Recuerdo que cuando vi en VH1 el propo de RuPaul Drag Race hace ya años simplemente no le di importancia, creí que ese tipo de show no era para mí, y que equivocado estaba. Ya que Netflix llegó a mi vida hace algunos años y descubrí, gracias a unos amigos, que tenían arriba de la temporada 1 a la extraordinaria y jamás igualada sexta, me dispuse a verlas en orden contrario; comencé con la edición de Bianca Del Rio, Adore Delano y Courtney Act y fue algo maravilloso, el arte, la producción, el tipo de pruebas y como en realidad era una carrera, una competencia por descubrir quién era la Mejor Drag Queen...
De la sexta continúe hacia la quinta, hasta llegar a la primera, y me di cuenta que cada temporada contaba con algo diferente, ya fuera en la mecánica o en la forma de contar la historia, convertir pequeños detalles en todo un espectáculo y demostrar que el arte del travestismo es toda una dedicación, un talento que debes tener. RuPaul Drag Race me sirvió para involucrar a miembros de mi familia y amigos heterosexuales a éste mundo, uno del que yo ya conocía poco, mismos que quedaron encantados y conseguí volverlos fans. También no dudo que Drag Race haya servido en la aceptación completa del tema transexual que en los recientes años ha ocupado a gobiernos, medios de comunicación y redes sociales, ayudado en casos como el de la transformación de Bruce Jenner y Brendan Jordan, así como reforzar los documentales de NatGeo que nos hablaban de este tema, pero lo hacían desde la butaca y no detrás de bambalinas como lo consiguió RuPaul.
En los aproximadamente 45 minutos que duraba cada capítulo la producción podía darnos brillos, lentejuelas, al Pit Crew con la excusa de una prueba, catfights y mucha tela que cortar, pero también lograban hablar de temas importantes que azotan a muchos chicos y chicas gay y trans, y que pocos shows los habían mostrado tal cual; temas como el rechazo de la familia hacia sus hijos, el perdón de los padres, la dura historia de algunos adolescentes ante su difícil decisión de ser DragQueens y hasta tocar la enfermedad del VIH. En esos momentos Drag Race les quitaba el maquillaje y nos los mostraba tal cual eran, dándonos toda la información a la audiencia de que el hecho de que un chico se vista de mujer no lo hace ni mejor ni peor persona.
La temporada 7 llegó con impresionantes vestuarios, extraños personajes y momentazos que consiguieron entretenernos, pero no dejarnos sorprendidos, algo que sí consiguieron las pasadas entregas. Eso sí, la 7 fue la que logró un impacto más fuerte en las redes sociales y la primera a la que mundialmente Webs de Entretenimiento le dedicaron una cobertura con múltiples notas. Con esta edición se consiguió que mucho de su público "saliera del closet" y aceptara que ve el show, lo comentara en reuniones y llenara sus redes sociales con imágenes y post hacia cada capítulo. La espera de una octava crecía conforme se acercaba el día de estreno con especulaciones en Twitter y Blogs de Televisión, RuPaul tenía la tarea de corregir los errores de la última edición y atraparnos con un gran show.
Pero al dar inicio RuPaul Drag Race 8 mis sentimientos encontrados se volvieron a perder ¿Era en serio? ¿No hay nada nuevo que ofrecer? ¿Ese era todo el casting? Con decirles que hasta las menos talentosa de la primera y segunda temporada se veían mas profesionales que muchas concursantes que presentaban en la octava. América y Europa, y con más fuerza Estados Unidos está lleno de chicas drags, con vestuarios, talento y espectáculos sorprendentes, lo vemos diario en sus cuentas de Instagram y Twitter. La mecánica también comenzaba a ser igual, siendo una "Foto de Estudio" la primera prueba, como en las últimas temporadas ¿En serio girl?. Le di oportunidad y los capítulos continuaron ayudando a tomar mi decisión de dejar de ver ésta entrega, era lo mismo, ni siquiera había un cambio o dinámica en la escenografía, diseño y forma de editar cada bloque; me di cuenta que el talento que tanto pedía RuPaul a sus niñas era el mismo del que carecía ella, entonces era imposible entregar una buena temporada del certamen favorito de muchos.
RuPaul Drag Race ya fue, o por lo menos la octava entrega, ya veremos el otro año si retoma las riendas y ofrece algo distinto. Me queda como consolación las 6 temporadas pasadas que están en Netflix, para verlas una y otra vez, ya que son muy entretenidas. RuPaul the time has come... for you to lipsync for your life!!!
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ETN
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