'My Generation': cuando la calidad no se refleja en la audiencia

Lo tenía muy difícil y perdió una batalla que se presentaba dura antes de empezar. La noche de los jueves es el día de máxima competencia en Estados Unidos y 'My Generation', nueva apuesta de la ABC en el tramo de 8 a 9 de la noche, fue la gran derrotada en su franja horaria, empatando en demográficos con 'The Vampire Diaries' que sacó pecho ante 'Flash Forward' durante la pasada temporada y ha vuelto a repetir hazaña en los demográficos frente al nuevo estreno de la cadena propiedad de Disney. No obstante, imagino que la ABC será paciente y no lo la cancelará a la primera de cambio.

'My Generation' es una serie joven, dinámica y que encaja sin problemas en el estilo ABC. La idea de partida es buena: un grupo de jóvenes de instituto en el año 2000 participan en un documental en el que cuentan sus deseos y aspiraciones para dentro de una década. En 2010, los directores del documental vuelven para ver qué grado de similitud hay entre los sueños de hace diez años y la realidad que, obviamente, se torna completamente distinta a las expectativas del grupo de amigos. A través de flashbacks, referencias históricas y miradas de los actores a cámara se va desgranando el retrato de toda una generación, la que ha visto cómo se esperaba todo de ella y que no ha conseguido prácticamente nada de lo que se proponía. Un acertado retrato de los que rozan ahora la treintena.

Los personajes están trabajados, se reconocen con facilidad y crean una empatía instantánea con el espectador. Sus aspiraciones, sus problemas, son los que pueden tener cualquiera de nosotros. En este sentido la serie no pretende hacer un drama de miras altas sino acercar la historia a la vida real del espectador, para que sienta a este grupo de amigos como algo cercano y propio. A veces surgen dificultades para articular series corales (son 9 personajes) pero en 'My Generation' se presentan con fluidez narrativa y muy bien relacionados con los flashbacks del año 2000. Una contraposición que será el hilo conductor de la serie, si es que logra finalizar su temporada. La grabación del documental en 2010 es una buena baza para el guión, ya que ofrece muchas posibilidades e innumerables recursos dramáticos.

No todos los protagonistas tienen el mismo peso y se aprecia al instante quiénes liderarán las tramas principales:

Kenneth, el chico más puritano y familiar, es el personaje más complejo y el que más ternura despierta entre el grupo. Su incapacidad para tener hijos es buen revés al que tendrá que enfrentarse. Para más inri es maestro de primaria, por lo que su vinculación con los niños es tan fuerte como irrenunciable.

Brenda, una de las pocas que no vive en el San Antonio natal del grupo, se ha convertido en una agresiva política en el Congreso de Washington DC, una profesión muy alejada del perfil de científica empollona que tenía en el instituto. El amor de su adolescencia, Anders, se ha casado con Jackie, la reina de la belleza durante los años de secundaria. Los triángulos amorosos son un recurso inagotable cuando se saben llevar con inteligencia. Espero que sea así en este caso.

Pero aquí no termina el lío ya que Steven, con aspiraciones presidenciales en 2000, se ha convertido en un chico sin oficio ni beneficio y al que un día su excompañera de clase Caroline (la tímida) sorprende al comunicarle que tienen un hijo común fruto de un encuentro apasionado en la noche de la graduación. Jackie, la reina de la belleza y que se muestra infeliz en su matrimonio con Anders, se siente muy atraída por él y así se lo hace ver al atractivo Steven, que no sabe qué hacer con su vida ni con su nueva situación familiar.

Hay una pareja más, formada por Dawn, la más alternativa del grupo cuando eran jóvenes, y Rolly, el deportista y a la sazón popular. Diez años después Dawn está embarazada y Rolly, padre del hijo, está en Afganistán defendiendo el honor de EE.UU. como teniente. Sí, sé que es todo muy americano.

Y por último tenemos a Falcon, dj profesional, y el que más fiel se ha mantenido a sus ideas durante los diez últimos años, aunque por la poca e irrelevante presencia que ha tenido en el piloto no parece que vaya a tener mucho peso en los próximos capítulos.

'My generation' tiene tintes de comedia romántica, un estilo de drama con un corte más adulto, realización moderna y rapidez en la historia. Tienen unos personajes variados para cruzarlos entre sí y obtener una historia que enganche al espectador. No es una serie que pase a la historia, y que quizás está necesitada de un sentido del humor más atrevido y alejado de convencionalismos, pero estoy seguro de que la acogida hubiese sido muy diferente en otro día de la semana y con una competencia alejada de la apisonadora 'The Bing Bang Theory' que aunque ha bajado de audiencia en su nueva ubicación, ha vencido con claridad a una serie que no logrará audiencias millonarias pero que sí aporta un cierto toque diferente a lo que estamos acostumbrados en televisión. Una lástima que esté sentenciada antes de demostrar su calidad.