Narcos: Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos.

¿Por qué Narcos es la única serie sobre el narcotráfico que sí está bien hecha? No porque la esté realizando Netflix, eso ya no es excusa después de ver la mal lograda Club de Cuervos, el sello Netflix ya no garantiza que algo sea de calidad, lo garantiza el primer capítulo de la misma y el cómo avanza la historia.

Y el primero de Narcos nos atrapó desde el transcurrir de los minutos, a diferencia de otras historias que abordan éste tema y se quiere poner de súper héroes al Gobierno y Policías y de crueles sin corazón a los Drug Dealer, en ésta serie nos dejan claro con la narrativa y (por poner un ejemplo) la escena de la redada en el bar/restaurante que ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos, eso gusta, muy al estilo Breaking Bad en donde también convirtieron en comunes y humanos a ambos bandos...

Narcos equilibra los sucesos históricos, con ayuda de la narrativa del personaje de Steve Murphy, el agente de la DEA, quien inicia siendo uno de los personajes favoritos para después durante los últimos capítulos como audiencia comenzar a dudar de él y sus acciones, pues lo vemos transformarse conforme adquiere poder y conforme su país EEUU intenta entrar más en las leyes, políticas y hogares (literal) de los colombianos, y nos hacen constantemente la pregunta: ¿Si nosotros estuviéramos en la misma situación que Steve nos sucedería lo mismo?. Además de la historia que contiene, y que tanta falta nos hace que no la estén recordando, la serie tiene una perfecta geografía, mostrándonos maravillosos paisajes naturales, fotografiando la realidad de aquel entonces y creando secuencias de imágenes que nos transportan a las situaciones que civiles espectadores están pasando con los enfrentamientos que tienen ambos bandos.

Otras novelas y series glamurizaron éste tema y no es que esté mal, sino que le resta valor e importancia a los hechos históricos, le quita belleza a Colombia y otros países de América Centro-Sur, y caricaturiza personajes y momentos, inclusive en ocasiones pareciendo una burla; en Narcos no se permiten que suceda eso, todo está perfectamente bien cuidado. Desde los actores que interpretan a personajes de cierto país y que hablan, se visten y comportan como si fueran de ahí y hubieran vivido en los 80's-90's ¡Eso se agradece! Al único que quizás mejoraría un poco es a Wagner Moura, quien da vida a Pablo Escobar, necesita mejorar su acento y dicción, es brasileño y quizás le cueste pronunciar ciertos términos colombianos pero no dudo que para la segunda temporada lo consiga. Por cierto, es entretenido que la caracterización de Moura no es al 100% como Escobar, da más credibilidad y reta al actor a hacer suyas todas las escenas, como tristemente sí sucedió con 'El Patrón del Mal' que volvieron una parodia y una mofa.

Narcos también está contada desde un punto en que todos la podamos entender y hacernos nuestros propios juicios independientes, dirigida al público no solo americano sino a todo el mundo, como ocurrió con Sense8, al tener una capirotada de actores, guionistas y directores, aportan e incluyen un lenguaje universal. Por lo mismo, a través del guión consiguen cuestionar a la audiencia, ¿Por qué Estados Unidos siempre está metiendo sus narices en las decisiones, políticas y economía de otros países? ¿Por qué los quiere controlar? O como cuando el Presidente Gaviria le dice a la Embajada: "El dinero que quieren invertir llenando las calles de Colombia con ejercito inviértanlo en las calles de Miami para detener a los consumidores de coca, claro que haya no lo harían pues sus habitantes se quejarían". Otros debates que abren, los cuales no son nuevos y que los colombianos y mexicanos los hemos vivido ya son: ¿No aceptarían dinero para construir escuelas, hospitales y centros deportivos si viene del narcotráfico? ¿Y la ropa de marca que traemos puesta no habrá pasado por fábricas de explotación o negocios ilícitos? ¿La cocaína y marihuana es adictiva pero otras drogas legales también y solo porque son legales nadie dice nada? ¿La guerra contra el narco en verdad funciona? Con estos cuestionamientos se llegan más allá de clichés noveleros, de leyendas urbanas o de moldes, los cuales ya están terminando y rompiéndose, Narcos te hace pensar y encaja perfecto en el refresh que muchas sociedades alrededor del mundo están viviendo actualmente con el tema de las drogas, las mafias, los gobiernos, etc.

Hay una escena en donde se puede ver más allá de los personajes, cuando la esposa de Escobar le confirma a Hermilda que Pablo sí explotó el avión pero "Que sus razones tuvo" a lo que se enlaza con el texto de uno de los sicarios que deja entrever que "Si la DEA sabía que ese avión podía tener una bomba ¿Por qué no alertar a todos los pasajeros?". También en el último capítulo donde Capo cuestiona a Murphy sobre la mujer que fue asesinada en el tiroteo gracias a la orden que él dio y que esa mujer dejó dos niños huérfanos. Así como Diana la periodista que fue asesinada por el mismo Coronel Carrillo, ya que ésta estaba encerrada en el clóset. Veamos si las éstas cuestiones ya las tenemos resueltas para cuando llegue la segunda entrega de la serie y cuáles serán las nuevas dudas que surjan.

Por cierto, "Tuyo" de Rodrigo Amarte ¡Que delicia!... la garganta que ansió mojar, que temo ahogar de amor. Todo lo anterior debatido en esta columna se basa en la ficción presentada en Narcos, serie de Netflix.

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ETN