Series como Los Soprano, A dos metros bajo tierra, The Wire, Dexter, CSI, American Horror Story, House... son perfectisimos ejemplos entre los muchos exponentes del género dramático de la televisión estadounidense, que nos sirven para analizar lo que algunos han llamado ya la Tercera Edad Dorada de la TV amerciana.
La eclosión de importantes y atractivas soap operas (o dramas) de calidad y de culto en EE.UU a lo largo de la primera década del s. XXI ha hecho que hayamos presenciando lo que se ha denominado, como acabo de decir, la tercera edad dorada de la televisión americana. Y es que numerosas series del momento, y otras no tanto ya, nos han dejado boquiabiertos a millones de espectadores en el mundo formando miles de momentos grabados en la retina de muchos. No nos engañemos. El drama en España ha tenido poco desarrollo en los últimos tiempos, por lo que, a los que nos gusta entender la televisión como arte nos tenemos que dirigir a pantallas inglesas, alemanas o americanas....
A grandes rasgos y para resumir, podemos decir que el drama estadounidense ha tenido tres grandes épocas doradas en la historia de la televisión americana: la primera a finales de los años 40 y principios de los 50; la segunda, comprendida entre principios de los 80 y mediados de los 90 y la tercera o "era del drama", que comienza con CSI: Crime Scene Investigation (CBS: 2000- ) y El Ala Oeste de la Casa Blanca (The West Wing,NBC: 1996- 2006) .
La primera época dorada del drama en la televisión de Estados Unidos fue en los años 50 gracias a los programas de una hora de duración emitidos en directo desde los estudios de Nueva York. Los dramas actuales tienen como precedentes históricos a las series antológicas de la primera edad de oro de la TV americana (comprendida entre 1948 y 1956). Estos se caracterizaban por episodios independientes, prácticamente sin indicios de serialidad, al servicio de un único tema, y con guiones aún más próximos a la radio y el teatro. Algunas antologías de éxito fueron "Alfred Hitchcock presenta" y "La dimensión desconocida".
Estos programas tenían una estética muy parecida al teatro y unos altos costes y poco a poco fueron perdiendo terreno frente a las producciones baratas y enlatadas de los estudios de Los Ángeles. De esta manera no sólo se traslado el centro de producción del género hacia California, sino que también se produjo una reestructuración de la manera de producir seriales para televisión, pasando del estudio con multicámara, al rodaje con una sola cámara, con un estilo más cercano al cinematográfico.
Así, los seriales producidos para el horario estelar (prime time soap opera) fueron poco a poco encontrando el sitio en la parrilla programativa americana. El éxito histórico de estas primeras series antológicas, unido a la popularidad de sobra conocida del género dramático en los daytime serials o la anterior popularidad de las radionovelas o radioteatros, fueron el caldo de cultivo perfecto para que el género encontrara su sitio en el prime time. La primera soap opera en esta rejilla fue "Peyton Place" (1964-1969) de la cadena ABC, cuya estructura, con sus tramas episódicas y sus historias extensas se establecen de molde para estas producciones de prime time. Sin embargo, todavía no encontramos indicios de serialidad: cada historia se resuelve completamente al final del episodio. A estas primeras soap-operas y con un género cada vez más consolidado, le seguirán las exitosas "Dallas" (1978-1991, CBS), "Knots Landing" (1979 – 1993, CBS), "Dinastía" (1981-1989) o "Falcon Crest" (1981-1990, CBS), que tratan sobre familias ricas con grandes negocios familiares en complejas historias que examinan los esquemas de los negocios y las intrigas familiares.
En estas encontramos algo que nos hace intuir lo que más tarde será la serialidad de la soap opera moderna: estas series de éxito incorporaban el golpe de efecto del cliffhanger, que mantendría a la audiencia en suspense hasta el siguiente capitulo. La soap opera que inauguró la estructura abierta de la trama y la continuidad y que más tarde se iría incorporando cada vez más a las prime time soap operas americanas, fue "Hill Street Blues" (1981-1987, NBC), que además inaugurá la segunda edad dorada del drama en EE.UU.
"Canción triste de Hill Street", tiene el contexto de un medio ya completamente consolidado y un público que cada vez se va haciendo más exigente. Además, la creciente competencia entre el cable y los canales premium como HBO y Showtime (que en 1981 ya llegan al 30% de los hogares) con las networks propiciará el nacimiento de lo que Robert Thompson ha denominado como la Segunda Edad de Oro del drama americano. Este segundo periodo se sitúa a principios de los años 80, precisamente con el inicio de "Canción Triste de Hill Street" y llega hasta mediados de los 90 con "Urgencias" (ER, NBC: 1994- 2009) (Thompson, 1996). Como resume Cascajosa Virino, "a través de series como "Canción triste de Hill Street", "Luz de Luna", "Hospital" y "Twin Peaks", el drama volvía a vivir, gracias a una combinación entre calidad formal y temática, una segunda edad dorada".
