Experiencia en La Resistencia. Parte 1.

Como muchos me lo habéis pedido, pues aquí lo tenéis. Un pequeño post en el que os detallo absolutamente TODO lo que pasó el 21 de Junio en el Teatro Príncipe en la que seguramente fue una de las mejores experiencias de mi vida.

Lo he tenido que dividir en dos partes por el enorme detallismo que he tratado de dar a la narración. Siento de antemano las muchas faltas ortográficas que puedo haber cometido...

Dentro post!!

Cómo muchos sabéis, hace tres semanas solicité entradas para acudir el 21 de Junio a La Resistencia. El proceso es muy sencillo pero hay que estar rápido para lograrlo. Analicé semanas antes el día en el que salían las entradas semanalmente (los Miércoles) y el rango de horas en el que solían agotarse (11:00h - 13:00h). Así que el Miércoles 8 de Junio realicé la solicitud alrededor de las 11:00h, me la aceptaron, y a partir de entonces entré en una especie de "proceso de selección" que duró escasas horas y en el que me seleccionaron! Al momento me pasaron los códigos QR que servirían de entrada y algunos detalles de acceso al Teatro no definitivos.

Unos tres días antes de la grabación recibí un correo de El Terrat en el que me detallaban todos los pasos a seguir para acudir a La Resistencia, ahora sí, oficiales: el horario de citación (16:30h - 16:50h, mucho antes de lo habitual), de grabación (a partir de las 18:30h) y de finalización (20:45h - 21:00h).

Llegó el día y tras un largo paseo matutino por el centro de Madrid, a las 16:15h, tanto mi hermano como yo, estábamos en los alrededores del teatro, indecisos, sopesando si nos rentaba unirnos a la cola tan pronto, o esperar algo más.

En realidad nuestra intención siempre fue quedarnos lo más atrás posible, disfrutar del programa sin ser apenas detectados. Por lo que esperamos hasta las 16:35h para unirnos a la cola. Conté la cantidad de personas que teníamos por delante y salían alrededor de 90. Teniendo en cuenta que entran 250 en el teatro, me parecía una buena posición. Al poco pasó una mujer del staff del programa y nos pidió el código QR y el DNI a cada uno de los que formábamos parte de la cola.

A partir de las 17:00h comenzamos a entrar en grupos. Delante de nosotros entraron dos diferentes, ambos a la zona derecha del patio de butacas. Cuando nos tocó a nosotros entrar nos destinaron a la zona izquierda, por lo que nos enteramos que iban rellenando las butacas por zonas del teatro de abajo a arriba, y no por filas, como siempre habíamos pensado. Tanto a mí como a mi hermano nos destinaron directamente detrás de la piscina de bolas: carne de cañón. A partir de entonces ya me hice a la idea de que íbamos a aparecer en el programa sin remedio.

Mi impresión del teatro, en cuanto le vi por primera vez fue de que parecía más pequeño de lo que se ve en la tele, y más bajo. Me sorprendió que en los laterales hay un espacio muy grande ocupado por tarimas dedicado a la colocación de las cámaras, lo que dejaba poco espacio para las butacas en los laterales. Y las butacas, para los que somos altos, nos quedaban algo pequeñas.

Pronto, casi sin esperas, apareció sobre el escenario (aún cubierto por una enorme cortina roja) la mujer del staff que nos había pedido los códigos QR, que resultó ser bastante simpática, y se marcó un monólogo de como nos debíamos comportar durante el programa, el uso que debíamos dar a los móviles (sólo para fotos sin flash), como debíamos hablar al micrófono si nos lo pasaban, la posición de las cámaras, etc. Al final del todo nos anunció porque nos habían citado antes de lo normal (lo normal es que citen a las 17:30h), y es porque iba a haber doble entrevista. Notición. Todos ovacionamos como locos.

En cuanto terminó, otra vez sin descanso, apareció desde detrás del telón, rápidamente, Sergio Bezos, el encargado del preshow del programa.

Aparentemente muy tímido, preguntándonos que qué tal, que si había calor fuera... Una vez terminó con las preguntas de cortesía se comenzó a dirigir al público y, tal y como me esperaba, se fijó directamente en mí por llevar la camiseta del Pucela. Y por supuesto, al ser gemelos, mi hermano no pasó desapercibido. Me preguntó directamente qué que me parecía lo del cambio del escudo del Pucela, que si estaba contento con el escudo, con Ronaldo... Mi respuesta fue negativa y me mandó buscar el anterior escudo en el móvil para hacer una comparativa a la vez que él se encargaba de buscar a diseñadores gráficos en el público, o psicológos, que dieran su opinión.

Mostré el nuevo escudo a la cámara, pero al estar en la zona izquierda del patio de butacas muchos apenas me veían desde su sitio, por lo que Bezos me pidió el móvil para enseñarlo desde el escenario: mi móvil!.

