Review Lost 6x16: 'What They Died For'

Pasada la tormenta 'Across the Sea', que levantó una importante polvareda, llegaba un episodio cuya existencia era un misterio. Sí, parecía que todo el mundo pasaba olímpicamente de este capítulo. Todos tenemos nuestra mente puesta en el final, en ese ya histórico 23 de mayo, y que éste 6x16 comparta semana con el final no le ha ayudado, pero no le hagamos un feo, sobre todo porque 'What They Died For' no lo merece para nada. Un excelente telonero con momentos que pasarán a la historia de la serie.

Como he dicho en la entradilla, 'Across the Sea' produjo un ambiente de crispación y controversia bastante incómodo, y es que como todo capítulo especial, tiene sus amantes y detractores. Yo soy de los del primer grupo, pero eso es agua pasada. La cuestión es que el capítulo de esta semana deja casi totalmente atrás toda esa historia, y volvemos con nuestos losties, los de siempre. Y es que, aunque soy de los que no les molesta (todo lo contrario) canitas al aire como 'Ab Aeterno' o 'Across the Sea', siempre he dicho que 'Lost' no es la serie ni de Jacob, ni de AJ, ni de la Estatua, ni del Templo, ni de los innumerables misterios que se han planteado en ella. 'Lost' es la serie de Jack, Sawyer, Kate, Hugo, Desmond, Ben, y un larguísimo etcétera que ya todos conocéis.

Por ir por partes, echando un vistazo a la realidad alternativa, no es casualidad que el capítulo comience con un primerísimo plano del ojo de Jack (brillante guiño a lo que Jacob haría y contaría después: coronación y referencias a la zona del bambú, donde Jack despertó de la misma forma en el Piloto). Tampoco es nada casual que nos muestren de nuevo la mosqueante y desconcertante herida en el cuello de Jack. Ya que estamos cerca del final confesaré algo: es casi lo único que me ha hecho pensar esta temporada, y lo que más mosca me tiene desde la Premiere es, esa escena de apertura a bordo del 815 de Oceanic en la que Jack se mira al espejo con extrañeza y se ve la herida. Eso y la nueva desaparición de Christian Shephard en esa misma realidad. En serio, esta temporada me he dejado llevar como nunca, sin devanarme el cerebro, pero esos dos asuntos son los que sí que me han hecho pensar. Y es que también es muy mosqueante que se hayan guardado la resolución del "tema Christian" para el último capítulo de la serie, si es que al final lo revuelven, claro. Porque una de dos: o ha sido un adorno sin sentido alguno, o nos llevaremos un sorpresón de los de caerte de lado. ¿Habrá cuerpo cuando Jack abra el ataúd?

Por otra parte, Desmond sigue haciendo de las suyas en la realidad alternativa. Engordando el curriculum, por decirlo de alguna manera. A lo ya conocido (atropello a un minusválido y fuga), podemos sumarle ya: agresión, soborno a la policía y huída de ésta. Sin dudas todo un personaje el brotha. Pero a lo que vamos, la paliza que le da a Ben hace recordar a éste secuencias vividas en la otra realidad, la misma experiencia que ya han vivido el propio Desmond, Charlie, Hugo y parece que Sun. Así que Ben se lo cuenta a Locke y éste empieza a mosquearse por todas esas casualidades, y visita al doctor Shephard en persona. Magnínifico diálogo una vez más entre estos dos personajes (el ya conocido y pronunciado allá por la segunda por el gran Mr. Eko: "no confundas casualidad con destino"), y por fin Locke accede a ser operado y curado por Jack.

Mención especial también para las reapariciones de las malogradas Alex y Danielle Rousseau, acompañantes de lujo para Ben en una encerrona en forma de cena, y que tienen toda la pinta de empezar a formar parte de esa familia con orígenes franceses. No puedo dejar pasar el alto componente cínico de los guionistas, con dos frases a modo de guiños que merecen ser resaltadas. La primera, Alex diciéndole a Ben que es el hombre más bueno que jamás a conocido. Bien, bastante irónico y oportuno, justo cuando el gran Linus la está volviendo a liar parda en la otra realidad. La segunda, Rousseau diciéndole a Ben que irá a esa cena aunque lo tengan que secuestrar... En fin, poco más que decir.

