'La princesa del pueblo' gana mucho más que Zapatero

1,2 millones de euros. Esa es la cantidad que, según la revista ¡QMD! y como nos informan desde FórmulaTV, podría cobrar la ex garrapata, digo, la ex pareja de Jesulín. 100.000 euros al mes, para ser exactos. Una cifra que supera con creces aquella que también circuló hace años, cuando la chica de la nariz torcida (por aquel entonces la chica de la nariz 'tocomía' en honor al padre de la Campanario) recibía 24.000 euros mensuales de la generosa y estilizada mano de Ana Rosa Quintana. Su sueldo supera al de José Luis Rodríguez Zapatero, que se embolsa unos 6.000 euros al mes por ser el máximo representante del Gobierno español... Con un 1,2 millones de euros en su 'butxaca', ¿puede seguir teniendo la vergüenza de presentarse ante un país con 4 millones de parados como la 'princesa del pueblo'?

Jorge Javier Vázquez acaba de afirmar, con la solemnidad y drama que tanto le gusta, que Belén está sufriendo por la información 'falsa' sobre su sueldo. ¡Qué pena! Que los datos inciertos sobre el caché de los famosillos de la tele puede dañar mucho a su imagen y a su sueldo. Incluso ha explicado que la 'pobre' Belén (y vuelve la burra al trigo, siempre con esa imagen de pobre víctima acosada por la fama) ha tenido que enfrentarse a los comentarios de gente de la calle que se preguntan (como todos) cómo puede cobrar tanto por hacer tan poco. En serio, creo que voy a llorar de pena por la Esteban.

Personalmente no creo que lo de los 1,2 millones sea cierto. Pero tampoco creo que esta cifra esté muy alejada de la realidad. Teniendo en cuenta que una famosilla/garrapata/novia de/madre de/ puede cobrar en cualquier programa tipo DEC o Sálvame unos 30.000 euros por una entrevista, y que Belén Esteban 'trabaja' (qué grande queda esa palabra cuando se asocia a Belén) varios días a la semana, además del ¡MQB!, no sería una barbaridad querer cobrar 100.000 euros mensuales. Sobre todo cuando Telecinco la está estrujando hasta sacarle todo el jugo: polémicas, enfrentamientos con Trapote, insultos a la Campanario, bailecitos en ¡Más Que Baile!, operaciones, campanadas, etc. Una explotación de la Esteban que da sus buenos beneficios a la Telecontainer por excelencia. Así que, aunque Belén no es ni mucho menos santo de mi devoción, casi que encuentro razonable que el gancho de Telecinco y la gran protagonista de este último año quiera llenarse los bolsillos.

Pero no deja de ser indignante. Por varios motivos. El primero, por el origen y motivación de este dinero. Si cobrara un millón de euros por su trabajo (como hacen Ana Rosa, Buenafuente, Matías Prats, Jesús Vázquez o, seguramente, con su nuevo contrato deluxe Jorge Javier Vázquez), no sería del todo criticable. Por supuesto, iría en contra de la ética, al encontrarse España en la crisis actual. Pero ¿por qué iban a tener que avergonzarse los presentadores, si Emilio Botín o Cristiano Ronaldo se embolsan millones y millones de euros cada año? Lo triste es que ese dinero (sea un millón, medio, o 250.000 euros) lo esté ganando una persona que no ha demostrado nada. No ha trabajado nunca (atrás, muy atrás, queda aquella tienda de pieles que le montó Jesulín), y sus actuaciones se limitan a gritar y repetir lo mismo. El origen de sus ganancias, por supuesto, no es otro que su relación con Jesulín de Ubrique y, peor aún, todo lo referente a su hija y a la relación con la madrastra de ésta, Campanario. Así que espero que María José Campanario sea lo suficientemente valiente como para meterle un puro por el que la 'princesa del pueblo' le devuelva parte de lo que ha ganado a su costa.

Y segundo, su sueldazo es indignante si tenemos en cuenta que el personaje que se ha creado es todo lo contrario: una chica humilde, de barrio, que ha tenido que sacar a su hija sola, a base de esfuerzo (¿salir en un programa y comentar es difícil?), abandonada por su ex pareja, humillada por la mujer del padre de su hija, etc. ¿Realmente alguien puede seguir considerándola humilde y de barrio, o una representación del pueblo, cuando gana más que muchos ejecutivos? ¿Alguien puede considerarla ejemplo de madre coraje cuando trabaja algún que otro día a la semana, pocas horas, y se lo lleva calentito?

El personaje y el teatro de Belén Esteban deben llegar a su fin. Pero para ello es necesario que la audiencia de Telecinco abra los ojos: ella puede cobrar lo que quiera, pero que no se presente como una víctima de la sociedad. Es una persona arrogante, soberbia, maleducada y, sobre todo, rica.