Laura Lebrel despide la mejor temporada de sus Misterios

Después de tres temporadas y 32 capítulos, nos abandona por la puerta grande una de las mejores protagonistas de teleserie que se han creado en la ficción española. Laura Lebrel es una agente de policía carismática, a ratos estresada, casi siempre entrañable, sobretodo intuitiva pero también inteligente... y está muy bien interpretada, en sus virtudes y defectos, por una María Pujalte que dejó de ser una secundaria necesaria en el cine, y pasó a tomar el mando de esta pequeña familia que se dedica a resolver crímenes improbables con tanta humildad como el recorrido que ha tenido la serie en La1 desde su estreno.

La primera temporada constaba de tan solo 6 episodios, se estrenó en pleno verano de 2009, y pretendía ser poco más que eso, una serie estival para amenizar las noches calurosas. Pero fue muy bien recibida por la audiencia, consiguiendo datos que le aseguraron una segunda temporada.

Aunque ha pasado bastante tiempo, todavía recuerdo con una sonrisa la primera escena, la secuencia con la que iniciaron su andadura "Los Misterios De Laura": un primer plano de María Pujalte con el gesto serio y de fondo música de intriga. "¿Dónde está el fiambre?", pregunta ella, mientras discute con un hombre sobre la desaparición de ese fiambre. De pronto se abre el plano y vemos que están en una charcutería, y que el mencionado "fiambre" no es otra cosa que un chopped de toda la vida, por el que Laura pagó y que no estaba en la bolsa de la compra cuando llegó a casa...

Al menos a mí, tanto la actriz como el personaje me encandilaron desde el primer momento. Con su mezcla de inteligencia y ternura, un tanto fría casi siempre, cínica como pocas, cariñosa pero con carácter, impulsiva, espontánea, golosa, imprudente... y sobretodo audaz, su característica más atrayente y la que mejor funciona como motor de la serie.

Desde ese primer contacto con una inspectora de policía tan peculiar, lo que siguió fue una serie procedimental con el mejor aroma clásico (imposible no pensar en Agatha Christie, en Jessica Fletcher, en el teniente Colombo...), pero al mismo tiempo totalmente contemporánea, más cercana a la fabulosa "The Closer", con la que comparte no pocos elementos. Entre nuestra ficción, eso sí, podríamos considerarla incluso rompedora.

Primero, porque no es habitual que una mujer madura lleve el peso de una serie sobre sus hombros sin necesidad de compartirlo al 50% (aunque casi nunca es así de equilibrado) con un personaje masculino fuerte, duro, y/o forracarpetas.

Segundo, por las circunstancias que acompañan a Laura Lebrel y que conforman la esencia costumbrista (esto sí que es sello ibérico) de la serie: ella es policía, sí, pero no cabalga ese cliché tan manido y masculino del alcoholismo y la promiscuidad sexual. Lo que le preocupa fuera del trabajo es llegar a tiempo de darle un beso a sus gemelos, asegurarse de que los dos diablillos sobreviven a la jornada intactos, y llevar una vida rutinaria apenas sacudida con su fijación por los dulces y los objetos decorativos que hay en casa de las víctimas y sospechosos cuyos crímenes investiga. Su infalible capacidad de observación habitualmente se detiene para alabar unas cortinas sobrias y elegantes, un llamativo jarrón chino, un mueble restaurado, o casi perder los papeles por un aroma a tarta de chocolate...

REFERENTES QUE INSPIRAN CONFIANZA y PROGRAMADORES QUE INSPIRAN TODO LO CONTRARIO

De "La Dama del Misterio", Agatha Christie, la serie toma en referencia las intrigas rocambolescas, los crímenes casi perfectos, la multiplicidad de sospechosos con motivos y ocasión, y sobretodo la resolución casi didáctica de los casos más enrevesados. María Pujalte compone una Laura Lebrel que bebe de la naturalidad e impostura de esa Ángela Lansbury que pretendía ser una modesta escritora, pero a la que los crímenes perseguían allá donde fuese. Y de Peter Falk ha heredado un vestuario poco favorecedor, con gabardina incluida, una actitud de continuo (y fingido) despiste, y esa mirada de "no sé muy bien dónde estoy" que hace que los culpables no se sientan amenazados, se relajen y confíen en salir indemnes.