La serie producida por Steven Bochco, como decíamos antes, marcó el comienzo de una época. Esta serie adquirió la forma de una soap-opera con un gran elenco, episodios de historias múltiples y un desarrollo de carácter extensivo. En los créditos de la serie había trece personajes, a comparación de una serie policial convencional como "Starkey y Hutch", que tiene dos protagonistas. Aquí hay un salto cualitativo: con "Canción triste de Hill Street" se da una vuelta a la narrativa de las soap operas que se hacían hasta ese momento y se inventa así, la serie moderna. Se incorporan elementos novelescos, los personajes tienen pasado, presente y futuro. El prototipo de héroe cambia y los personajes tienen un halo posmodernista. El director inventa una serie en la que los personajes tienen historia y memoria colectiva, existen por su cuenta a lo largo de la serie. En definitiva, la dramaturgia se extiende en el tiempo, hasta llegar a series en las que se juega con esto totalmente como "Urgencias", "Ally McBeel" (1997 – 2002, FOX) o "Dawson Crece" (1998-2003, WB).
Asimismo en estos años se produce algo crucial para entender la actual Era del Drama de la televisión, ya que es durante esta etapa cuando se ubica el nacimiento de la televisión de calidad o "quality tv", heredera directa de las series de culto de finales de los años 80 y los 90. Pero sobre todo, esta segunda edad dorada supuso el inicio de lo que importantes teóricos de la tv han denominado el "quality drama", que consideran una evolución del género de la soap opera y que está totalmente relacionado con el concepto de "quality TV".
La actual era del drama, por tanto, se considera como un periodo de consolidación que nos hace hablar de una tercera edad dorada de la TV en EE.UU. Esta época se sitúa a finales del siglo XX, con el inicio de CSI: Crime Scene Investigation (CBS: 2000- ) y El Ala Oeste de la Casa Blanca (The West Wing, NBC: 1996- 2006). El auge de las series dramáticas de calidad nos obliga a utilizar la expresión "era del drama" para referirnos a series actuales de ficción como: "El ala oeste de la Casa Blanca" (1999-2006, NBC), "CSI" (2000- , CBS), "24" (2001- 2010, FOX), "House", (2004- , FOX), "Mujeres desesperadas", (2004- , ABC), "Perdidos" (2004-2010, ABC) y "Anatomía de Grey" (2005- , ABC)... Estas series de calidad se pueden considerar herederas de las series de culto de los años 90, como "Twin Peaks" ( ABC: 1990-91), "Expediente X" (Fox, 1993-2002), "Doctor en Alaska" (CBS: 1990-95) y "Murder One" (ABC:1995-97). Estas series pertenecen a los que Feuer y Robert Thompson han denominado "quality drama", que consideran más una categoría genérica que un juicio estético y hacen referencia a estos dramas de los 80 y 90. El primer exponente del género es "Canción triste de Hill Street" y perdura en series como "Los Soprano" y "A dos metros bajo tierra". (Feuer, 2005: 28-30). Estas series a grandes rasgos poseen las características de que son productos con unos estándares de calidad elevados, una disposición muy particular en cuanto a la concepción de argumentos, temas, géneros y personajes y un público objetivo muy determinado (seguidor incondicional). Esta nueva etapa en la televisión americana es producto de la televisión de calidad surgida en los 80 y los 90. Se trata de dramas que tienen las siguientes características: no es televisión convencional, tienen pedigrí, atraen a una audiencia de clase media-alta, tienden a los repartos extensos, tienen memoria, apuestan por la hibridación de géneros, se centran en la figura del escritor, son auto-reflexivas, cuentan con temas controvertidos, aspiran al realismo y suelen ganar premios y otro tipo de reconocimientos críticos...
En definitiva, el drama televisivo ha vivido tres grandes épocas en las que ha sufrido unos cambios pasando de una estructura y un estilo más cercano al teatro a crear un lenguaje propio que llega a su culmen en la tercera edad dorada de la televisión. Esto no deja de ser una evolución histórica necesaria para entender muchas de las series que hoy vemos y la serie que analizaré en el siguiente post ("A dos metros bajo tierra") que nos hace hablar de un nuevo cambio en el concepto genérico que teníamos del drama familiar. Hasta entonces, que les vaya bonito :).
Necesitas ser usuario registrado de FormulaTV.com para comentar en este blog. Conéctate o haz clic aquí para registrarte