'Alaska y Mario' nos trajeron, allá por el 2011, un tipo de telerealidad impropia en este país: Su programa no necesita de un conflicto como eje central o punto de partida para resultar tremendamente entretenido, funcionando, más que como un reality, como una serie de televisión. Y es que si no estuviésemos ante una de las parejas más famosas de España, 'Alaska y Mario' podría pasar por una ficción, porque todo su universo, o el que mostraron en cada episodio, parecía perfectamente medido para enganchar a la audiencia, como si hubiera habido un casting previo para seleccionar a sus amigos y conocidos.
Quizá Alaska y Mario Vaquerizo son los únicas figuras de este país que merecen tener un docu-reality de este tipo, porque ¿alguien se imagina como hubiera sido un formato similar con la vida de Marta Sánchez o Alejandro Sanz? Dijo Risto Mejide una vez que el fenómeno fan surge cuando una persona quiere parecerse a ti. Y todos, en ciertos aspectos, queremos ser como Alaska y Mario. Una filosofía de vida lejos de los convencionalismos más aburridos sin alejarse de la realidad social es lo que hizo cautivar a un pequeño pero fiel público, que a día de hoy sigue creciendo.
El fenómeno 'Alaska y Mario' ha seguido su curso con colaboraciones en programas de radio, o incluso en una derivación del reality que fue el Tea-Party, donde la pareja se sentaba a tomar el té mientras comentaban temas que les parecían interesantes con invitados estrella. Pero ya nada ha sido lo mismo. El personaje de Mario Vaquerizo funciona solo en un contexto desenfadado y natural, y chirría en un coloquio. Alaska está bien donde sea, ya que siempre ha demostrado naturalidad, coherencia, y saber hablar, pero en el reality vimos otra faceta nueva suya que la engrandecía como persona y como artista. Es por eso que debemos estar tremendamente agradecidos a la pareja, que nos abrieron, (literalmente, porque ahora sufren el incordio de fans que les tocan al timbre), las puertas de su casa, derribando el abismo que hay entre el famoso y su público.
El programa nació en el año 2011, en un momento de plena crisis económica. Y como dijo un día Alaska "el lujo en tiempos de crisis es lo que nos hace humanos". Existe un porcentaje de gente que quiere ver su mundo, la trastienda de la fama, con personajes snobs, pero también una gran naturalidad en cada paso que dan. ¿Es, la falta de un guión, lo que ha hecho que 'Alaska y Mario''sea el gran programa que es? Lo seguiremos descubriendo a partir de la 4ª temporada, de la que aún no conocemos el tema principal, aunque algunos lo pedimos a gritos: unas vacaciones de verano del matromonio y sus amigos por alguno de sus lugares fetiche del mundo. Antes, el 5 de julio, MTV tiene preparado un programa especial.
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