Y a pesar de tan buenas influencias; de una puesta en escena cuidada y atenta a los detalles; de un elenco de intérpretes con chispa que funcionan como un reloj; de unos guiones que considero difíciles de elaborar... a pesar de todo ello, Televisión Española le ha dado a "Los Misterios de Laura" un trato no del todo justo, en parte debido a los recortes y en parte a los continuos cambios en la "política de empresa". Tardaron más de año y medio en estrenar la segunda tanda, en este caso de 13 episodios. De nuevo marcó grandes datos, consiguiendo ser una de las series más vistas en su momento, y cerrando la temporada con un doble episodio que superó el 20% de share.

Después de ese gran cierre, tardaron dos años y medio (¿?¿?) en llegar los capítulos que hemos visto este invierno, rodados en 2012. Desde que aterrizó en enero, la serie de misterio se ha enfrentado a dos estrenos de Antena3 (la malograda "Bienvenidos al Lolita" y el fallido talent show "¡A Bailar!"), pero su máxima rival ha sido la imbatible "El Príncipe", el arrollador estreno de Tele5 esta temporada. Pese a ello, "Los Misterios De Laura" ha logrado mantenerse a buen nivel, sobretodo cuando venía precedida por los excelentes datos de la UEFA Champions League.

Incorporar al personaje de su madre, genialmente interpretada por Beatriz Carvajal, fue el punto de locura que marcó la segunda temporada, y que no fue otra cosa que un paso más allá en la comicidad de la serie, algo que se ha acrecentado en esta tercera entrega que ahora concluye. Brutalmente sincera y siempre crítica con su hija, la química entre las dos actrices ha conseguido arrancarme más de una carcajada. Además, desde su llegada, la protagonista tiene un nuevo frente abierto, puesto que ya no solamente debe enfrentarse a su trabajo, sus gemelos, su jefe y ex marido, su compañero ligón, su compañera envidiosa, y los asesinos y criminales más instruidos del país. Su mamá, abuela coraje, es quien le planta más batalla desde primera hora de la mañana.

SECUNDARIOS y COLABORACIONES ESTELARES

Otra de las características de "Los Misterios De Laura" ha sido el plantel de estrellas invitadas que han ido copando cada uno de los episodios, casi siempre en el papel de víctimas y/o sospechos@s. Quizá el más entrañable haya sido el de Miguel Rellán, no sólo por su historia de amor frustrado con mamá Carvajal, sino porque ha sido de los pocos que ha aparecido en más de una ocasión. En el recuerdo también tengo a Carlos Hipólito y su "coartada perfecta" (capítulo de la primera temporada), en uno de los mejores casos de la serie.

En esta última tanda han intervenido, entre muchos otros, Asunción Balaguer, Diego Martín y Juana Acosta (en una de las tramas de misterio más bien hiladas que recuerdo), Pere Ponce haciendo de un culpable que lograba encandilar y casi enamorar a la protagonista, Luisa Martín recreando de nuevo a su personaje de la agente Isabel Ortega (de "Gran Reserva"), en una especie de experimento que imitaba los habituales crossover de las series policíacas norteamericanas... y ya en la recta final tuvimos doble sesión de Alicia Borrachero en un solo episodio, y luego doble capítulo con presencia de Lydia Bosch, cerrando la que considero mejor temporada de las tres que se han emitido.

Mis razones para esta consideración son varias: empezando por los guiones, que no sólo han mantenido un nivel exquisito, sino que han ido creciendo a medida que pasaban las semanas. Una mayor presencia de Beatriz Carvajal, cómica a la antigua usanza, ha sido la guinda del pastel, inmiscuyéndose en la mayoría de los casos e incluso ayudando a resolverlos sin querer. Las tramas personales también han ido evolucionando.

Empezó el curso con una Laura desencantada que dejaba la policía para buscar mejores incentivos económicos y una vida menos llena de peligros. Le duró poco. La relación de Cuevas y Lydia, en continuo tira y afloja, pasó por momentos difíciles y no se sabe muy bien hasta dónde les llevará. El romance de Jacobo con la agente de Asuntos Internos nos descubrió una faceta nueva en Laura: los celos. Todo esto sin dejar nunca que las vidas personales solapen lo que de verdad importa en esta serie, que es desentrañar el misterio de los crímenes más rebuscados.

Como conclusión, diría que estamos ante una serie absolutamente recomendable para todo aquel a quien le gustan las propuestas de intriga y resolución de enigmas. Ahora es momento de saber si Televisión Española está dispuesta a ofrecernos nuevos misterios próximamente, o si quedarán estos maravillosos y completos 32 episodios como máximo legado de la inspectora Laura Lebrel.