CAPITULO 39- EL APRENDIZ.

NARRA SAMUEL.

Ya me había enterado de la noticia... Victoria y Cristian, se casaban, me lo contó mi madre, no daba crédito, curiosamente, cuando se casaba, era las fechas en la que yo estaba por Murcia, y claro, seguramente iría, pero no sabía, no quería vivir ese momento, quería vivir ese momento a su lado como su futuro marido, no como un mero espectador, sabia la cara que podía poner cuando me viera con Yolanda, pero claro, era tan impredecible y tan cambiante, que de ella me lo esperaba todo, ella me enseñó, a ser así, me enseño a amar, y me enseño lo que era el desamor, fue mi maestra y yo su aprendiz, pero también le tenía que agradecer, gracias a ella había conocido a Yolanda, gracias a sus actos y a su rechazo, que todavía me mataba por dentro, si soy sincero todavía la amaba, no podía quitármela de la cabeza, pero a más noticias, que me daban más me sorprendía, esta no era la Victoria, que yo había conocido.

Con Yolanda me iba bien, ella me quería muchísimo, me daba mucho cariño, pero no era lo mismo que con Victoria, ella me enseño a amar, ella fue mi maestra, nunca a nadie podre querer como a ella, a mi madre no le daba muchos detalles de Yolanda, no dije nunca que era mayor que yo, querían que la conocieran antes de contarles detalles de ella, pedí a todos que no dieran detalles de lo nuestro a nadie, y muchos menos a Victoria, ella era la que había empezado, ella era la maestra, en el arte del engaño, yo era un mero aprendiz, solo un aprendiz, que a base de engaños y rechazos había empezado.

La verdad, me daba mucho miedo mi reacción al verla, en el fondo la quiero, pero estoy un poco decepcionado, pero no puedo arrastrarme más, su rechazo el último día, me marco, y eso fue la razón para decir ¡basta!, en el fondo me daba pena, sabia, que ella no era feliz, tenía ese presentimiento, algo raro, sabía que en el fondo ella me seguía amando, sino ese día, no hubiera estado así conmigo, ella era la que no quería, ¿y si quería volver?, pues si ella me dijese que nos fuésemos juntos, que le daba igual todo, que quería algo conmigo, pues caería, volvería a caer, porque por más que quisiese ocultarlo, ¡seguía enamorado, de ella!

NARRA VICTORIA.

Los días pasaban y pasaban, cada vez la boda, se iba acercando más, me constaba, que Samuel, estaba ya en Murcia, ¡lo tenía tan cerca y a la vez tan lejos!

Seguía sin saber nada de la boda, cada vez estaba más nerviosa, normalmente es la novia la que prepara este tipo de eventos, pero, Cristian había asumido el mando, y hacia todo él, solo me decía que iba a ser una boda muy original, y eso de original, no me gustaba nada,! me temía lo peor!, no imaginaba, nada, lo estaba haciendo todo tan en secreto, el vestido era precioso, un blanco roto, palabra de honor, no llevaría velo, tenía un recogido de flores, de margaritas, que iban a juego con el ramo de novia, las flores me encantaban, sabía que iba a ser una boda civil, de momento solo civil, ya una vez puestos me daba igual, casarme por la iglesia también, pero Cristian, me decía que no podía ser, por más que intentaba, sonsacar, no era capaz, sé que Carolina y Jesús, sabían todo, pero ellos tampoco soltaban prenda. Solo me decían que iba a ser muy romántica, que un coche me estaría esperando a las 18:30 para llegar al lugar donde me tendría que llevar, que ya el chofer, haría el resto...

Estaba deseando que ese día llegase, estaba nerviosa, y a la vez preocupada, me daba miedo volver a ver a Samuel, muy en el fondo lo sigo amando, y parte de lo que he tenido estos meses, ha sido eso, pero él es pasado, Cristian, el futuro, y se estaba comportando de una forma muy buena conmigo, y la verdad que empezaba a olvidar a Samuel.

¡UNA BODA DE ENSUEÑO ESTÁ A PUNTO DE LLEGAR!, ¡UNA BODA DE PELICULA! ¡PERO SERÁ MUY REAL!...

Ese es con el mensaje que Cristian me despertaba todas las mañanas...