. Voy a saltarme a Jonathan porque para mi desgracia, no será él el eliminado, a no ser que desde el domingo que se anunciaron los porcentajes en el debate se venga produciendo un milagro. Una autentica pena que no vaya a ser así, porque la pseudocarpeta que el primo mantiene con Yolanda es verdaderamente lamentable. Si del tibio de Jonathan y de la pesada de Yolanda dependiese el asunto, nos tiraríamos con ellos hasta GH18 para ver un edredoning o para asistir a un compromiso medianamente creíble y decente. Pero así es la audiencia. Nos tendremos que seguir tragando esta carpeta que está más quemada que el palo de un churrero.

La expulsión pasa entonces a ser cosa de dos, y me temo que los tantos por ciento del domingo no están hoy tan distanciados, aunque me puedo equivocar. Si es Loli la eliminada, los mayores perjudicados serán Omar, Vitin y Alejandra, que llevan toda la semana deseando la expulsión del torero. Creo que los tres están convencidos de que Luis abandonara la casa con toda seguridad, pues la actitud de los tres concursantes destaca por una euforia que no habían desprendido hasta el momento en que el súper decidió sancionar a Luis con la misma tarjeta amarilla que también tiene Omar, poniendo al torero al mismo nivel que al de Carabanchel, aunque este último ya tenga antecedentes dentro de la casa. No nos olvidemos de sus expresiones le voy a crujir el cuello, la voy a hacer llorar, me ha comido toda la polla, puta borracha, y no sigo. Es comprensible que al contar Luis con la misma sanción que Omar, sus enemigos piensen que la acusación que el torero ha hecho sobre el compañero de Vitín se haya visto peor que mal en el exterior y en consecuencia, vaya a ser castigado esta noche por la audiencia votante, que hoy decidirá si finalmente la tarjeta amarilla de Luis se convierte en roja. A Luis tampoco le ayuda ser compañero de Fran, concursante que despierta tantas antipatías entre esa audiencia votante que concentrarán en Luis el odio que sienten por el apoderado al no estar éste nominado. Un gran error, pues en esta edición de Gran Hermano solo gana un concursante, aunque se juegue en compañía. Sí a eso le sumamos que Fran se ha enfrentado a Omar y este último le ha dicho lo que toda la audiencia piensa de él, se confirma la teoría de que Luis lo tiene negro no, lo siguiente. Por todo lo leído en redes sociales y el vuelco que ha pegado la mejor encuesta por numero de votantes y numero de aciertos en esta edición, creo que será el mejor y único amigo de Paula el expulsado esta noche. Mi opinión personal es que esta eliminación no deja de ser un fallo garrafal. En primer lugar porque Loli no va a darnos más juego que el que ya conocemos, basado en la manipulación continua a los habitantes a través de unas cartas del tarot, sin olvidarnos que Paula se va a desinflar y pasará a un asegurado segundo plano.

Está claro que Luis cohíbe en algunas ocasiones a la catalana, pero también es cierto que a estas alturas de concurso le va a resultar casi imposible a Paula reintegrarse en esa casa si Luis es expulsado. Primero porque todos creerán que la audiencia le ha dado la razón a Omar, y segundo porque el mal rollo que Alejandra y Paula mantienen a día de hoy va a imposibilitar que esta última sea aceptada por el grupo. Evidentemente mantendrán las formas, pero la historia no duraría mucho más para ella, que se refugiaría en Fran heredando así su impopularidad. Fue gracioso observar la bronca que antes de ayer por la noche Fran mantuvo con Alejandra. Este recriminaba a la manchega los comentarios despectivos hacia Luis. Tiene delito que sea Fran el que quiera ejercer ahora de juez cuando ha sido el primero en hablar de unos y de otros tergiversando las conversaciones mantenidas a su antojo. Pero también es de risa observar la inmadurez de Alejandra al recriminarle a Paula que opinase en mitad de la bronca que la manchega estaba manteniendo con Luis. Es chistoso porque justamente, media hora antes, discutía Alejandra con Fran y esta no le recriminó a Omar que se metiese en mitad de la pelea para una vez más soltar incoherencias por esa boca que habría que lavar con lejía. La tirria que Alejandra siente por Paula es incomprensible, sobre todo porque ella misma reconoce una y otra vez cuando llora tras una discusión que el motivo de sus lagrimas es la rabia. Mal va una chica tan joven con tanta negatividad en el cuerpo. Sinceramente yo prefiero a las que lloran y mueren de amor. Y es que a Paula se la podrá acusar de todo, pero nadie que vea este concurso minuto a minuto puede poner a Paula al mismo nivel que Alejandra. La primera comenta que no le cae bien. La segunda directamente le hace traje tras traje a la catalana con sus nuevos mejores amigos: Omar y Vitín, los mismos que la llevan nominando desde que comenzara esta edición y también los mismos que han hablado mal de ella y de su prima a las espaldas. Pero claro, ahora los tres tienen dos enemigos en común: Paula y Luis, y esa razón parece tener el peso suficiente para perdonar las palabras que los de carabanchel pronunciaron en el pasado; pero perdonarle a Paula o mostrar la mínima empatía para justificar el comentario que le hizo la catalana a la manchega sobre su pelo, eso si que no. Eso es muy grave. Es gravísimo. Tan grave y a la vez tan absurdo como la campaña que Omar lleva varios días haciendo en voz alta dirigiéndose a las cámaras. Y es que esta ha sido la semana propagandística de Omar y Alejandra dentro de Gran Hermano: España, tenéis que dejar aquí a la gente original. No queremos a gente con caretas de acero, refiriéndose a Luis. Si Paula gana este concurso pido el finiquito corriendo, porque me daría vergüenza. Menudo ejemplo daría España. Esto último solo lo dijo Omar y no Alejandra, aunque la última piense lo mismo.

Omar está convencido de que los espectadores darían mejor ejemplo si premiaran a una mujer que amenaza a otra con frases como si vuelves a llamar perro a Omar te meto la lengua en el culo o quizás si le premiasen a él que es un claro ejemplo de sabiduría popular por todo lo malo que ha pasado en la vida. Porque señores, haberlas pasado putas en el pasado te da derecho a que todo te toque la polla y también a llamar borracha y puta a tu ex delante de toda España. Y como no, también a reírte de un compañero si te parece que tiene pluma y a decir sin reparo alguno que vas a desnucar a todos tus compañeros. Ya lo sabéis, todos aquellos que hayáis tenido un pasado difícil, contáis con la licencia.

Esta noche saldremos de dudas, y lo haremos acompañados por unos zombies que pegarán más de un susto a los habitantes de la casa. Es muy probable que Lucía aplauda desde el plató y también que repita 273645 veces olé tú si Luis es expulsado como me temo. Habra que tomárselo con humor. Esto es Gran Hermano. Unas veces se gana y otras veces se pierde.