70,9%

Siempre moriré de amor con Gran Hermano fue la frase que pronunciaba Paula González tras conocer el veredicto de la audiencia.

Fue esa expresión la que me emocionó enormemente; Paula reafirmó lo que sus seguidores hemos venido observado desde hace tres meses. Es una de los nuestros, una apasionada de este formato. Ha sabido complementar a la perfección la impulsividad con la templanza. Mucho más madura de lo que la mayoría apunta, y es que con veinte años recién cumplidos, Paula ha sabido torear lo que muchos de nosotros no habríamos hecho en nuestra vida diaria. Paula ha sido elegida por el 70,9% de la audiencia.

Me río yo ahora de todos aquellos que se han vanagloriado desde hace días afirmando que esta concursante seguía en el concurso gracias a un margen mínimo de la audiencia de este programa. También me descojono de los que afirmaban que la victoria se encontraba cuanto menos disputada. Curioso que uno de los que ha afirmado durante los últimos días esta errónea información haya sido Iván Madrazo, que pasa a ser el cuarto concursante con mayor porcentaje positivo en una final, ocupando ahora Paula su puesto, concursante tan criticada por él, siempre con baratos discursos sin ningún fundamento. Va a resultar que nos equivocamos con Iván y que sus compañeros tenían razón. El ganador de Gran Hermano diez lleva demostrando unos cuantos meses que es algo intransigente y por qué no, demasiado insoportable. ¿En que estaría pensando yo hace cinco años cuando defendía al ex modelo a capa y espada? Fue un lapsus. Tuvimos un lapsus, querido lectores.

A todos los que apuntaron en las redes sociales que el programa manipuló la final a favor de Paula por haber introducido a Omar y a Lucía en la casa para compartir vídeos con la vencedora, solo hay que mostrarles el porcentaje con el que Paula ganó GH15. Es evidente que cuando empezó el programa final, made in hawaii contaba ya con una ventaja considerable con respecto a Alejandra y Yolanda. De no haber sido así, estoy convencido de que el programa habría mostrado los porcentajes ciegos como lo han hecho en anteriores ediciones donde la elección del ganador se encontraba ajustada; como en GH14, donde la dirección de GH publicó los porcentajes en la página oficial del concurso para dar la oportunidad a la audiencia de decantarse ante Igor y Susana, finalistas que llegaron a la gala final con casi un empate técnico. Está claro que en esta ocasión no ha sido así, encontrándose Paula muy por encima de sus compañeras de final.

Muy mal perder tuvo la madre de Yolanda, que para ensalzar a su hija y a su sobrina menospreció a ese 70,9% que votó a Paula para convertirla en ganadora, afirmando que las primas eran las mejores por haber sido muy naturales. Como si Paula no lo hubiera sido, y en cualquier caso, ya está bien de poner en tela de juicio las decisiones de la audiencia. Que estamos ya en Gran Hermano quince y el público valora lo que quiere y lo hace como quiere. Es bastante tedioso soportar año tras año los juicios verbales de algunas personas que se creen con la posesión de la verdad absoluta; anda ya, ¡reventados!.

Y es que reventados están unos cuantos. Fran llevo la voz cantante proclamándose líder de damnificados de esta edición. El concursante afirmó sentirse decepcionado con el programa por la imagen que se había dado de él. Por favor, que somos muchos los profesionales y seguidores que hemos seguido este concurso las veinticuatro horas del día. No nos toques las palmas, Fran, que si el programa hubiese querido, habrías quedado mucho peor.

El domingo tenemos una cita en el último debate. Muero de amor por ver las caras de cada uno de los reventados que no ha sabido aceptar la victoria de la protagonista absoluta de esta edición.