Análisis, "Los Hombres de Paco", capítulo 100, "Héroes"

El capítulo 100, especial de esta serie, "Los Hombres de Paco", en la mayoría de puntos ha brillado con luz propia y en otros ha estado un poco más desencajado. Puntos donde merece ser recordado por mucho tiempo y en otros, olvidado. Puntos donde ha existido una tensión llevada al límite, y muy bien continuada cambiando escenas de uno a otro punto, sobre todo en el final del episodio. El aspecto sonoro también ha ayudado. Las nuevas composiciones que se están utilizando para esta temporada han destacado notablemente, incrementando la angustia que uno podía sentir por una situación delicada, multiplicándola hasta límites insospechados, alcanzando una cota, que si bien no alcanza a El efecto mascletá, sí supera a Algo tan sencillo como hacerte feliz.

Y es que La resurrección de Los Hombres de Paco ha logrado paliar ciertos altibajos que ha sufrido la temporada, sobretodo en los episodios cercanos al comienzo de la denominada Resurrección. Una resurrección de aúpa de las tramas más cercanas a la intriga, a la tensión, a situaciones comprometidas para prácticamente todos los personajes, que les involucran de un modo u otro, pero en donde en algunos capítulos unos personajes por norma general acaban destacando más que otros, también aplicándose el efecto contrario; en donde bien pudo destacar un actor en un capítulo, en otro baja un poco el listón y le cede el puesto a otro actor, que acaba aportando esa interpretación de lujo que, por lo general, en una serie como esta, debido a la gran calidad interpretativa de sus actores, dispone de esos intercambios en la maestría de actores en uno u otro capítulo.

A continuación paso a comentar con más detenimiento el capítulo Héroes, emitido el 17 de Junio de 2009, a partir de las 22:00 horas, por Antena 3 Televisión.

Voy a empezar por lo positivo que ha dado de sí este episodio, y que ya de por sí no ha sido poco. Un actor de grandísimo prestigio como lo es Santiago Segura, y un cantante con una reputación bien merecida, procedente del grupo "El Canto del Loco", Dani Martín, han realizado una colaboración especial en este episodio, bastante fructífera por ambas partes.

Santiago Segura ha dado el toque de humor, ingrediente que en este capítulo habría sido prácticamente inexistente debido a la seriedad de las demás tramas. La valía de este actor en el terreno cómico ha demostrado ser de oro, realizando un papel encomiable, sin llegar a sobresalir tanto como en las películas de "Torrente" por ejemplo, pero sí destacando notablemente. Por otra parte, el hecho de que se interpretara a sí mismo ha sido bastante original, no es algo que se suela ver con mucha frecuencia en las series de ficción nacionales, y aquí se ha visto y explotado mediante una faceta cómica con la trama de que le amenazaban a Santiago Segura para que no hicieran "Torrente 4".

Dani Martin ha sido la otra incorporación novedosa en una trama paralela a la de Santiago Segura, siendo vital para el transcurso del caso de la camorra capolitana. Su interpretación, teniendo en cuenta que es un cantante muy conocido, y no un actor de cosecha propia, no ha estado al nivel de los mejores, pero sí ha sido lo suficientemente aceptable como para llegar a imponer sensaciones. Momentos como la conversación que mantuvo con Paco al final del episodio, donde le pedía al inspector que debía cargarse él mismo a Vittorio, y no Paco, porque este tenía una familia y amigos a los que querer, o el inicial, donde pidió a Paco y Mariano que le disparasen en el brazo, corroboran una sangre fría de este infiltrado de la mafia, que les había estado siguiendo la pista durante 6 largos años.

Cristina Plazas, que interpreta a la comandante del CNI, Marina Salgado, realizó su vuelta a la serie en este capítulo especial, donde se encargó de sustituir al inspector de Asuntos Internos, Trujillo, a este último, perdiéndole el rastro sin dar una explicación locuaz sobre su marcha de la comisaría. La magistral intervención de este actor (Fernando Cayo) en la serie no hace justicia a un excluyimiento del mismo tan repentino, pero al menos, se ha introducido nuevamente a la Salgado, creándose de paso cierta tensión entre ella y Mariano, al volver a encontrarse después de que se separaran, tras haberse casado, y descubrir la Salgado que Mariano realmente no la quería, pero lo disimulaba así para no hacerla sufrir, pero de este modo, el batacazo cuando se entero fue aún mayor de lo inicialmente previsto...

El enfoque dado al caso de la mafia italiana ha sido impactante cuanto menos, presentándose la camorra capolitana con la que habían logrado acabar Paco y Mariano como una pequeña escala de una organización global mucho más grande, que llegaría a escalas inimaginables por los policías. Aquella organización recibiría el nombre de mafia moderna, comandada por "El Gordo", de quien desconocían por completo su identidad.

