Escribo estas líneas segundos después de haber terminado con el primer capítulo de la quinta temporada de 'Dexter'. Ha sido una Season Premiere poderosa, cargada de emotividad de principio a fin y con momentos que desde ahora son históricos de esta gran serie. No me extraña que le haya dado a Showtime el mejor estreno en quince años y también el máximo dato histórico de la serie al registrar 2,3 millones de espectadores. La expectación era total ante el escalofriante final de la cuarta temporada con el asesinato de Rita que, envuelta en sangre, completa la maquiavélica lógica de Trinity, el mejor asesino hasta la fecha; con permiso de Dexter, claro.
El capítulo no ha podido ser más perfecto, ni más clarificador. Cada escena ha estado afinada y las tramas han saltado por los aires de manera abrupta, para que el espectador no sea capaz de pestañear ni un segundo. Una sobredosis de intensidad que coloca a nuestro asesino favorito de la televisión en una incógnita que se desarrollará durante los próximos capítulos. Y tan sólo acaba de empezar lo bueno. He leído spoilers sobre la quinta temporada –que me reservo para mí- y las historias que han diseñado son las que la serie necesita para superar el nivel de excelencia televisiva que viene actualmente la serie de Showtime. Claro que nada de esto sería posible sin la insuperable interpretación de Michael C. Hall.
En esta ocasión Dexter ha comenzado soberbio, pero actuando de forma inesperada. ¿Dónde estaba el Dexter de siempre, en qué pensaba para estar así de irreconocible? Harry no aparecía y Dexter se sentía más huérfano que nunca, desamparado y expuesto al peligro por completo. La muerte de Rita (Julie Benz) le ha mostrado con crudeza todo lo que sentía por ella, mucho más de lo que él pensaba. Dexter, nuestro Dexter, se había enamorado de verdad. ¿Es posible o se trata de un espejismo más? Ha tenido que hacerse cargo de la situación, hablar con los niños, cuidar de Harry jr., lidiar con los preparativos del entierro. Demasiado para una persona cuya necesidad básica es matar. Así qué ¿por qué no concederse a sí mismo el placer? Era eso o desparecer. Nada podía salvar a Dexter, pero el destino (estoy seguro que Dexter cree en él) le puso a un hombre de dudosa inocencia delante. Con rabia, repleto de ira, le asesta tantos golpes que se olvida por completo de su método, de su pulcra rutina. El espectador baja a doscientos por hora a una nueva capa subterránea de la psique de Dexter, volvemos a interesarnos por él. Y sí, queremos que siga matando, que continúe lo que Harry empezó.
En la parte de las emociones también ha habido material de primera. Los flashbacks con Rita, sobre su primera cita, han sido sublimes. La escena en la que se despiden, para siempre, nos deja claro qué siente Dexter. Es consciente de sus instintos sanguinarios, pero no quiere renunciar a tener una vida, el derecho a tener un rincón en el mundo tras el que cobijarse de tanta sangre archivada, de las noches en el barco, de la soledad del asesino. El personaje de Rita ha sido excelente y ha significado mucho más que un mero complemento de Dexter. Rita ha sido protagonista en momentos clave. Siempre ignorante, pero siempre inocente, tal y como relata Dexter en el panegírico dedicado al único amor de su vida. Ahora tiene enfrente a tres hijos, un verdadero problema para alguien que mata a tiempo completo. Seguro que la decisión de acabar con la vida de Rita no fue fácil para los guionistas, pero el paso que han dado les deja un camino de posibilidades infinitas para el protagonista. Se enfrenta de golpe a situaciones que ha estado rechazando desde que nació y ver cómo reacciona ante su nueva vida va a ser una delicia televisiva de primera magnitud.
Pocas series logran emocionar tanto, llegar tan dentro, explorar tanto la mente de alguien que, en definitiva, no es tan distinto de cualquiera de nosotros. ¿Nadie se ha sentido alguna vez diferente, excluido, rechazado? Muchos reaccionan escondiéndose del mundo sin permitirse el lujo de sentir, Dexter vive, se prepara para recibir en un instante infinidad de emociones. Nunca hubiera pensado que una serie que tiene a un asesino como protagonista podría ser tan humana, tan real. 'Dexter' es una de las series referentes del cable americano, la audiencia responde, pero no lo hace arrastrada por el automatismo, sino que aplaude una calidad que, cada vez que parece inmejorable, vuelve a escalar un peldaño más. Bienvenido de nuevo, Dexter.
Necesitas ser usuario registrado de FormulaTV.com para comentar en este blog. Conéctate o haz clic aquí para registrarte