Entrevista exclusiva a Coto Matamoros

Polémico, controvertido, ocurrente, inteligente, alocado... Triunfó en la televisión hasta convertirse en uno de los colaboradores más conocidos del país. Pasó por varios programas hasta desaparecer de la televisión por completo. Muy activo en Twitter, y en ocasiones se deja ver por YouTube o por televisión. Hablaba del mundo del corazón, pero ahora prefiere el fútbol, la sociedad o la política. He tenido la oportunidad de entrevistar a Coto Matamoros, y esto nos ha contado.

1. Llegaste a la televisión en 1999 de la mano de Xavier Sardà en el mítico Crónicas Marcianas. Este programa batió todos los récords y revolucionó no solo el mundo de la prensa del corazón sino el mundo de la televisión en general. Cambió la forma de hacer los programas. ¿Qué tenía Crónicas Marcianas para ser tan especial y generar un público tan fiel? ¿Por qué provocó tanta revolución en el mundo de la televisión?

La época optimista y las circunstancias económicas en las que fue concebido el programa hicieron que se pudiera realizar un programa con una factura excelente. Eran los tiempos de oro de la televisión, no había otra alternativa al entretenimiento en casa y la propuesta de Sardà era un divertimento perfectamente diseñado sin otra pretensión que alcanzar una audiencia espectacular.

2. Decíamos antes que Crónicas Marcianas supuso un antes y un después, pero hasta hoy día la televisión ha seguido cambiando. ¿En qué punto se encuentra y qué futuro ves en ella? ¿Crees que ha dejado de ser un medio tan masivo como antes debido a la llegada de, por ejemplo, Internet?

La televisión, como todo lo que se mira el ombligo, está cambiando a peor. La total ausencia de sentido crítico, la ausencia de talento impuesta por el gusto chabacano de unos directivos de boina calada y su nula vocación por la calidad, hacen lo que los ojos de la inteligencia entienden como un medio de comunicación cero. Si a eso se le suma que el medio ha reducido drásticamente sus inversiones, lógicamente, sus productos lo han acusado de manera ostensible. Este abaratamiento que incluye desde los recursos técnicos a los humanos, en los que depositan la responsabilidad de la comunicación, se refleja en una deficiencia de calidad escandalosa que acabará por eliminar hasta su función anestésica: función higiénica que todavía cumple para el público más analfabeto. En nuestro país la televisión es una metáfora sobre la sinrazón del rumbo que hemos tomado. La irrupción de internet, por supuesto, ha contribuido a la disminución de la audiencia y, por tanto, a la caída de unos ingresos que hacían posible las inversiones que ahora mismo se antojarían disparatadas.

3. Actualmente, estás alejado de la televisión y con una vida mucho más tranquila. Aún así, he visto que escribes algún que otro artículo en PrNoticias. ¿Por qué el seudónimo a la hora de firmar los post y qué te ofrece este medio que no te ofrezcan otros?

Mi pasado de "telebasurero" siempre me acompañará. Ese estigma no es que pretenda borrarlo ni tan siquiera que me avergüence, pero a veces no está de más maquillarse un poco y que la crítica política y social no se pueda relacionar con la vida de La Pantoja o con la libertad del consumo de estupefacientes. En PrNoticias lo que me ofrecen es el lujo de la libertad de escribir cómo y sobre lo que entienda necesario.

4. Se dice que estás vetado en Telecinco, ¿es cierto? Y si es así, ¿qué crees que ha llevado a la cadena a hacer eso?

Lo estoy pero es algo que agradezco, pues de otra forma caería en la tentación que supone un dinero fácil que posteriormente te cobra unos intereses elevadísimos. Sin duda, los motivos obedecen a la presión de sus colaboradores y presentadores que no quedaron en muy buen lugar la última vez que cometí el error de visitarlos.

5. Has dicho en muchas ocasiones que no te planteas ni por asomo volver a la televisión, pero ¿es un "no" rotundo? Estás también muy interesado en el Real Madrid y el fútbol, ¿no irías por ejemplo a un formato como El Chiringuito de Jugones de Pedrerol si te lo llegasen a ofrecer?

Mi interés por el fútbol forma parte de mi irracionalidad. Mis sentimientos, por ser madridista, ofenden a la otra mitad del país, por lo que no encuentro beneficio en airearlos en exceso. En cualquier forma, no creo en el periodismo de bufanda por lo que me estaría traicionando. He tenido ofertas y las he rechazado. Aunque quizá, y sin quizá, ha sido por principios (económicos, por supuesto).

6. Ahora unas preguntas cortas, simplemente de definir:

Mujeres, Hombres y Viceversa– La sociedad inmunizada contra el buen gusto

Al rojo vivo – Aparato de propaganda podemita

Jordi Évole – El periodismo disociado de la integridad.

Eduardo Inda – El mensajero de Floper.

Jorge Javier Vázquez- La reencarnación de Manolita Chen.

Kiko Matamoros- Paso palabra

Pablo Motos- El espectáculo infantil despersonalizado.

María Teresa Campos- El vago propósito de comunicar.

7. A pesar de estar alejado del mundo de la televisión, sé que por ejemplo mantienes muy buena relación con el periodista Pipi Estrada o con Pepe Herrero, ganador de GH7 ¿Mantienes contacto con algún personaje más?

Es lógica que después de tantos años en el medio surgen amistades con aquellos espíritus que son similares al tuyo. Por supuesto que tengo un ramillete de buenas amistades.

8. No sé si estás muy atento a la parrilla televisiva de España, pero ¿cuál consideras que es el programa con mayor calidad, o, con mayor interés, que hay ahora mismo? ¿Y, el peor?

La mayor calidad, sin duda, se encuentra en la producción técnica que Movistar hace en sus retransmisiones futbolísticas. Lo peor se encuentra en el espíritu embrutecedor con el que Mediaset produce toneladas de basura diarias poniendo el acento en la indiferencia con la que contribuye a la desintegración de los valores humanos.

9. Por último, y sabiendo que también te gusta hablar de política, ¿qué te parece el cambio de actitud que ha habido en los líderes políticos en cuanto a su aparición en los medios? ¿Te parece acertada o tal vez exagerada?

Me parece una auténtico disparate poner el entretenimiento al servicio de los intereses políticos, y, un desastre para la ya de por sí enferma democracia que, al final, los ciudadanos de movilidad reducida (física y mental) acaben decidiendo su voto por un político que despierta su simpatía por el hecho insustancial de bailar el charlestón o cocinar un besugo a la espalda.