DIAS DE AMOR

NARRA VICTORIA.

Después de discutir con Cristian y de arreglar algo de ropa, para mí y el niño, decidí, irme a casa de mi madre, no aguantaba, ni un segundo más con él, me había herido, en el fondo sabia que llevaba razón, pero no quería verlo, quizás si era muy egoísta, quizás no demostraba todo mi cariño al niño, quizás me molestaba, sí, pero no era porque era mala, lo quiero a mi forma, pero es un cariño distinto, pero claro...

Después de mi graduación, nos fuimos a cenar y una discoteca, la gente de mi clase juntos, sin parejas y sin nadas, Cristian se quedo con el niño, era la primera vez en mucho tiempo que iba a salir sin Cristian, bueno, sin Cristian y sin Enrique, era la primera vez que pisaba una discoteca después de tanto tiempo, no iba a beber no quería hacer el ridículo, no quería que me pasase como la última vez que fui a una....

La verdad es que volví tarde, muy tarde, Cristian se hizo el dormido, pero sabía que estaba despierto, yo intente, hacer el menos ruido posible. Me desvestí, me puse el pijama corriendo.

A la mañana siguiente, me desperté, Cristian todavía no se había ido.

5 AÑOS DESPUES.

¡Si, ya habían pasado 5 años!, la vida me iba bien, estaba a punto de terminar la carrera, de hecho hoy me gradúo, con Cristian, estaba bien la verdad, ¡si bien!,, bueno para que engañar nos iba..., el estaba emperrado en tener otro niño, pero yo no quería, le daba largas, le dije que para que cuando acabara la carrera, pues lo tendríamos, pero ahora me arrepentía.... Creía que ese momento no iba a llegar nunca, y estaba a la vuelta de la esquina..., cada vez teníamos más peleas, claro lo comprendía, quería más niños, pero yo no, no quería volver a pasar lo mismo otra vez, Enrique era un trasto, estaba muy mayor ya, era muy cariñoso, pero más travieso era, no se le podía quitar ojo, ni un segundo, no te dabas cuenta, y hacia cada trastada, la niñera estaba muy pendiente de él, pero no daba de sí, la pobre mujer.

NARRA VICTORIA.

Llego el día de la boda, seguía sin saber nada de ella, tenía una mezcla de sentimientos, nervios, preocupación, alegría, e incluso pena...., no sabía nada, creía que Samuel, iba a ir.

NARRA CRISTIAN.

Estaba todo preparado, había llegado, tenia preocupación, por si salía algo mal, había puesto mucho empeño, había removido, cielo y tierra para conseguir esa boda, una boda acorde, con nuestras expectativas, invite a mi familia, a mis compañeros de equipo, había muchas sorpresas, quería que ella fuera descubriendo poco...

NARRA VICTORIA.

Ya estaba vestida, preparada para una tarde llena de emociones, una limusina estaba esperándome para llevarme a mi nuevo destino, mi vestido me encantaba, no era un vestido de novia así tradicional, era blanco con pedrería, por todo el cuerpo, no llevaba velo, llevaba un recogido de flores.

NARRA SAMUEL.

Ya me había enterado de la noticia... Victoria y Cristian, se casaban, me lo contó mi madre, no daba crédito, curiosamente, cuando se casaba, era las fechas en la que yo estaba por Murcia, y claro, seguramente iría, pero no sabía, no quería vivir ese momento, quería vivir ese momento a su lado como su futuro marido, no como un mero espectador, sabia la cara que podía poner cuando me viera con Yolanda, pero claro, era tan impredecible y tan cambiante, que de ella me lo esperaba todo, ella me enseñó, a ser así, me enseño a amar, y me enseño lo que era el desamor, fue mi maestra y yo su aprendiz, pero también le tenía que agradecer, gracias a ella había conocido a Yolanda, gracias a sus actos y a su rechazo, que todavía me mataba por dentro, si soy sincero todavía la amaba, no podía quitármela de la cabeza, pero a más noticias, que me daban más me sorprendía, esta no era la Victoria, que yo había conocido.

NARRA VICTORIA.

- Victoria, no me has contestado, me encantaría casarme contigo, este no es el sitio donde quería habértelo dicho, pero... -en ese momento se puso de rodillas, y se saco una caja de su chaqueta, y la abrió ¡era un anillo precioso!-

- Yo no sabía que contestar, la verdad -el niño en ese momento empezó a llorar- Sí, -dije titubeando ...-

- -en ese momento se lanzo a mí, y me dio un beso, que corté, porque el niño seguía llorando...-

Llegamos al hospital, corriendo fuimos a la parte del hospital infantil, allí estaba mi madre.

NARRA SAMUEL.

Estaba en Inglaterra, pronto iba a regresar de vacaciones a Murcia. De Victoria, no sabía nada, desde aquel día, en el que me rechazó, yo me había acostumbrado a no tenerla. Ella tendría que estar bien, ya habría sido madre, y seguro que su vida, le irá fenomenal.

Mi vida había cambiado, no la había podido olvidar, pero si había empezado a salir con una compañera de piso, era mayor que yo, tenía 25 años, se llamaba Yolanda, al principio creía que estaba saliendo con uno de los compañeros de piso, pero no. Estaba trabajando, también era de España, era de Madrid, quería enamorarme de ella, pero por más que lo intentaba no lo conseguía ella también se iba a venir conmigo a Murcia, primero pasaríamos por Madrid, para presentarme a sus padres. Ella me quería mucho, de eso estaba seguro, ella sabía todo lo que me había ocurrido con Victoria, ella no entendía como el destino, había podido ser tan cruel.

10 MESES DESPUESrnNARRA VICTORIArn

NARRA VICTORIA.

Lo rechace, rápidamente fui al cuarto de mi madre, ya había llegado, me vio llorando.

- Hija que te pasa.

- Nada mama, nada.

Después, de estar hablando con Samuel, me fui a vestir, había convencido a Samuel, para que se viniera con nosotras a la cena, habíamos quedado en un restaurante cercano, pero como siempre iba a llegar tarde, Samuel me metía prisa.

NARRA SORAYA.

Me quede allí en el salón, la niña no sabía adonde había ido, y Héctor estaba por allí deambulando, Belén, me había caído bien, ella no tenía la culpa de lo que había pasado.

En ese momento Héctor entró en la sala.