"Tengo miles de aspiraciones que lucharé por cumplir"

Entrevista a la joven actriz cubana Ana de Armas, la que fuera una de las protagonistas de la popular serie española El internado, y quien inició su formación antes de salir de Cuba en la Escuela Nacional de Teatro.

Tu protagonismo en la serie El internado sin lugar a dudas fue una gran puerta para emprender una prometedora carrera internacional...rnSí, entrar en el reparto de El internado fue lo más importante que me pasó apenas llegar a España. Fue una sorpresa y una ilusión muy grande saber que contarían conmigo para esta serie que al principio nadie sabría si funcionaría y gustaría a la gente, pero de cualquier manera era una oportunidad inolvidable. Y para suerte de todos, sí gustó, y mucho... Fue una de las series más vistas de España durante cuatro años, y por supuesto gracias a eso algunas puertas se abrieron.rn¿Cómo llegas a este personaje? ¿En qué circunstancias se te posibilita entrar en el reparto de la serie?rnCuando llegué a España sólo conocía a dos amigos y a mi representante. Así que los primeros días después de que pasó la emoción de estar en este país, empecé a echar de menos a la familia y amigos. Pero por suerte, a las dos semanas más o menos me dicen que un director de casting que se llama Luis San Narciso quería verme para un personaje en una nueva serie. Por supuesto que sin preguntar nada fui a encontrarme con él. Y para más alegría, este hombre había visto mi primera película, Una rosa de Francia, y en cuanto llegué a su oficina y hablamos un par de minutos, me dijo que el personaje de Carolina era mío. La alegría fue inmensa, pero lo que en realidad no tenía ni idea era de las consecuencias que esto traería para mí. Como dicen aquí, "fue llegar y besar el santo". Y siempre estaré agradecida a Luis San Narciso por esta oportunidad.rnDespués de haber podido apreciar el resultado de la puesta en pantalla, ¿cuáles han sido las conclusiones de esta experiencia?rnDespués de estar varias temporadas en El internado, y ver que año tras año seguía gustando y funcionando, no hacíamos otra cosa que disfrutar del éxito de la serie, y seguir trabajando duro cada día para que esto se mantuviese así. Ha sido una experiencia sin dudas imprescindible para mí, tanto personal como profesionalmente. Me ayudó muchísimo en muchos aspectos de mi vida, conocí a mucha gente, y algunos son amigos que tendré para el resto de mi vida, y por supuesto profesionalmente fue lo que me dio la oportunidad de que conocieran mi trabajo y que me llamaran para otras producciones.rnEl personaje de Carolina, ¿desde un principio estaba concebido para no llegar al final de la serie, o el guionista determinó cambiarle su curso por alguna razón que propiciara su despedida de El internado?rnEl personaje de Carolina llegaría al final de la serie desde el primer momento. La causa de que no resultara de esa manera fue una decisión personal, que compartí con los productores y guionistas para llegar a un acuerdo. Después de varios años en El internado, me sentía un poco inquieta y tenía ganas de probar otras cosas, de hacer algo diferente. Especialmente en ese momento, tenía ganas de estudiar inglés y parar un poco de trabajar, tomarme tiempo para mí. Así que a pesar de que el hecho de irme de la serie era algo a meditar, ya que la situación para encontrar trabajo, tanto en el arte como en cualquier otro oficio, es muy complicada, me hizo pensar algún día en mis ahorros, en si tendría suficiente hasta encontrar trabajo quién sabe cuando... Pero bueno, como nunca he tenido miedo a eso, y siempre se puede volver a casa con los padres en momentos difíciles, hice lo que me decía la intuición, que como casi siempre me guío por ella, y me fui a New York a estudiar inglés.rnPara lograr este personaje, tuviste que interrumpir tus estudios de actuación, que aún no habían concluido en la Escuela Nacional de Teatro de Cuba (ENA).rnBueno, cuando estaba en Cuba y tomé la decisión de irme a España a buscar trabajo, estaba en el cuarto año de la escuela de teatro. Me quedaban sólo unos meses para graduarme, pero sabía que inmediatamente después de eso no podría salir de Cuba en unos años, así que valoré el hecho de tener un título en mis manos, o de salir "ya" en busca de mi futuro, y como te dije