Carmen lleva el 'estás nominada' tatuado en la frente

Lo bueno de esta edición de Gran Hermano Vip es que podremos disfrutar unos días antes de las primeras nominaciones. Normalmente, suelen celebrarse a los pocos días de haber comenzado el concurso, pero en esta ocasión el primer expulsado estará en la casa catorce días exactos, tiempo suficiente para que la audiencia votante tenga claro quien merece salir en primera posición. En estos momentos, ya hay concursantes con más papeletas para ese puesto, pues los primeros problemas han ido surgiendo a lo largo del último fin de semana. Me refiero a Carmen, la díscola concejala. Ella es una de las que está en el punto de mira del resto de participantes, algo que se ha ganado a pulso, pues a veces pienso que es completamente consciente de las consecuencias de sus actos.

Decía Kiko Hernández en el debate de anoche que lo que pretende Carmen es salir nominada para salir de la casa la primera, yo creo que lo único que persigue es llamar la atención a toda costa, aunque para ello tenga que protagonizar situaciones completamente desafortunadas, y es que el sábado durante la primera bronca entre Rappel y la concejala, Carmen acusó al vidente y también a Carlos Lozano de reírse de ella durante la prueba semanal, algo completamente falso que sirvió para subrayar las discrepancias entre la de Ciudadanos y el resto de la casa. Después de la tensión, Rappel se desahogaba con sus compañeros asegurándose que todos compartían la misma idea sobre lo ocurrido.

Hay que recalcar que la parte positiva de que Carmen quiera permanecer siempre bajo el foco de atención, es que mientras ella se ridiculiza también conocemos el carácter del resto, algo que en cierta parte debemos agradecerle a esta concursante. Y es que si a ella le gusta estar siempre en primera línea de juego, a Rappel le vuelven loco los dimes y diretes, hecho que puede volverse en su contra de cara al futuro de este concurso.

No obstante, creo que expulsar a Carmen la primera sería un tremendo error, de momento es muy necesaria. Su permanencia en el juego resulta tan indispensable como la de Carlos; ambos son dos perfectos componentes que desestabilizan todo lo que tocan. Si gracias a ella, los que estuvimos siguiendo el canal veinticuatro horas conocíamos parte de la personalidad de Rappel, Carlos hizo lo propio durante la fiesta del viernes por la noche con Fran, y es que las bromas de mal gusto que el presentador le gastó al infiltrado político sacaron de paseo una reacción de este último que deja bastante que desear. Fran hizo un comentario que por lo que sabemos le va a traer problemas; Mónica Hoyos, ex de Carlos Lozano, tomará medidas legales contra el pequeño Nicolás, o al menos ese es lo que le dijo a Luis Rollan, defensor de Raquel Bollo.

Otra de las tramas principales de este pasado fin de semana fue la que protagonizan Laura y Javier. Parece ser que ella ha encontrado en este concurso una buena forma de hacer terapia. La concursante protagonizó un confesionario que sin duda desencadenará todo tipo de reacciones en el exterior.

A los que amamos este formato se nos hace complicado valorar una situación de la que nos falta tanta información, pues esta historia no ha comenzado en el programa. Personalmente en mi caso, intento valorar únicamente a los concursantes por su paso por la casa, intentando obviar los hechos pasados, algo que, tratándose de este asunto, resulta realmente complicado. Lo cierto es que Laura lo tiene mucho más difícil que Javier, posiblemente porque ella albergue una experiencia mucho más traumática que su hermanastro. Desconozco el desenlace de esta historia, pero me temo que la audiencia deberá decantarse por una de las dos versiones, aunque de momento él haya decidido no dar la suya. No obstante, solo es cuestión de esperar, pues Javi hablará cuando surja un enfrentamiento entre ambos. Por cierto, que estuvo algo desafortunado el hijo de Makoke anoche cuando en el confesionario, no quiso elegir a ninguna chica para que pasara al equipo de esclavos argumentando que era un 'trabajo muy duro para ellas', muy mal.

De momento tengo a Liz en cuarentena. Veo cosas en ella que me gustan y otras que no. De las primeras, como lo observa todo y como está aguantando para posicionarse definitivamente. De las segundas, algunas actuaciones que exagera para sentirse protagonista, entre ellas su relación con Sema. Ver bailar a ambos en la fiesta del viernes daba un poco de vergüenza ajena, y es que están encantados de conocerse a sí mismos.