(contiene SPOILERS del sexto capítulo de la serie)
El capítulo 6 de El Príncipe tenía este martes en mi casa una doble misión: estar a la altura del ´Circular 50´ de la semana anterior, y evitar que me quedase dormido después de un día largo, intenso y agotador... He de decir que la serie fracasó en las dos misiones, a pesar de que tampoco creo que sea el peor capítulo de los que hemos visto hasta ahora. Para mí, el capítulo 3 sigue ostentando ese dudoso honor.
"Akrab" es una palabra de origen árabe que significa "Escorpión", y aquí hace referencia al encabezado de unos textos yihadistas encontrados en el lugar de la explosión. Unos textos que toman protagonismo al final del capítulo y en una dirección que despierta suspicacias. Pero vamos poco a poco.
Tal y como cabía suponer después del desenlace de la semana anterior, en esta ocasión tocaba resetear, hacer borrón y cuenta nueva, arrancar otras vías de investigación y abrir tramas nuevas, o reabrir algunas secundarias que dejaron en stand by... Eso compone un batiburrillo difuso bastante falto de ritmo, y sin la fuerza ni el enganche de los capítulos precedentes.
Faruq vuelve a tomar protagonismo
El hijo mayor de los Ben Barek tiene problemas personales porque Leila no se queda embarazada, y las pruebas de fertilidad dan positivo para ella. Él se niega a hacérselas. Además, descubre el romance que existe entre su hermana Fátima y el inspector jefe Morey. Por si no fuera suficiente, su padre le pide que investigue por su cuenta el paradero de Abdu.
Para ello, visita en la cárcel a su supuesto jefe, El Lagartijo ¿?, que le pone en contacto con uno de los cabecillas de la yihad en el barrio, un tal Abbàs León. Para ganarse su confianza, Faruq le entrega una suma del dinero que consigue con el tráfico de drogas. Una vía que sirve para abrir un poco el apetito, pero que por lo pronto no me consigue entusiasmar en este capítulo.
En el último post dije que el futuro del agente Belinchón (hilo del que tirar para descubrir cómo llegó una pistola de la comisaría hasta las manos de un terrorista), era incierto. Estaba claro. Ha muerto sin desvelar sus secretos, aunque tengo ganas de que retomen esa historia, y confío en que no la dejen en el olvido.
El Lagartijo, Ismail El Cojo, Abbàs León, y Romero El Curandero. Aunque parezcan los protagonistas de un chiste malo, son simplemente malos.
Otra trama que avanza es la protagonizada por Ismail El Cojo, al que la semana pasada habíamos dejado escapando del lugar de la explosión con un tiro en la pierna. Pues bien, ya sabemos más sobre él: que se curó gracias a la ayuda de Romero El Curandero, un confidente de Fran; también que era alumno de Pilar (una de las amigas descocadas de Fátima) en el Centro Cívico, lugar en el que además se refugió después de ser tiroteado; y que en el fondo es un simple y fanático peón dentro del ajedrez terrorista.
Pero después de un duro interrogatorio, El Cojo desvela cierta información a los policías que pone a Fátima en el punto de mira: Ismail asegura que el Centro Cívico es el cuartel general de AKRAB, y la implica a ella en el movimiento yihadista que permanece oculto en las sombras.
Una escena aparentemente insulsa en la que Nayat Ben Barek le pide a su hermana que le haga unas fotocopias, nos conduce al cliffhanger de la semana cuando Morey comprueba que las marcas de imprenta en los textos de AKRAB y en las fotocopias de Fátima son idénticas.
Hablando de la pareja, en este capítulo han avanzado un paso más en su romance (conectando modo-siesta). Ya se muestran mucho menos discretos, ella ha retirado las palabras en las que le dijo que no volverían a estar juntos, y parece que la relación se vuelve más estable... Momento perfecto para poner a Fátima bajo sospecha, pero ¿resultaría creíble?
No me cabe duda de que habrá implicaciones dentro del Centro Cívico, donde conocemos de refilón a Omar y Pilar, compañeros de Fátima, y a mi querido amigo Wally (el personaje de Driss). Recordando que no veo el mini resumen del próximo capítulo que emiten al final, hago mi apuesta: Omar es un yihadista encubierto, y Driss sigue el camino de Tarek Bassir (en Tánger), Karim (en El Príncipe) y otros inmolados anteriores. Veremos...
Otra trama secundaria que se rescata: la protagonizada por Alfi, Rut y Raquel... Resultado: decepcionante. Motivos: principalmente Elia Galera y su personaje Raquel; también la muy flojilla interpretación del actor que hace de Alfi (cuyo nombre no he conseguido descubrir aún); detalles que no me cuadran como que Rut se vaya de casa dejando el ordenador portátil encendido, medio abierto y con el volumen al máximo ¿?; y por último, la decepción que supone haber ansiado el encuentro entre la jovencita y el asesino de su hermano para acabar convirtiéndolo en "esto".
Nos han estado calentando varios capítulos con la posibilidad de que Rut y Alfi llegaran a conocerse tras contactar por las redes sociales, y al final tiene que aparecer la madre coraje (¡qué coraje de madre!) con su sobreactuado todo poniéndose a pegar tiros... ¡¡ Pues NO !! No lo compro. De hecho, ni regalado lo quiero. A menos queee... A menos que esto suponga el encarcelamiento de Raquel y el despido de Elia, en cuyo caso SÍ podría aceptarlo. <<Lo siento, mujer, no te lo tomes a mal>>
Momento para concluir con el anecdotario semanal, ya que este capítulo tampoco ha dado para mucho más. Que El Príncipe es una serie futurista es algo que ya descubríamos en el post del capítulo 4. Esta semana lo hemos podido confirmar viendo que en la ficha de El Cojo le otorgan 31 años cumplidos el próximo 25 de marzo de 2014.
Una duda absurda, producto de mi desconocimiento: ¿es posible que sobre las dos de la tarde, y en pleno mes de junio, en Ceuta refresque tanto como para empezar "a tener frío"? Eso dice Fátima. En el futuro (o en el pasado, no lo sé bien), tal vez sea mejor recurso para los guionistas buscar otra excusa para irse de la playa, algo como "tengo que volver al trabajo", o "tengo cita con el podólogo"...
Y por último, una pequeña reprimenda para el departamento de atrezzo de la serie. Primero por la flauta de Alfi: no soy un experto, a pesar de lo que diga mi dentista, pero la lógica apunta a que los porros que deberían estar más consumidos son los colocados junto a la boquilla, y no los del final.
Segundo por un fallo de coordinación: seguro que alguien lanzó maldiciones en la sala de montaje, rogando para que ningún espectador se diese cuenta de ello. Pero ¡¡mecachis!! La familia Crespo no deja pasar una...
Cuando Faruq descubre a su hermana besándose con el inspector jefe Morey, él mira a través de una cortina de tiras, pero la pareja se medio oculta tras una cortina sencilla (sonrisa y guiño cómplice, que nadie es perfecto).
A puntito estamos de llegar al ecuador de la temporada, con una audiencia que con ´El Escorpión´ vuelve a crecer hasta lograr su máximo histórico, tanto en espectadores (5,5 millones) como en share (28,6%). Motivo de más para que intenten evitar estos capítulos multi-trama que más parecen un puente que una autovía.
La próxima semana debería tocar uno de los emocionantes, de los que consigan mantenerme despierto a pesar de que haya sido un martes largo y agotador, y que pueda verlo en directo en vez de dormirme y recurrir por la mañana al visionado online. Confío en ello.
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