Aless Gibaja, cada vez menos 'smile'

Aída ya ha empezado a quitar caretas. No ha defraudado en su primera noche, y lo mejor está por venir, estoy convencido. Su entrada era necesaria. Los concursantes estaban reclamando un revulsivo a gritos, y los que seguimos este concurso minuto a minuto más todavía. Y es que me quedo pasmado ante la pasividad de concursantes tan jóvenes como Marco y como Sergio, que se acuestan a las dos de la madrugada un jueves de gala. Exactamente lo mismo ocurre con Ivonne, que lleva escondida desde el primer día. Es como si se negara a concursar o algo parecido, algo totalmente incongruente dentro de un programa como Gran Hermano. Ivonne no se está dejando conocer, está más empeñada en mantener esa fingida y permanente sonrisa en su rostro que en entregarse a la causa.

Anoche intentaba parecer afectada ante el privilegio que sus compañeros le otorgaban. Ivonne debía nominar a un compañero directamente y una vez más ni quiso ni supo jugar; decidió poner a Alejandro en la picota y así evitar elegir a otro compañero y tener que mojarse. Y es que estaba claro que Alejandro saldría nominado por los puntos del resto de concursantes, no era necesario que Ivonne utilizara la nominación directa para colocar al compositor en zona de peligro, pero es evidente que la venezolana se niega a jugar.

Tutto fue el expulsado de la noche. Al ver los porcentajes ciegos pudimos sacar en claro que esta semana ha habido al menos dos sorpassos. Uno durante la noche del domingo y otro a lo largo de la semana, por lo que se puede deducir que Tutto empezó perdiendo justo cuando abrieron los teléfonos en la gala de la semana pasada. Que Alonso le adelantó durante el debate del pasado domingo y que el canario volvió a colocarse en primera posición con el transcurrir de los días. Hubiera preferido la salida de Emma, pero entre Tutto y Alonso creo que ha ocurrido lo mejor para el concurso. Me da lástima de Alejandro, que se queda un poco más solo siendo el único pancho que sobrevive aún dentro del juego. Anoche demostró de nuevo lo enorme que es al hablar con Aída sin ningún prejuicio. Su reacción al verla fue muy distinta a la que tuvo el resto de sus compañeros. Alejandro no juzga, acepta sin miramientos, y eso le convierte en un firme candidato para ganar esta edición. Mentiría si no admitiera que me atrae la idea de una unión entre estos dos, habrá que observar cómo evoluciona la relación entre ambos.

El que no se llevó una sorpresa agradable al ver a Aída fue Aless Gibaja. Estuvo nervioso y fue el primero en criticarla duramente en cuanto ella no estaba delante. Empieza a ser costumbre que el abanderado del buen rollo critique a la gente sin dar opción a que los afectados puedan defenderse. Debería Daniela Blume andarse con ojo, pues la compañía de Gibaja no le viene nada bien. A él se le cambió la cara cuando escuchó cómo el público del plató lo abucheaba por no salir nominado. Pocos minutos después amenazó con abandonar la casa esa misma noche y dijo que Aída era un personaje en tono despectivo, secundado por Irma Soriano que afirmaba sentir mucha pereza ante la presencia de la nueva concursante de pleno derecho. Una lástima que ninguno de ellos tenga la valentía suficiente para actuar con un mínimo de coherencia. En lugar de ello, prefieren sonreirle a uno en la cara para apuñalarlo por detrás.

Los nominados de esta semana son Alejandro, gracias a la nominación directa de Ivonne, Irma Soriano, Alyson y Alonso. De los cuatro quiero que salga Irma. Empiezo a estar harto de su relación con Emma, tan aburrida como ellas. No se le puede pedir peras al olmo. Destacar la nominación de Alyson, que por fin se atrevió a puntuar con el corazón y eso le hizo ganar muchísimos puntos.