CAPITULO 58- RESISTIRÉ

NARRA CRISTIAN.

Después de salir del hotel, fui a hablar con mi hermano, teníamos un plan, para darle una sorpresa a nuestras mujeres, él y Carolina, estaban pasando por un momento bajo, la responsabilidad de cuidar a tres niños era mucha, los gemelos tenían 6 años, pero la niña era pequeña, y eso pues le quitaba mucha vida, el plan era perfecto, era una sorpresa, tenía mucho miedo a que Victoria me dejara, a que con el imprevisto de la vuelta de Samuel, todo lo que había conseguido durante todo este tiempo se derribara.

Sabía que lo que había hecho no estaba nada bien, pero debía resistir, tenía que conseguir que no perdiera toda esa ilusión por mí, entendía que estaba en desventaja con respecto a Samuel, que él había sido su primer amor, y eso es muy difícil de olvidar, pero tenía que soportar todo, había jugado sucio, muy sucio, lo que hice no tiene ni nombre, pero entre perder y Victoria, y esto preferiría jugar sucio, aunque después me sintiera como un malnacido.

Llamé a Soraya, la madre de Victoria.

- Soraya, necesito que te quedes con Enrique, por favor quédate, tengo que sacar la artillería pesada, Samuel ha vuelto, y su matrimonio no anda muy bien, por favor quédate con el niño, le voy a dar una sorpresa a Victoria, vamos a estar en casa de Carolina y Jesús.

- Sí claro, me lo quedo cuenta con ello. ¿ha vuelto Samuel?, ten cuidado, Victoria, no es fuerte, no quiero que te deje, eres el hombre ideal para mi hija, cuenta conmigo en todo, después tenemos que hablar. Cuando vengas, me cuentas todo lo que sepas. Te voy a ayudar, en todo lo que pueda.

En ese momento entré en mi casa, con una nota que había escrito previamente, la puse encima de la mesa y me fui corriendo, el plan ya había comenzado.

NARRA VICTORIA.

Sentí un ruido en la casa, la puerta sonar, y baje corriendo, estaba arriba jugando con Enrique, cuando bajé, no vi a nadie, pero de repente había una carta en la mesa. La abrí corriendo y la leí.

"Victoria, te espero en casa de Carolina, deja el niño en casa de tu madre, te quiero mucho, mi niña, te amo"

No tenia duda ninguna, era Cristian, su letra era reconocible a la primera, ¿para qué me quería en casa de Carolina, si ella estaba en casa de sus padres?, corriendo fui a vestirme, me tuve que probar muchas cosas, porque la mitad de la ropa ya no me quedaba bien, me quedaba pequeña, vestí corriendo a Enrique, y lo lleve a casa de mi madre.

Sabía que Jesús y Cristian se tenían algo entre manos.

Cuando llegue a casa de Carolina, llamé y no me lo cogía nadie, en la puerta había un post-it, que ponía "espera a que llegue Carolina"

Al momento llego Carolina, y al verme allí se quedo sorprendida.

- Victoria, ¿Qué haces aquí?

- Carolina, ¿no estabas con tus padres y los niños? Cristian me ha dejado una carta diciéndome que me esperaba aquí, que dejara al niño en casa de mi madre.

- Qué raro, si aquí no había nadie, es más Jesús me llamó y me dijo que dejara los niños en casa de mi madre, que después, los recogía él. Jesús estaba comprando algo...

- Me huele a chamusquina, mira lo que ponía en la puerta –le enseñe el post- it.

- A saber lo que están tramando estos dos. – en ese momento empezamos a reír.

Carolina abrió la puerta de su casa, había una mesa puesta con unas velas, y con un mensaje en otro post- it, sentarse aquí, y esperad, un segundo. La casa olía a comida, nos parecía muy raro a las dos.

- ¿Jesús y Cristian cocinando? No me lo puedo creer, no han cocinado en su vida, no creo que sean ellos, habrán contratado a alguien.

- Todo esto me parece muy raro Victoria.

En ese momento aparecieron Jesús y Cristian vestidos como dos camareros, con pajarita y todo.

- Estos dos bellezones, ¿que desean tomar?

- A todas las clientas,¿ le hacéis esos piropos?

- No, solo a las clientas tan guapas como vosotras.

- -En ese momento Carolina y yo empezamos a reír- carolina, míralos con pajarita y todo, jajajajjaajaja esto va para foto, jajajajajaja. Bueno pues tráiganos dos refrescos de momento. –nosotras estábamos decididas a seguirles el rollo-

- Bueno, aquí no hay carta, hay un plato riquísimo, que hemos preparado nosotros, mismos, ahora se lo traemos.

- - en ese momento dijo Carolina- si no hay carta, hay beso.

- Nosotros no podemos besarnos con las clientas.

- Pero si no las clientas no se quedan contentas, jajajajajajaja.

- Lo negociamos.

Se volvieron a ir, para traer esos platos, miedo nos daba, ellos nunca habían hecho de comer, y nos temíamos lo peor. Vaya sorpresa nos habían preparados, al recordarlos nos reíamos sin parar.

- Bueno ya están aquí los refrescos – los traían en una bandeja y todo como dos buenos profesionales, venían dando tumbos, con los vasos, Carolina y yo no podíamos parar de reír.

- Trae anda, que al poner la bandeja en la mesa se va a caer, en ese momento Cristian se agachó y yo le robé un beso. Y al levantarse me mancho un poco el vestido, justamente en la zona del pecho, el corriendo fue a limpiarlo.

- Yo creo que está bien, ya, muchas gracias por la sorpresa, pero sentarse, que nosotras servimos....

- No, no te preocupes, este es vuestra sorpresa, y hay sorpresa hasta el final.

Jesús vino por detrás con los platos, se veían unos platos muy elaborados y muy románticos, en todos ponía arriba con una salsa roja que parecía kétchup, te amo, te quiero. Todo era carne, los pobre lo que habían sabido hacer, bastante hicieron los pobres.

- ¿No os sentáis?

- No podemos, nos lo tenéis que pedir vosotras.

- ¿os podéis sentar con nosotras por favor? Os liberamos de vuestra sorpresa, nos habéis sorprendido bastante, es mas ya no tendréis excusa, para no hacer de comer en casa, jajajajajajaj

- No quejarse, que os tenemos hecho hasta postre.

- Carolina, esto debe ser la navidad, jajajajajajajajaja.

Estuvimos terminando de comer, ellos seguían vestidos de camareros, eran una mezcla entre camareros y novios de tarta, estuvimos haciéndonos fotos, ellos siguieron dando viajes a la cocina, cuando se nos apetecía, algo, no dejaban que nos levantásemos de la mesa, hasta fregaron los platos incluso. Fue una velada inolvidable, que me hacia quererlo cada vez más.