Y por terminar con la trama de la realidad alternativa, resaltable también la escueta reaparición de Ana Lulú, haciendo de policía corrupta y dejando escapar a los tres presos (Sayid, Kate y Desmond) por un gran fajo de billetes salidos del bolsillo de Hurley. ¿La misión de Desmond? Ir al concierto en el museo del doctor Chang, en el que participará el hijo de Jack. Ojo a la que se va a montar en ese concierto, tenemos asegurada la presencia de casi todos los losties. Y hay que nadie dude que la realidad alternativa y su finalidad van a ser una de las grandes claves en el final de la serie, y que lo de Desmond tiene mucha pinta de plan maestro.

En la Isla todo sigue igual. Retomamos la fabulosa escena en la playa que cerró el ya memorable 'The Candidate'. La luz del sol no ha hecho que nuestros losties recuperen fuerzas. Todos siguen hundidos, empezando por un Jack, que le devuelve a Kate el favor que ésta la hizo en el Piloto, pasando por Hugo (todos somos Hugo), y terminando por Sawyer, un Sawyer que calla pero que lo dice todo. Se echa a la culpa de las muertes de Sun, Jin y Sayid. Por Lapidus sigue sin preguntar nadie. Me gusta que la muerte de los coreanos sobre todo haya calado hondo en los demás personajes, me gusta que reaccionen con esa naturalidad, como todo el mundo lo haría, y me gusta que ese haya sido el desencadenante del inminente cara a cara entre el nuevo Jack y el cada vez más insoportable AntiJacob. Una vez más las muertes importantes de 'Lost' no caen en saco roto, todas tienen una finalidad y todas ocurren por alguna razón. Hay quien sacará la muerte de Ilana y algunas del estilo. Bien, he dicho muertes importantes, esas que empezaron con la agónica y terrible de Boone, hasta la ya mencionada de los coreanos.

Por otro lado, volvemos a tener noticias del ya bautizado "Trío Calavera". Ben, Richard y Miles siguen con la encrucijada de minar el 316 de Ajira de C-4, pero cuando menos los esperábamos... Benjamin Linus vuelve por sus fueros. La cabra tira al monte que diría el otro. A Ben, que le gusta más un plan que a un tonto un lápiz, en cuanto AJ (después de darle una buena tunda a Richard, aunque no creo que el tinerfeño haya muerto) le propone algo, éste acepta casi sin rechistar, les entrega a Zoe y a Widmore y suelta un frío y cínico "I'm sorry Charles". Sí, sí, seguro que lo sientes. Ben es una persona a la que tampoco le gustan los secretitos, más aún estando él delante, y si ya lo ninguneas puedes acabar bastante mal. Así que después del esperadísimo reecuentro entre los dos enemigos íntimos (la cara de Ben cuando ve a Widmore es para enmarcarla), "Ojos de Sapo" corta por lo sano y liquida a su némesis particular. "Él no puede salvar a su hija", otra referencia a la experiencia que más le ha marcado en su vida: la muerte de Alex. La venganza (en un plato muy frío) ya ha sido servida por el maestro Linus... doctor Linus en realidad.

A todo esto, Ben parece totalmente dispuesto a seguir los planes de AJ. Parece que no es ninguna artimaña secreta. FLocke le ha ofrecido la Isla a cambio de que el hombre que nunca fue de Minessotta borre del mapa a unos cuantos. Widmore ha sido el primero de la lista, el siguiente era Desmond, pero éste ya no está en el pozo, como era de esperar (¿quién le ha sacado?), pero eso parece vernirle bien a AJ. Temo por Jack. Por todos los losties, pero en especial por Jack. Temo que su nuevo cargo dure apenas unas horas, y es que no es nada descartable que Ben mate a dos Guardianes de la Isla de forma consecutiva. Tengo una cosa clara, o Ben se despide de la serie siendo un héroe, o se despide siendo el hijo de perra más grande de la historia de la televisión. Vale que sería sumamente retorcido que se carguen a Jack nada más estrenar su cargo, pero por esa misma razón, por ser tan rebuscado, es posible. Además, la heridita en el cuello en la realidad alternativa me mosquea mucho en este sentido. Por acabar con la trama de Ben y AJ, si éste último le llega a ofrecer la Isla si acepta el trato... ¿por qué luego le dice que la va a destruir? Aclárese señor Humo.