Se lo entregué y comenzó a hablar con una psicóloga que le analizó como simplista pero bonito. Al poco Bezos se cansó de soportar el móvil y el micrófono así que me mandó subir al escenario a soportárselo. Yo subí encantado.

Allí entre bromas me entendí bastante con Bezos, los realizadores hasta nos pusieron un corazón y él besó el escudo en mi camiseta. También hizo bromas sobre Valladolid, lo enormemente arraigada que es la ciudad a la derecha... Sobre el estadio, lo frío que era, como todos los vallisoletanos, etc.

Me despidió y siguió hablando con el público, con un filósofo, una jefa y su empleada, un extécnico de A3, un grupo de jóvenes que parecían recién salidos de la cárcel, etc.

Media hora después le avisaron que el programa estaba casi listo y yo empecé a detectar movimientos tras el telón, en la mesa donde se suelen colocar Grison y Castella. Así que comenzó a pedir el aplausos para los que habíamos ido saliendo en el preshow, el que más tuviera se sentaría en la piscina de bolas. A mí me dejó para el último, y sorprendentemente recibí una enorme ovación, aún me pregunto por qué... Tal vez por mi sencillez (no dejo de ser un muchacho de barrio comparado con la elegancia que había por allí), por eso de tener un hermano gemelo, o porque detectaron que no quería salir y me quisieron hacer sufrir, yo que sé.

Así que me dirigí a la piscina, no sin antes pedir al staff si me dejaban ir al baño un momento (los nervios, que son muy traicioneros...). A regañadientes me lo aceptaron y disfruté de un pequeño oasis en medio del desierto, ajeno a lo que estaba por venir.

Cuando regresé el público ya coreaba mi nombre. Me introduje ágil en la piscina, gracias a las indicaciones del staff, Bezos me preguntó por el carácter juerguista de Óscar Plano (jugador del Valladolid y nacido en Móstoles), le seguí la broma e inmediatamente dio paso al programa.

Se apagaron las luces, sonó la melodía del programa, se empezó a abrir el telón, y quedamos iluminados por los focos del escenario. La gente se levantó eufórica a aplaudir e insultar a Broncano. Vamos, lo de siempre. Al poco sentí a Bezos sentarse a mi izquierda y darme, con una sonrisa, una botella de agua. Majísimo él. La botella, eso si, se calentó rápidamente.

Broncano se entretuvo con una muchacha por los insultos que le había soltado ("desvirga gallinas"), la misma a la que más adelante Prince Royce dedicaría una canción. Yo sabía que pronto se dirigiría a mí, ya no había marcha atrás. Por suerte señaló que hoy había muchas cosas que hacer y que iba con prisa, pero eso no evitó que se dirigiera a mí como es lógico. De mi intervención ya sabéis lo que salió... Anda por Twitter.

Nota: El "Raúl, Raúl" no fue cuestión de nervios, es que temía que no se me escuchará por el micrófono.

Luego Broncano comenzó a hablar con Grison y Castella y fue cuando me di cuenta del inconveniente que tenía la piscina de bolas. Apenas les veía, sobre todo a Grison.

Estuvieron charlando un rato con una muchacha portuguesa del público lo que consiguió relajarme. Cuando terminaron se hizo un pequeñísimo corte para la televisión (los 30 segs de los primeros anuncios) en el que Guillo, el regidor, situado de pie a mi izquierda, nos indicó cuando aplaudir. Ahí me di cuenta de la enorme importancia que tenía el tío en el desarrollo del programa.

A la vuelta Broncano presentó a Resines y yo me desaté a aplausos y a vítores. Un mito a escasos metros. Un sueño. También me uní a una espontánea ovación al grito de "Antonio, Antonio". No me habría importado que me viera. Pero él sólo se dirigió al público para hacer gestos de agradecimiento. Un señor. Eso si, venía cabreado... Pero es que Resines cabreado es el mejor Resines.

Durante su intervención me fijé en algunos detalles, como en Grison y dónde ocultaba la melena que más tarde entregaría a Antonio (desde el principio colocada bajo la mesa, antes incluso de que se abriera el telón). También en como Guillo le llamó en más de una ocasión para hacerle entrega de un palo con final en garfio que finalmente no utilizó.

Cuando finalizó la sección, Castella se disculpó con el público y avisó que se iba a hacer un microcorte de 1 min o así antes de la entrevista en el que Bezos aprovecho para utilizar la mesa de mezclas de Castella y componer una canción al filósofo (que quedó segundo tras mí para entrar en la piscina de bolas).

Al poco regresaron todos y Grison recogió la peluca que había dejado en el sofá antes de arrancar de nuevo el programa. Broncano bromeó con él sobre ella antes de regresar a la grabación. Tocaron la ráfaga, el público aplaudió y David presentó al bachatero. Y yo, en plan, ni idea de quien es este, hulio.

(continuará...)