CAPITULO 12- TOCADA Y HUNDIDA

15 días más tarde...

Estábamos regular, Samuel, seguía muy raro, me confesó que estaba preocupado porque nos descubrieran, Belén y Héctor, se estaban empezando a dar cuenta de todo, encima mis notas se estaban resistiendo, de sacar sobresaliente a sacar todo con un "5 raspadito". Cuando le entregué, las notas, me gane una buena bronca, aunque hubiese aprobado todo, esperaba más, esperaba lo que yo siempre había sacado. Esto acrecentó mas las sospechas.

- Te estás juntando mucho con Samuel, y eso, te está trayendo todo esto, no eres la misma desde que nos fuimos....

- No papa, me he despistado te lo prometo, en verano estudiare y el año que viene volveré a sacar mis notas de siempre.

Samuel y yo, nos veíamos a escondidas, en el parque o cuando se iban, estaba aterrada ante la posibilidad de que nos pudieran pillar, estábamos muy nerviosos, tenía un presentimiento, malo, muy malo.

Decidimos, quedarnos en casa, Belén y Héctor se iban a una comida, decidimos ponernos a ver la televisión, tendidos en mi cama, nos echamos una mantita, porque tenía frio, pero nos quedamos dormidos abrazados, cometimos el error de quedarnos dormidos abrazados en mi cama. No teníamos esa intención, pero paso.

NARRA BELEN

Después de varias horas llegarnos a casa, no encontrábamos a los niños y nos pusimos a buscarlos por toda la casa, no estaban en su cuarto, no estaban en el salón, en la cocina.... Solo quedaba un sitio el cuarto de Victoria, cuando llegamos, abrimos decidido su cuarto...

- ¿Qué está pasando aquí?

NARRA VICTORIA

- Esto, esto no es lo que parece, tiene una explicación.

- No me lo puedo creer, dijeron al unísono Belén y Héctor. ¿Cómo que no es lo que parece?, estáis acostados en la misma cama ¿qué es lo que no parece? – dijo Belén,

- Por esto estabas así no Victoria, por esto tus notas, por esto os llevabais tan bien, cuando os queríais matar antes, por eso dejaste a tu novio, claro todo casa ahora, lo teníamos tan cerca y no lo vimos.

- Papá, lo siento mucho, no queríamos....

- No querías que, que nos enterásemos, que no querías dímelo....

- Todo empezó cuando os fuisteis, ahora somos novios, papá, nos queremos.

- Pero es que lo vuestro no puede ser, sois hermanos, ¡hermanos! Estoy casado con su madre, te enteras.

- Papa lo siento...

- Tu no sientes nada, estas castigada, voy a hablar con tu madre, tenía planeado que te fueras a Madrid con tu madre el año que viene, pero te vas ya, sois mayores de edad, si, pero si no aceptáis esto, os vais los dos de la casa, y a ver como os mantenéis, no acepto vuestra relación, no la acepto.

- Y si no queremos que- dijo Samuel- no nos podéis separar. Nos queremos,

- No os queréis, es un amor pasajero, se os pasará, vuestro amor ¡es imposible!, como os he dicho, si no aceptáis, os tenéis que ir los dos de la casa, y no os voy a pasar ni comida ni dinero ni nada, a ver a donde vais, dos adolescentes, sin trabajo, casi ni estudios ni nada. Y ahora, hasta que te vayas a Madrid, no os podéis ver, te irás mañana o pasado como mucho, ve arreglando la ropa y tus cosas.

Después de aquella conversación estaba tocada y hundida, Samuel estaba igual o peor, nos separaban, el se fue corriendo, seguramente al parque donde nos conocimos. Estaba muy afectada, estuve a punto de decirle a mi padre todo lo que pensaba, que era un cobarde, que dejo irse a Madrid a mi madre, por no moverse de ciudad.

A ver cómo le explicaba esto a las chicas, con ella si nos podríamos estar en contacto por internet, pero con Samuel no.

Las horas pasaron estaba tirada en mi cama sin ganas de nada, la maleta la tenia medio arreglada, y sabia más o menos lo que me iba a llevar.

Bajé a la parte de abajo, Samuel no estaba, habían pasado las horas y no estaba, la madre estaba muy preocupada.

- Victoria, Samuel no está, ¿sabes donde lo puedo encontrar?

- Creo que sí, si me dejas ir a buscarlo, te lo traigo.

- Ve, por favor

Me dirigí, sin ninguna duda sabía que estaba en el parque, estaba sentado sobre el banco echado para adelante, estaba llorando, no cabía dudas

- Samuel, no llores por favor, olvídame, prométeme, que no vas a estar triste, prométeme, que vas a buscarte a otra y vas a ser feliz.

- ¿y tú?

- No te preocupes por mí, intentaré ser feliz, allí, pero prométeme, que vas a estar bien, tanto como yo lo voy a estar – sabia sin ninguna duda, que yo allí no iba a ser feliz, pero tenía que darles ánimos- por favor.

- Lo intentaré, te amo, te quiero, eres lo mejor que me ha pasado en la vida, no encontraré a nadie como tú.

- Te voy a echar mucho de menos, pero hay que sobreponerse, no dejara que hablemos, ni que nos comuniquemos, allí intentare buscar amigas nuevas...

- No quiero que te vayas.

- Ni yo quiero irme, esto va a ser muy duro, pero será menos si me prometes, que vas a estar bien, y que te vas a buscar a alguien

- ¿Estás dejándome?

- No, y si, si me quedara no, pero como me tengo que ir, quiero que seas feliz, y tu felicidad, esta con alguien que tu madre acepte, si no te dejara lo íbamos a pasar peor, la distancia, ¿Cómo íbamos a hablar?, ¿Cómo lo íbamos a hacer?, es muy complicado, no quiero que sufras, lo siento, te quiero tanto, que prefiero que tu seas feliz, a estar infeliz a tu lado...