Con una solemne puesta en escena, Rona se presentaba en la final nacional con este tema, cuanto menos, difícil de definir. En primer lugar, y enfocando la atención en la melodía, hay que admitir que se trata de un tema instrumentalmente de gran calidad, digno de una gran obra, con un 'crescendo' final impresionante, y un puente maravilloso. La orquesta, además, otorga al tema una elegancia indudable. Sin embargo, es la intérprete lo que me falla. Su voz, exageradamente gritada a lo largo de prácticamente toda la canción, roza lo desagradable en algunos puntos, y la reiteración del estribillo llega a resultar repetitiva.
La calidad de la voz de Rona es indudable. De hecho, es fácil gustar con una gran voz, y en eso se han basado muchas candidaturas (especialmente aquellas de las llamadas eurodivas) a lo largo de la historia de Eurovisión, voces potentes, que en ocasiones llegan a rozar el grito. Y ejemplo de ello es Anabel Conde, nuestra representante de 1995, que sorprendió a muchos con su gran segundo puesto. Sin embargo (y siempre según mi gusto y criterio) Rona no sabe exprimir sus aptitudes y resulta demasiado 'gritona'.
Aún con todo ello, a este tema hay que reconocerle un gran mérito y es su apuesta por algo diferente, algo alejado del pop o baladas en inglés a las que tan acostumbrados nos tienen muchos países (especialmente los nórdicos y algunos del este). No deja de poder considerarse una balada, pero sin duda esta canción poco tiene que ver con la presentada por Lituania el año pasado, o por Irlanda en 2010.
Con todo ello, considero que, al borde de valoraciones y gustos personales, este tema -de gran fuerza- puede ser la base para una candidatura muy sólida. Cabe mencionar que, debido a su duración, ha de ser recortado -lo que puede suponer una mejora o un verdadero estropicio-, pero, de superar sin problemas este pequeño handicap, y apostar por una puesta en escena elegante y poco barroca, puede ser una actuación muy digna de ver. Eso sí, resulta una verdadera lástima la restricción de seis personas sobre el escenario, porque disfrutar de una orquesta acompañando el tema sería un verdadero lujo -en realidad, disfrutar de una orquesta acompañando cualquier actuación es un lujo-, y ganaría mucho.
Actuación de Rona Nishliu en la final nacional albanesa.
Y vosotros, ¿qué opináis de este tema presentado por Albania?¿Tiene opciones de ganar?
Podéis leer más sobre éste y otros temas en 'El Eurovisor Spain'.
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