Y para ir cerrando la historia transcurrida en este capítulo, he dejado para el final la que para mí ha sido la mejor parte de largo de él: la intervención de Jacob. Sí, por fin el rubio ha decidido romper su ley de silencio y contar de una vez por toda las razones por las que los losties han acabado en la Isla, y la explicación no ha podido ser más correcta y convincente. Era justo lo que esperaba. Jack, Kate, Sawyer y compañía fueron elegidos por ser como él, como Jacob. Personas solitarias, rotas y destruídas en sus vidas en el exterior, sin lugar a donde ir, gente totalmente perdida.

Es justo y necesario resaltar las palabra de Jacob: "A ninguno os iba bien. No os arranqué a ninguno de una vida feliz. Todos teníais fallos. Os elegí porque erais como yo. Todos estabais solos. Todos estabais buscando algo que no podíais encontrar allí fuera. Os elegí porque necesitabais este lugar tanto como este lugar a vosotros."

Bravo Jacob, bravo. Sin lugar a dudas su mejor intervención desde que le vimos aparecer en la Finale de la quinta temporada. Era necesaria una escena así, junto a todos los losties (lo que queda de ellos), dando la justa razón por la que está ocurriendo todo, la respuesta que llevaban años buscando sin saberlo. Jacob es generoso y da otra respuesta: el nombre de Kate estaba tachado en su cueva porque se convirtió en madre. Respuesta lógica y convicente, y es que ensalza aún más la esencia de 'Across the Sea'. No quiere que ningún hijo pase por lo que él pasó, por eso a las personas que son padres o madres automáticamente dejan de ser candidatas. Es decir, el Kwon que había en la cueva era casi con toda seguridad Jin, que no ejercía de padre, al igual que Sawyer, que tiene una hija pero es como si no la tuviera. Aunque llegado el caso, la elección, como bien le dice a Kate, sería de la persona, independientemente de si es padre o madre. "Sólo es un nombre tachado con una tiza. El trabajo es tuyo si lo quieres, Kate". Servidor está muy contento y satisfecho con estas aclaraciones, con estas explicaciones dadas por Jacob, que aún le dan más fuerza si cabe.

Así pues, Jacob le da a Kate, Sawyer, Hugo y Jack la oportunidad que él nunca tuvo: elegir su destino, y es Jack el que da el paso al frente. Él, es el que acepta quedar a cargo de la Isla, ser el nuevo Jacob, y tratar de parar a FLocke. Jack tenía que ser, es la guinda definitiva al personaje con la evolución más creíble y espectacular que jamás he visto. El broche de oro a un personaje que coloco sin ninguna duda a la altura de los mismísimos John Locke y Benjamin Linus. Un personaje con un trasfondo y una profundida psicológica como ningún otro. Es Jackob, el nuevo líder espiritual de la Isla, el que los salvará a todos. Tras un gran ritual donde Jacob parece que convierte el agua en vino, incrementando el aire religioso de la serie, el doctor Shephard hereda la Isla en el que es probablemente el momento más peligroso y delicado de toda su historia.

Y hasta aquí 'What They Died For', un capitulazo a la altura de las circustacias. Un episodio que allana el terreno para lo que será un final no apto para cardiacos. Mención especial para Michael Emerson, Terry O'Quinn, Henry Ian Cusick, Matthew Fox y Evangeline Lilly, ésta última por echarle un par a Jacob y recordarle a Jack que una hija se ha quedado huérfana, y que se llama Ji Yeon. Que nadie dude que si Jack sale vivo del final (cosa que no tengo muy clara), esa hija estará a buen recaudo. Desmond sigue adelante con su plan maestro que dará sentido a las dos realidades. De nuevo, y un capítulo más, un 10 para el maestro Michael Giacchino y en especial para la composición del tema que acompaña al monólogo de Jacob.

Ya lo dice Jacob, "estamos muy cerca del final". Reserven y compren sus entradas para el concierto del domingo, pónganse de gala, porque llegará con más fuerza que nunca.