CAPITULO 50- 50 FORMAS DE DECIR TE QUIERO...

DE VUELTA A MADRID.

NARRA VICTORIA

Habíamos vuelto a Madrid la semana se había pasado volando, los niños se lo pasaron fenomenal, y nosotros también, nos habíamos quedado con ganas de más, y no descartábamos irnos un fin de semana Cristian y yo solos por ahí, Carolina y Jesús, se quedaban con Enrique. Sería la primera vez después de mucho tiempo, que nos iríamos solos, todavía no estaba decidido, pero, estaban dispuestos, y yo quería, solos, sin niños, el cambio de Cristian me había gustado muchísimo, la verdad que estábamos muy bien, así

El viaje nos había terminado de unir más, y conocí a un Cristian desconocido, un nuevo Cristian que me podía enamorar, quizás podría sentir algo mas por él, porque ya me estaba empezando a acostumbrar a que Samuel era un imposible, que no era para mí, que mi destino estaba ligado a Cristian, solo y únicamente a él, y a mi hijo, y si llegaba alguno más a él.

Cristian seguía en sus trece de que me quedara embarazada, prefería una niña, y lo intentábamos, nuestra vida había cambiado muchísimo, y así éramos felices, tenía miedo de que si llegaba un bebe, se viniera todo otra vez abajo, porque ya no iba a tener que cuidar a uno sino a dos, y eso me costaba muchísimo. Al fin y al cabo Cristian salía, más, porque él tenía que ir a jugar fuera, todas las semanas y había semanas que estaba en casa dos o tres noches... él lo veía todo muy fácil. De Enrique cuando estaba se ocupaba él, era un padrazo, es cierto pero no estaba siempre, pero no era el típico que se echaba para atrás, le daba los biberones, lo cambiaba, lo bañaba, de hecho se ocupaba casi más el que yo...

NARRA CRISTIAN

Estoy muy contento la vida con Victoria, ha cambiado como de la noche al dio, desde que paso todo eso, ha cambiado mucho, está más centrada en su familia, quiere más al niño, bueno y nuestra vida marital también ha cambiado mucho en todos los sentidos.

Yo también he cambiado bastante es cierto, quizás he sacado un yo, que desde hace mucho tiempo quería sacar, siempre he estado mas calladito, mas niño bueno, por vergüenza, por no querer llamar la atención, siempre he estado a la sombra de mi gemelo, Jesús, era siempre mas echado para adelante, el llevaba la voz cantante, nació antes, y era siempre el que tenía que llevar la razón, cuando me cogía mi ropa, yo me callaba, cuando hacia algo siempre me echaba las culpas a mí, y yo me llevaba la bronca, y no podía ser así. Mi cambio había sido en todo, nunca jamás habría pensado decirle a Victoria un piropo, o algo...

Quería muchísimo a Victoria, pensaba que si teníamos otro niño o niña, prefiero niña, pues nuestra relación se podría afianzar, creo que eso nos terminaría de unir, y más con el cambio que había experimentado, sería una excelente madre, con Enrique estaba mucho mejor, y con el bebé pues sería diferente, empezaría desde cero, y quizás podría solucionar todos los errores que cometió con Enrique.

NARRA VICTORIA.

Quedamos en casa con Carolina y Jesús, últimamente estábamos más unidos que nunca, íbamos a estar en la piscina, así Enrique jugaría con sus primos, últimamente no andaba muy bien, tenía ganas como de vomitar, puede que estuviera embarazada, y era muy probable, pero no quería decir todavía nada, no fuera ser una farsa alarma, y fuera por otros motivos, se lo iba a comentar a Carolina, pero estaba dudosa, además no quería que Cristian se ilusionara y después no fuera nada.

Cristian y Jesús se pusieron a jugar con los niños al futbol, y nosotras nos metimos en la piscina, y mientras los veíamos jugar le empecé a hablar...

- Carolina te tengo que decir algo...

- Dime, ¿Qué te pasa?

- Llevo notándome unos días rara, como con ganas de vomitar, mareada, estoy muy agotada, y llevo unos días que no cojo bien el sueño, ¿crees que puedo estar embarazada?

- No lo sé, Cristian, quería, y lo estabais buscando...

- Sí, pero y vamos a tener esa puntería, no llevamos ni intentándolo ni 1 mes, y ya puedo estar.

- Quizás sea de antes, ósea que estés embarazada antes de buscarlo...

- Ni idea –me quedé muy preocupada, y recordé que estuve con Samuel, hace 1 mes, y no tomamos protección, y puse una cara de preocupación, pero no iba a tener tan mala suerte de que fuera de Samuel ¿no?

- -note que Cristian se quedaba fijo mirándonos, y empecé a disimular- sois dos abusones, no dejáis ganar ni a vuestros hijos ¿eh? – le dije gritándoles-

- Ellos son 3 contra 2, cariño somos profesionales, no queremos perder nunca.

- No si seréis todo lo profesionales que quiera, pero son vuestros hijos, pobrecitos.

- Perder nunca, ni contra ellos.

- Mama nos están haciendo trampas – me dijo Enrique-.

- Ya cariño ya, jajajajajja Carolina, después la infantil e inmadura soy yo, jajajajajaja y no les dejan ganar ni a sus hijos

En ese momento Carolina se salió de la piscina, y Cristian se tiro de cabeza a la piscina y se vino muy rápido a donde yo estaba.

- Cariño, como me pones con ese biquini, si no estuvieran delante los niños...

- Cristian estas últimamente muy cariñoso ¿eh?

- Es que si me vas provocando así, con ese biquini además, estas son mis 50 formas de decirte te quiero, te amo, me pones muchísimo, te haría de todo en la piscina sigo... Pero no te preocupes que solo tengo ojos para ti cariño.

- Y que no me entere yo...

Estuve haciendo de tripas corazón, pero la verdad que estaba muy preocupada, ¿estaba embarazada?, ¿el niño podría ser de Samuel?, era una posibilidad, al fin y al cabo había estado con él, no hace mucho, tenía miedo, si estaba embarazada, espero que sea de Cristian, un niño de Samuel, sería una locura, lo tendría que ver, y podría tener problemas con Cristian, ahora que estábamos tan bien. Estaba muy rayada y confusa ante esa posibilidad.