antes, siempre le hago caso a mi intuición, así que me fui. Cuando lo hice, como lo expliqué antes, no iba a España teniendo ya la serie de El internado segura, para nada, todo lo contrario, me fui a probar suerte, podía haberme salido bien o mal, iba a jugarlo todo. Era un riesgo que necesitaba correr.rn¿Qué imágenes te invaden la memoria cuando mencionamos precisamente la ENA?rnCuando hablo de la ENA me vienen una sonrisa... pero cuando pienso más de diez minutos en ella, empiezan a salir otras cosas. Fueron muchos momentos buenos, increíbles, inolvidables, entrañables y deliciosos, que me llenaron de experiencias y me hicieron madurar, pero también algunos bastante duros y dolorosos... que en aquel momento los vivía como si fuera el fin del mundo y de los que he sacado provecho años después. Es una escuela en la que tuve a grandes maestros, con un gran corazón, y por supuesto también tuve algunos que no lo eran tanto. Fue donde conocí a mi mejor amiga Claudia Alvariño, fue donde viví lo que es de verdad un grupo, el lugar donde tuve mi primer contacto con el teatro y fue el sitio donde me enamoré de esta profesión. ¡Creo que esa sonrisa que me viene no se borrará jamás! A veces me entran unas ganas locas de volver a ella, de volver a pasar año tras año allí y estudiar otra vez todas aquellas cosas maravillosas, que ahora, aprovecharía mas.rn¿Consideras que tu formación inicial en la Escuela Nacional de Teatro, en Cuba, contribuyó en alguna medida a que los realizadores de El internado creyeran en ti?rnDefinitivamente muchas de las cosas que aprendí en la escuela han contribuido en mi desarrollo profesional. Creo que las cosas que nos enseñaban en la ENA eran muy buenas. El hecho de que pases por una escuela o trabajo, no hará que la gente se fíe de ti. Puede ser una buena carta de presentación, pero no significa que con eso llegues al fin del mundo. No pienso que haya contribuido para nada en la decisión de los productores de El internado, ya que ellos no sabían nada sobre mí ni sobre la escuela de teatro. Creo que lo que se aprende en la escuela te lo tienes que guardar para ti, y en el día a día lo único que cuenta es lo que haces en cada momento. Sólo valorarán lo que tú eres capaz de mostrar que sabes hacer, no lo que diga un papel o un currículum. Lo que vale es la práctica.rnSon muchos los artistas que se deciden por la aventura de una carrera fuera de su país. En tu caso particular, ¿te hubieses sentido realizada actuando en Cuba o las expectativas no eran suficientes?rnBueno, mis tres primeras experiencias de trabajo fueron en Cuba, cuando aún no había acabado la escuela de teatro. En aquel momento para mí eso era lo mejor que me podía pasar, sobre todo teniendo en cuenta que era cine en lo que estaba trabajando. Pero tenía delante de mi cara a antiguos alumnos de la escuela, graduados, que no estaban trabajando, o que por estar haciendo el servicio social no tenían dinero. O encendía la televisión y lo que veía no eran más que novelas repetidas de muchos años atrás, o cosas que por el bajo presupuesto con el que contaba el ICRT, no eran de buena calidad... Y la verdad es que tampoco lo pensé mucho, tuve la suerte de tener la nacionalidad española, y con ella, la libertad de venir a España. No sé que habría hecho de no haber contado con esa ventaja, nunca lo sabré.rnPróximamente regresarás a tu país para participar en proyectos fílmicos. Adelántanos algo.rnSí, en breve tengo un proyecto en Cuba, una película que se llama Siete días en la Habana. Una película que contará con la dirección de siete directores de varios países, y cada uno dirigirá un corto. Mi corto será dirigido por Benicio del Toro. De momento no puedo adelantar más (ríe). Siempre que haya algún proyecto interesante en Cuba y quieran contar conmigo lo haré sin pensarlo. Siempre será un orgullo trabajar en mi país.rnUna joven, buena actriz, versátil, y además con una imagen tan atractiva, imagino que tendrá aspiraciones que vayan más allá de una serie española para televisión. Por ejemplo, ¿qué pasa por la cabeza de Ana?rnEstoy centrada en el día a día, quiero vivir y disfrutar el momento. Quiero preocuparme por cada día ser mejor en mi trabajo y como persona. Por supuesto que tengo miles de aspiraciones que lucharé por cumplir cuando llegue el momento.