NARRA VICTORIA
El día pasó, después de estar hablando con Ylenia, fui a casa de Alberto y Laura, todavía no creían lo que me había pasado, ellos seguían tristes, todavía no habían podido tener niños, Laura, fue muy cariñosa con Enrique, la verdad que se notaba su instinto maternal, a unas el destino no se lo daba, y a quien no lo tenía, pues la premiaban con hijos.
Estaba muy nerviosa, pensaba como seria el reencuentro con Samuel, nuestras vidas, habían cambiado mucho, ahora era yo la que estaba sola y él, el que tenía pareja, por lo que me contaban estaba feliz, pero eso lo tenía, que ver con mis propios ojos.
Por lo visto por la mañana llegaba, directo desde Inglaterra, estaba deseando, la primera visita seria a casa de sus madre, tenía que hablar con él a solas, necesitaba contárselo todo, si él quería, daba igual todo.
La mañana paso muy rápido, le di el desayuno a Enrique, me tome el mío, seguía sin encender el móvil, sabía que Cristian estaría llamando, y de momento no quería saber nada de él. Conociéndolo seguramente, ahora estaría arrepentido, pero de momento no podía, perdonarlo, bueno y más si Samuel me quería.
El momento llego, el timbre sonó, hacia más de 5 años que no lo veía, y el momento había llegado...
NARRA SAMUEL
El taxi, nos dejo, a las puertas de la casa de mis madre, era a donde primero íbamos a ir, la verdad que tenía ganas de verlos. A Yolanda, cada vez se le notaba más su segundo embarazo, era un niño, estábamos, felices, Yolanda desde hace unos días tenía un mal presentimiento, algo decía que iba a ir mal...
Llamamos a la puerta, y abrieron, vi a un niño correr, junto a mi hermana, no sabía quién era.
- Hola, mama, -emocionado la saludé- y fui corriendo a abrazar a mi hermana, mientras mi madre abrazada, a la niña, y a Yolanda-.
- Tato dile a Enrique, que me deje.
- - ¿Enrique? ¿Qué hacia el hijo de Victoria aquí?, pasé, y estaba allí – después de 5 años, la veía, estaba igual de guapa, ¡igual!, y yo sentí lo mismo que la primera vez que la vi, ella no había cambiado-. ¿Qué haces aquí?
- Pues he venido sola con el niño, Cristian y yo nos hemos separado –al escuchar eso, todo cambio, no me lo podía creer- ¿Por qué?
- Nada, prefiero no hablar de eso...
- Te quiero pedir perdón, por el numerito que te monte en la boda.
- Tu veo que estas muy bien ¿no?, ¿y esta niña es tu hija?
- Sí, claro, tiene casi 4 años. Se llama Verónica, ahora estamos esperando un niño.
- Me alegro por ti, de verdad, Samuel, querría hablar contigo a solas, ¿puede ser? Sin niños sin Yolanda.
- Si claro, esta tarde te viene bien...
- No quiero reproches, no quiero nada, quiero hablar como dos personas civilizadas... esta tarde, sí, a las 20:00 en la cafetería que hay al lado de nuestro parque.
NARRA VICTORIA
En ese momento llego Yolanda, e interrumpió nuestra conversación, el embarazo se le notaba ya demasiado, lo más probable, que tendría el niño en España, según comentaron después, tenían intención en un futuro de volver a España, Enrique y Verónica, no parecían haberse caído muy bien, ¡que recuerdos, así empezamos su padre y yo!, pero no querían que acabaran igual, que para sufrir, nosotros habíamos sufridos por todos juntos.
Al rato se fueron, Yolanda, no parecía muy cómoda, con mi presencia, creía que habían tenido ella y Samuel, una pelea, se fueron y estuvieron un buen rato solos, en la cocina, no sabía de lo que hablaban, pero a Samuel se le notaba algo exaltado.
Tenía, que llamar a Laura, lo tenía que dejar todo atado, para que nadie sospechara de nuestra salida, ella se tenía que quedar con Enrique.
Llego la tarde, tenía todos los preparativos, fui corriendo a casa de Laura, a llevar a Enrique, había dicho que iba al cine, que vendría tarde, que para no molestar a lo mejor me quedaba en mi casa si era muy tarde...
Llegue y todavía Samuel no había llegado, por una vez llegue antes de tiempo, eso nunca había pasado, la cafetería que decía, había cerrado, ya no estaba, normal después de más de 5 años, era normal, ,muchas cosas no estaban ya, y otras muchas estaban allí, nuestro parque seguía igual. Y todos los recuerdos en ese parque volvían a mi cabeza.
Samuel llego, en su coche...
- Samuel, esto está cerrado, ¿qué te parece si vamos a mi casa?
- De acuerdo, pero a Yolanda le he dicho que iba a ver a unos amigos, no puedo tardar demasiado, o sospechará.
NARRA SAMUEL.
No sé, porque estaba haciendo eso, sabia como podíamos acabar, o muy bien o muy mal, sabía que no había punto intermedio, pero no podía decirle que no, la seguía amando tanto, pese a su rechazo la anterior vez, pese a saber que podía traicionar a Yolanda, pese a todo ...
Llegamos a su casa, era una casa preciosa, ella me invito a entrar, nos sentamos en un sofá, ella me hizo un café.
- Victoria, me dolió mucho, lo de la última vez.
- Lo siento, de veras, no quería traicionar a Cristian, mi matrimonio ha sido un fracaso, un autentico fracaso, compréndeme, estaba embarazada, todos me decían que tenía que estar con él...
- Pero no pensaste en mí, no te importaba, como siempre pensaste en ti...
- Fíjate que en estos días no eres el primero que me lo llama.
- ¿Por Cristian si podías hacer un esfuerzo y por mí no?
- Nuestra relación no tenía ningún apoyo...
- Claro, que no, no tenía ni el tuyo, me querías, pero... te fuiste con Cristian, me dejaste a medias, me diste alas, y al final cuando estábamos a punto te fuiste...
- Todo eso puede cambiar, cuando queramos.
NARRA VICTORIA.
La conversación se había ido por donde no quería, reproches, y más reproches debía hacer algo.
En ese momento lo besé, el intento rechazarme, pero era tanta la tensión que había, el me llevo hasta la cama, me tendió sobre la cama...
"me tendió sobre la cama, y empezó a quitarme la ropa, y a quitársela él, era el momento que tanto había esperado, empezó a besarme por todo el cuerpo, yo también lo besaba, después de mucho tiempo, notaba amor, que alguien me quería y yo lo quería. Era tanto lo que yo había esperado...."
Cuando terminamos nos tendimos en la cama, y me quedé dormida Desperté, a la hora y media, no estaba él, no lo notaba en casa.
- Samuel, Samuel, ¿donde estas?, justo me encontré un papel al lado de la mí, en el sitio donde Samuel, se tendió.
"lo siento, esto ha sido un error, soy padre, tengo una esposa, y tú tienes un marido que te quiere, no lo dejes perder, te amo, pero no puedo perder a mis hijas, siento lo ocurrido, no quiero que pienses que es una venganza, lo nuestro ha sido muy bonito, y puede cambiar, llevas razón, pero a peor, a perder a nuestros hijos, quiero que me perdones, si esto hubiera ocurrido antes, hubiera hecho lo que tú querías, pero te has decidido muy tarde, lo siento"
Me quede fatal, no quería perder a sus hijos, prefería, a sus hijos antes que a mí, solo me quedaba perdonar a Cristian , si no quería estar sola.
Necesitas ser usuario registrado de FormulaTV.com para comentar en este blog. Conéctate o haz clic aquí para registrarte