CAPITULO 66- ¿Y QUE HAGO?

NARRA VICTORIA.

Estaba muy mal, después de la visita al ginecólogo, pensaba que yo en otra vida tenía que haber sido un asesino en serie o algo, sino, no entendía como la vida me estaba devolviendo todo esto, encima una cosa tras otra, cuando estaba plenamente feliz, había algo que me impedía serlo. Parecía que no quería que fuera feliz... cuando daba un paso con Samuel, había algo que me impedía estar con él, y eso me hacia ponerme peor todavía.

No paraba de llorar, no quería ni hablar, solo sabia decir, ¿Qué he hecho con mi vida?, no me gustan los niños, y con 26 años ya tengo 3... Laura, me intentaba tranquilizar pero no lo conseguía, se podía decir definitivamente que acababa de perder a Samuel, eso era lo que me ponía peor, la verdad que otras veces lo había dicho ya, que lo iba a perder... pero esto parecía el último golpe, estaba viviendo una vida que yo no quería llevar, pese a que trabajaba, y ya no estaba tanto tiempo con los niños, había algo dentro de mí que no estaba a gusto con ese vida. Este como ningún otro era un niño buscado... quizás Daniel sí, pero no con la persona elegida.

Cristian se iba a poner muy contento cuando se lo dijera, eso ya lo sabía, pero yo no, no podía estar feliz, quizás yo tenía toda la culpa, debería haber puesto medios, para tener otra vida, para no haberme quedado embarazada de nuevo... era mi culpa, toda mi culpa... no había dejado de cambiar pañales y estaba otra vez embarazada.

Estábamos sentadas en el salón Laura, me intentaba sacar temas de conversación, pero yo no quería, solo podía llorar, y pensar, pensar en Cristian y Samuel, los amaba a los dos, pero eran cariños diferentes, pero no podía renunciar a ninguno lo amaba a los dos. En un momento saqué valor, y empecé a hablar con Laura...

- Laura, ¿Qué hago con mi vida? Estoy dudosa, no tendría que tener dudas ninguna, pero... otra vez, otra vez me veo como hace 5 años, cuando lo tenía olvidado ha vuelto, la vida me lo ha vuelto a poner en el camino, y aunque quiera ahora es más difícil, cada vez que veo a Daniel, lo veo a él... a Samuel también lo amo, pero si no amara a Samuel, no estaría así...

- No sé, haz lo que te diga el corazón...

- Pero es que son tan buenos ambos conmigo, Cristian ha aceptado todo, y Samuel ha cambiado mucho, pero sigue siendo aquel adolescente que me enamoró perdidamente...

- Amiga, no juegues con los dos... si quieres a Cristian sigue con él, pero deja de ver a Samuel, aunque sea el padre de Daniel... y si decides irte con Samuel desvincúlate de Cristian, pero hazlo, y hazlo cuanto antes, piénsalo, pero ninguno se merecen sufrir, Cristian no se merece que veas frecuentemente a Samuel, y lo tengas engañado... ninguno se merece el engaño, ninguno.

- ¿y qué hago?, ¿Cómo puedo decidir?, estoy confusa, muy liada, y el bebe, complica todo más.

- No sé, tú eres la psicóloga, pero no sé pon en un papel los pros y los contras de cada uno, o guíate por lo que te diga tu corazón... pero te pido, que lo hagas rápido, por favor...

Laura se fue a su casa, Cristian iba a volver, ya casi eran las 17:00 la hora que me dijo que vendría, tenía ganas de verlo, lo quería mucho, pero... no sabía si decirle que estaba embarazada o no, estaba muy depresiva, de hecho el doctor me mando una vitaminas, para que me las tomara, el estado depresivo no es bueno y puede afectar al bebé...

Cristian llego a casa, nada mas verme se tiro a mi me cogió en brazos y me dio un beso, yo había cambiado mi cara, no quería que se enterase, fue corriendo a ver a los niños, y volvió al salón donde estaba yo...

- Cariño, te he echado tanto de menos, 4 días sin ti, sin tu olor, sin tus besos...

- Yo también te quiero, muchísimo.

- - Cristian se puso a darme besos, por el cuello por la espalda....-

- No empieces....

- Cariño te he echado mucho de menos, te quiero, son días duros cuando no te tengo a mi lado, eres lo mejor que me ha pasado...

- - en ese momento empecé a llorar sus palabras me volvieron a activar las lagrimas y los sentimientos...-

- ¿Por qué lloras? Cariño te he dicho algo muy bonito, te quiero mucho, no concibo una vida sin ti... desde que te conocí, has sido lo mejor que me ha pasado, bueno tu y los niños... porque me besas, te beso, me rozas...¿ hacemos el amor?, ¿ahora o esta noche? -siguió dándome los besos-

- Estaba siendo todo muy bonito, y ya te pones así, - la verdad con ese comentario me hizo reír, el tenia mucha pasión conmigo-

- Pero ves, te he sacado la sonrisa, cariño llevas unos días, muy rara, te lo he notado en la voz por teléfono, muy triste, y quiero que seas feliz a mi lado, te amo ¿te puedo ayudar en algo?

- Cariño, estoy embarazada, tenías muchas ganas, y mira...

- No puede ser... ¿cariño de verdad? Me haces el hombre más feliz sobre la tierra.

- Claro como tú no te vas a poner más gorda, ni vas a tener varices ni estrías ni nada...

- ¿pero si ya hemos tenido dos? Esta va a ser la niña ya veras, así estabas tú, el embarazo te ha puesto así... ¿no estás contenta?

- Sí, claro sí – en ese momento le volví a mentir, eso ya se estaba convirtiendo en un habitual en nuestra relación-...

Estaba muy mal, intentaba disimularlo, pero no sabía qué hacer, Laura llevaba razón, por mi bien, y el de ellos dos, debía decidir cuanto antes, pero ¿y qué hago? ¿Qué decisión tomo? ¿Con cual me quedo? Bueno y ¿cómo se tomará Samuel mi nuevo embarazo?