A Clara se le escapa el control

Tremendo el programa de anoche. La falsa expulsión puso en evidencia a Bea, y aunque muchos compararon su reacción a la de Bárbara hace seis días, es justo aclarar que nada que ver. Sobre todo porque Bárbara no sabía que en la sala de expulsión se estaba enfrentando a una enemiga. Ella creía que Candelas era su amiga, por lo que el contexto cambia radicalmente. Para Bea era un duelo; una batalla buscada por ella misma desde los primeros días de convivencia. Se ha hartado de repetir que no quería seguir en la casa si Adara continuaba en el concurso.

El nombre de la expulsada suponía para naranjita el resultado de una batalla que ella lleva planteando semanas, por eso no hubiera estado de más algo más de deportividad y de respeto por el rival. Si hubiera actuado con algo de sensatez, se podría haber ahorrado la humillación pública que sufrió al escuchar segundos después su nombre. Fue en el preciso momento en el que Jorge Javier comunicaba que ella también estaba ''expulsada'' cuando la cara de Bea adquirió el rostro que la audiencia estaba esperando ver; la misma audiencia que el jueves pasado aplaudía eufóricamente cuando ella, voluntariamente, decidió autonominarse y suicidarse virtualmente.

Desconozco el destino de ambas nominadas, aunque supongo que saldrá Bea. Ella y sus compañeros han vuelto a cometer el mismo error de hace una semana: dan por hecho su salvación y la eliminación de Adara. Todavía no se dan cuenta del tremendo disparate que supone menospreciar los deseos de la audiencia votante.

Tampoco son inteligentes cuando acusan a Adara de hacerse la víctima y cuando la comparan con las tres ganadoras anteriores. Más que nada, porque están riéndose de los que año tras año siguen este concurso. Hay que aclarar, para los que no hayan tenido ocasión de disfrutar de las pasadas ediciones, que Adara no tiene nada que ver con Susana, Paula, y con Sofía. De hecho, ninguna de ellas se parecen entre sí ni sus trayectorias en el concurso guardan similitud alguna. Los que las meten en el mismo saco demuestran no tener ni la menor idea de lo que significa este concurso y deberían no ser tan atrevidos. Choca pues, que acusen a Adara de ir mártir cuando son ellos los que entran llorando en un confesionario para pedir la expulsión de una compañera. Encima lo hacen en grupo, demostrando la más absoluta cobardía. Es gracioso que uno de los que más hincapié hace en esta idea del victimismo sea Miguel, cuando es él probablemente el que utilice la pena para meterse a la audiencia en el bolsillo. De hecho, se podría pensar que es esa su estrategia pues ya nos vendió su drama personal en su vídeo de presentación, algo que no hizo Adara. Miguel cuenta por fascículos su realidad personal, suponiendo que esa realidad existe fuera del concurso, porque también cabe la posibilidad de que todo sea una historia inventada por él para intentar ganar este concurso. Lo cierto es que es muy cantoso cuando no se tienen argumentos de peso, y lo de Miguel no tienen nombre. De hecho ha llegado a insinuar que Adara tiene problemas con que él tenga una determinada condición sexual, dando a entender que la azafata es homófoba. Es algo que sabemos los que seguimos este concurso a través de las veinticuatro horas; Miguel no tiene escrúpulos y lo peor de todo es que Pol se encuentra más agusto entre los brazos del supuesto modelo que al lado de Adara. Es una lástima que ella no muestre algo más de orgullo y caiga a la primera de cambio. De hecho, si Adara pierde el maletín, será por este motivo. Porque la verdad es que ella gana muchos puntos cuando se aleja de él, probablemente porque la verdadera carpeta de este año radique en una amistad y no en una relación de amor como en otras ocasiones. En esa amistad entre Bárbara y Adara; en esa relación que tantas ampollas está levantando dentro de la casa y que tantos admiradores tiene aquí fuera.

También supimos anoche que una de las dos, Adara o Bea, tiene la caja que contiene la vida extra. Desconozco cual de ellas es, aunque no voy a negar que el hecho de que Bea acumule en este momento cinco cajas y Adara cuente solamente con la de Bárbara, me hace pensar que es naranjita la afortunada. Si es ella la expulsada y tiene la fortuna de volver al juego, espero que lo haga con otra actitud; seguramente estas cuarenta y ocho horas apartada del grupo mayoritario, con tiempo suficiente para limar asperezas con Adara contribuye a que vuelva a la casa con un rol diferente. Estaría bien que se atreviera a ir a por Fernando. En el fondo, no se llevan bien; quizás la eliminación es lo que necesite para espabilar y darle un giro al juego.

Será en el próximo post cuando hable de las nuevas aspirantes a permanecer en el juego. Solamente hacer un apunte; Clara no ha aceptado de buen agrado a sus nuevas compañeras. Sus ganas de dominar absolutamente todas las situaciones y tenerlo todo bajo control le impiden disfrutar al máximo de esta experiencia. Ese afán por controlarlo todo es algo que comparte con Fernando. Ambos están obsesionados con el poder y temen salir nominados. Sí, Clara también, aunque diga lo contrario. Si no, no se entiende este miedo excesivo a que dos nuevas concursantes atenten contra lo ya establecido.