Y es que el caso, a medida que van pasando los capítulos, va ganando en intensidad y va recreando situaciones de lo más desesperadas, viéndose acorralados en esta ocasión prácticamente la totalidad de la comisaría de San Antonio al verse amenazados por la mafia capolitana, al haber sido detenido Vittorio. Esto incluía a la hija del inspector Franscisco Miranda, Sara, habiendo ilustrado su amenaza la camorra italiana a través de una lista, en donde estaba incluida la susodicha Sara.

Paco fue llamado por la mano derecha del gordo, de la cual únicamente conocían el nombre, no sabían nada acerca de su complexión, estatura ni nada, así que Jota (personaje del que hace Dani Martín), el infiltrado de la mafia, le instó a Paco a que siguiera las instrucciones de aquel hombre, a pesar de que tenía remotas posibilidades de salir con vida de la reunión. Cuando Paco acudió al punto citado por el mafioso en cuestión, este le aconsejó que matara a Vittorio para que no cantara nada sobre su organización en el juzgado o en las declaraciones previas en la comisaría, o la vida de su hija correría serio peligro.

Una genial interpretación de Paco Tous puso la guinda a una serie de acontecimientos ya de por sí espectaculares girando en torno a Paco Miranda. Fue claramente uno de los máximos protagonistas del capítulo, del caso, el eje sobre el que todas las ruedas giraban. Paco se vio entre la espada y la pared, encerrado en un amasijo de escombros sentimentales que conllevaban a que se viera obligado a actuar de una forma completamente adversa a la ley, pero tratando a su vez de salvar vidas...

Y es que la estampa de Paco, cargando la pistola con la bala específica que le dio la mano derecha del gordo, en su pistola, observando con un deje de furia a Vittorio, acabó asustando al que, en anteriores capítulos, había sido un mafioso completamente imperturbable, pero en este, viéndose amenazado de muerte de aquella forma tan extrema, le entró el pánico y no pudo evitar verse sometido a una presión que le indujo a huir. Pero Paco le pisó los talones, y sin acelerar demasiado el paso, ni quedarse quieto en el sitio, fue avanzando poco a poco hacia Vittorio, arma en mano, dispuesto a matar a Vittorio.

Paco, finalmente, no pudo acabar con la vida del mafioso italiano, puesto que al escuchar de su boca que tenía familia, tal y como el inspector también la tenía, le entró un gran desconsuelo, y se echó a llorar, incapaz de acabar con la vida de Vittorio. En ningún momento de la serie Paco ha matado a nadie y parecía que podía darse el caso aquí por primera vez bajo estas circunstancias críticas, pero tampoco ha sido así.

El secuestro de Santiago Segura por parte de uno de los mafiosos de la camorra italiana, que era uno de los secuaces de Vittorio, dio lugar a un acordonamiento de la comisaría para intentar evitar que el mafioso saliese de allí, acorralando al tipo en un despacho del piso superior de la comisaría. Curtis demostró una vez más su valentía (no es la primera vez que protagoniza actos heroicos por salvar la vida de algún inocente) acudiendo al encuentro del mafioso en su escapatoria de la comisaría, pero no consiguió reducirle, a pesar de intentar intercambiarse por el rehén, Santiago Segura.

Bajo una lona, el mafioso seguía con su escapada, lenta, minuciosa, sin que los policías pudieran saber quien era exactamente..., hasta que a Rita le vinieron a la mente unas palabras dichas por Santiago Segura, algo así de que había hecho la mili con los pies planos, y buscó entre unas huellas que habían en el suelo, las que coincidieran con las del asesino. Y si el mafioso escapaba, probablemente Curtis y Segura morirían poco después de abandonar el recinto... Así que Rita, con la intención de evitar una desgracia en toda regla, disparó al centro de la lona, hiriendo al mafioso en el pecho... Era la primera vez que Rita disparaba a matar a alguien, pero era algo completamente necesario por las circunstancias tan peligrosas en las que se hallaban, así que su actuación en este caso ha sido alabable, salvando de una situación descontrolada a la comisaría. Así que se puede decir abiertamente y sin tapujos que, en este capítulo, "Héroes", Rita, se ha coronado.

Todos estos momentos con Paco como protagonista de estos idílicos momentos, mientras se iban alternando escenas con la crisis que estaba sacudiendo la comisaría de San Antonio, fueron acompañados por una banda sonora exquisita, de esa que satisfaga al oído del espectador mientras degusta nota a nota la música que esté sonando, mientras vive al límite la tensión que este capítulo ha sabido mostrar en muchos de sus frentes, teniendo buena parte de la culpa, y para bien, la ya mencionada banda sonora, antológica.

