Viernes, como otro viernes cualquiera, estábamos para entrar en clase, al día siguiente era la boda de mi padre y mi madrastra, ufff Qué mal suena llamarla así a la pobre, como otro día mas, estaban Samuel y sus ladys, como yo las llamaba, vamos 4 o 5 lameculos de mi futuro hermanastro, que estaban todo el día detrás de él, bueno de él y de sus amigos, estaban apoyadas a la puerta de la entrada, y como no me iban a hacer algo, que sería hoy ¿zancadilla para que me caiga?, ¿ me quitarían algún libro? O solo se empezarían a reír cuando pasara, el coraje de esto es que Samuel las veía y no hacía nada, no se reía pero tampoco me defendía, en el fondo pensaba que me gustaba verme sufrir.
- Vaya aquí llega, Victoria, solo queremos hablar contigo ven.
- No déjame, - en el fondo no les plantaba cara no era por miedo, sino porque no quería liarla- con suerte llegaron mis amigas, y no me hicieron nada, cuando me veían con Laura, Diana, Noelia o Marta, se callaban y no me hacían nada, se lo pasaban bien, después eran las típicas que me pedían apuntes o me preguntaban sobre los estudios, y yo para ver si así me dejaba tranquilas las ayudaba.
Era el día de la boda de Héctor y Belén, yo estaba muy contenta por mi padre, y por Belén, pero no quería compartir casa con Samuel, a partir de ahora lo tendría que ver todos los días a todas horas, me hacia rabiar, me chinchaba, se creía que por el hecho de ser Samuel, el gran Samuel, quería tener algo con él, además si quisiera no era su estilo de chica, a él le iban las chonis, y nunca se enrollaría con una pija como yo, solo me quería para pasar el rato, además íbamos a ser hermanastros, yo no quería nada con él, o eso creía mi corazón.
Últimamente con mi novio, Jesús, no me iba muy bien, el era aburrido, me moría por dejarlo, pero no quería hacerle daño, soñaba con que encontrara otra, llevábamos 3 años juntos, la relación se me hacia pesada, aburrida, quizás porque él era muy aburrido, cuando lo veía sentía monotonía, mi vida con él era muy ordenada, necesitaba desorden en mi vida.
NARRA SAMUEL
Estaba muy feliz, por mis madre, por fin iba a ser feliz, se que Héctor la quiere mucho, y estaba muy ilusionado con que Victoria se iba a venir con nosotros a vivir, yo estaba muy enamorado de ella desde el principio, pero no se lo quería hacer ver, ella nunca se fijaría en un chico como yo, cada vez nos distanciábamos mas, yo la hacía rabiar mucho, le mandaba señales, pero las señales en vez de provocar amor, provocaban distancia, ella las veía como desprecios, ella la veía como que la odiaba, y no era así, yo la amaba, yo sin que ella lo supiese intentaba mediar con la clase para que no la molestaran, pero lo hacía de una forma que pareciese que no me importase, al fin y al cabo yo era el duro, no quería reconocerlo, pero era así, yo tenía mucho éxito entre las niñas, cada día venia una distinta a arrastrarse porque le diera un abrazo o un cariño, y estaba con ellas, pero solo pensaba en Victoria, pero ella era inaccesible, solo me tendría que conformar con su presencia, con vivir al lado de ella, con verla feliz con su novio, porque ni siquiera podríamos ser dos amigos...
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En la celebración, lo veía hablando con unas y con otras, bueno y lo que no era hablar, bailaba se besaba, parecía muy feliz, al fin y al cabo, mi hermano tenía que encontrar su felicidad, porque para mí solo podía ser eso, mi hermanastro, en el hipotético caso, de que estuviera interesado por mí, no podríamos hacer nada, el destino había querido que fuéramos hermanos, y tanto su madre como mi padre no nos dejaría ser nada más.
- Victoria, Ylenia, Hugo, Samuel venid.
- Papa que quieres – dije muy acelerada al venir corriendo-
- Espera a que venga Samuel, ¿donde se ha metido? – dijo su Belén
- Estará en el baño, con alguna amiga – dije en voz baja mientras Hugo me daba un codazo para que me callara
- Al fin vienes Samuel
- Lo siento estaba acompañando a un chaval – dijo con cara de niño que no ha roto ningún plato-
- ¿Niño o niña Samuel? – dije con cara maliciosa
- Victoria no empieces os tenéis que llevar bien sois hermanos ahora, parezcas como si tuvieras 10 años – dijo mi padre-
- Pues en las arrugas no lo parece- dijo Samuel-
- Os calléis ya, para los que os hemos reunido Belén y yo, lo hemos pensado y hemos decidido que sois mayores ya, y os podéis quedar solos mientras nos vamos de viaje de novios
- ¡Pero papa!, dije rechistando
- Victoria sois mayores, y responsables, y no rechistes.
- Tranquila tiempo para nosotros solas dijo Ylenia a mi oído. Jajajajajajaja
Espera un momento Victoria no te vayas- dijo Belén-
- Eres la mas responsable, estate al cuidado de estos 3, hazlo por mí, que estudien y que coman, la cocinera ya sabe lo que debéis de comer, pero si no os gusta decírselo, y vigila la hora de todos, que yo sé que eres responsable, ¿puedo confiar en ti?
- Claro que si Belén haré lo que pueda
Mientras me iba, solo me salió decir, que guay 15 días solos con Samuel, con mucha ironía
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