Ahora procederé a destacar aquellos puntos del capítulo que me han parecido más negativos, y que se pueden comenzar calificando perfectamente apenas dos nombres: Sara y Aitor. No tuvieron relevancia alguna en ninguna de las tramas policiales (la de Santiago Segura y la mafia moderna) y sus escenas giraron en su gran mayoría en la boda que tendría lugar entre ambos (relatando el propio Aitor la ceremonia mediante una pantalla de televisión, como si fuera él mismo el cura, una original forma de casarse sin duda, aunque la boda fuese de mentira), aunque también las hubieron cargadas de sexo entre ambos, en una de las escenas posiblemente más empalagosas de toda la temporada. (eso sí, con un acompañamiento musical para quitarse el sombrero)

El protagonismo concedido a Mariano ha sido por momentos hasta paupérrimo si tenemos en cuenta que su aparición en anteriores episodios era mucho más condensada, y por lo tanto, mucho más aprovechada. Ha faltado ese toque inigualable de humor que sólo él sabe expresar mediante su forma de hablar, sus gestos, sus preocupaciones..., y que en este capítulo no ha sido posible disfrutar. Pero aún así, hubo algún momento que otro en donde destacó, como por ejemplo cuando encontró a Paco, siguiéndole encerrado en el maletero de su coche, en las llanuras con flores, donde le dijo que eran un equipo.

Otro fallo a comentar son los gazapos, aquel material del que uno intenta escapar en una serie, pero que por inercia, bien por recuerdos del pasado, o bien por errores de montaje en la grabación de las escenas, acaban palideciendo, mostrando los puntos débiles de una serie, ya que no se trata de cosas que ocurran en la vida real, sino en la ficción. La mención a que Aitor vivía en Madrid en este episodio, en contrapartida a la que se hizo en su presentación, cuando vio a Sara vestida de novia en el capítulo "El tío Walt", que dijo que era nacido en León, es uno de los ejemplos de gazapos cometidos en este capítulo, junto también al hecho de haberse visto en una escena a la comandante Salgado con una pistola normal y corriente, y en otra posterior cambiársela por un revólver, el que portaba en la investigación del caso Káiser en la 4ª temporada. Un gazapo ya menor consistió en que Paco le contaba a su hija el por qué del que la habían llamado Sara. Según Paco, en una película que vieron él y Lola en un cine de verano, salía una chica que se llamaba Sara, y tanto a Paco como a Lola les había gustado ese nombre para su hija y lo eligieron. Sin embargo, según Lola, Lucas había insistido fervientemente en que le pusieran de nombre a la hija de Paco y Lola, Sara. Los hechos no cuadran en esta circunstancia, aunque también bien puede haber sido una coincidencia y que combinando ambos hechos, se aseguraran Paco y Lola de ponerle Sara a su hija. Por esto último este último gazapo no es muy importante, dada la naturaleza del mismo es fácilmente enmendable.

Conclusión: la serie no está pasando por su mejor racha, pero bien es cierto que ha mejorado en comparación con capítulos pasados, en donde la tensión y la intriga brillaban por su ausencia. Las incorporaciones especiales de Dani Martín y Santiago Segura han sido muy acertadas, dando un toque a caballo entre la comedia más alocada, y el tinte policial más serio e intrigante. En otro orden de cosas, Paco Tous ha realizado una interpretación sublime, de las mejores de toda la temporada, seguido de Santiago Segura, alcanzando un nivel también muy alto. Cristina Plazas, Juan Diego y Dani Martín han tenido un nivel también destacable, aunque no tan elevado. El resto del elenco se mantiene en una media que no alcanza la excelencia, pero que tampoco roza la decadencia, mostrando un nivel equilibrado en sus intepretaciones. Los buenos momentos han abundado mucho más que los malos, únicamente dándose el caso la trama Aitor-Sara, y el poco protagonismo de Mariano (Pepón Nieto) comparándolo con capítulos anteriores, en donde era extraño el capítulo donde no soltara alguna perla de kilates de valor, por lo, en cuanto a los últimos episodios de esta temporada se refiere, escaso del humor negro. La banda sonora de Héroes ha sido una maravilla, una obra de arte llevada a cabo por compositores entrados en materia, que a cada cierto número de capítulos que pasan, nos deleitan con composiciones de un calibre gigantesco, dominando hasta los cortes épicos. Existieron unos cuantos gazapos en el episodio, aunque no de carácter grave, pero que hicieron palidecer ligeramente el montaje en cuanto a guiones y montaje se refiere.