Como toda serie que se precie, Los Hombres de Paco tiene sus momentos buenos y sus momentos malos. No todos los capítulos pueden ser vistos con buenos ojos por parte del espectador, no todo lo que se ofrece en pantalla puede gustarle. Pero sin embargo, sí que hay cosas que pueden gustar a un sector amplio del público, y hay otras que pueden disgustar a una gran parte del mismo, dejándole con un sabor de boca agridulce que sería difícil de expresar con palabras, habría que vivir esa tensión que siente el espectador para saber lo que es. Y es que normalmente, un producto con un nivel de exigencia como es esta serie nacional de policías, se le exige mucho, y más teniendo en cuenta el nivel que ha llegado a alcanzar en un pasado. También es cierto que, no todas las semanas se puede ofrecer un nivel de calidad parejo entre capítulos, pero sí un nivel que pueda resultar convincente para que el espectador no le resulte monótono el seguimiento de una serie de televisión, y pueda engancharle a la misma, y, de vez en cuando, sorprenderle con algún capítulo con un nivel mayor de lo que está acostumbrado a ver.
Ha pasado ya una semana, una semana desde que se proyectara aquel avance de 3 minutos de duración, una semana que ha mantenido a muchos con los nervios a flor de piel a la espera de uno de los tres capítulos que compondrían esta lista de 7 que quedan para el desenlace de la temporada (7 u 8, la cifra no está del todo clara todavía), una semana, que, para la gran mayoría, en esta ocasión, ha merecido la pena. Y es que, desde aquel avance titulado "Lo que queda por venir" del caso Kaiser, no se veía un avance tan cargado de adrenalina, de tensión, de sucesos ocurriendo vertiginosamente y personajes en el filo de la navaja, entre la vida y la muerte. Hoy se ha demostrado, que "Los Hombres de Paco", mezclando el thriller, con el humor que ha hecho esta serie tan diversa, tan original en ciertos conceptos, puede lograr unos resultados apoteósicos.
Y es que, el capítulo emitido ayer, el 03 de Junio de 2009 ha resultado ser uno de los más sobresalientes de toda la temporada, y en mi opinión, incluso el mejor de todos, incluso rivalizando con alguno de los mejores de lo que haya podido dar de por sí toda la serie... Estamos hablando del capítulo El efecto mascletá, capítulo que, a quienes les gusten los policías con ciertos toques pintorescos, y capaces de todo, hasta de lo más arriesgado por salvar a sus amigos, sin duda alguna, se verán con un buen canto en los dientes. El siguiente análisis, detalla el gran número de situaciones que se pudieron vivir en esta serie policíaca ayer, con un abarcamiento extenso de las mismas, así que los que no hayan visto el capítulo y estén en vísperas de hacerlo, mejor no lean el análisis...
El análisis de este episodio lo voy a comenzar alabando la actuación de prácticamente todo el elenco. Y es que, entre todos, este capítulo me ha dejado con un buen sabor de boca impresionante, hace tiempo que no veía un capítulo donde todo el mundo estuviera tan implicado en un hecho y donde todo se desarrollara a una velocidad tan vertiginosa y en apenas un par de horas del tiempo de la serie. Mención especial para el personaje secundario interpretado por Fernando Cayo, el mandamás de la plana superior de Asuntos Internos, Trujillo. Y es que la personalidad de este personaje, es de echarse a temblar. Las expresiones de su cara, la forma de hablar, amenazando a prácticamente a toda la comisaría por expedientarles e intentar arreglar la situación de la forma más cortante posible, han sido de auténtico infarto. El mejor secundario que he visto en esta temporada, y uno de los mejores que he tenido oportunidad de ver en la serie.
La forma de narrar el capítulo me ha recordado mucho a una serie americana consagrada como lo es 24, (no 24 horas, aquí en España se llama 24 a secas) haciendo uso de un reloj verde que ya se ha usado en otros capítulos de la serie, solo que en esta ocasión se le ha dado más protagonismo, situándolo en ocasiones en el centro de la pantalla, mientras mostraba la hora actual y hacía ahínco en sucesos, mediante una división de pantallas, que estaban ocurriendo con varios planos diferentes o, directamente, eventos en diferentes localizaciones (por ejemplo uno en la casa, otro en comisaría, otro en los Cachis...) y no en una sola.
Ya solamente el comienzo del capítulo ha sido impactante, apoteósico, es más, es el mejor principio de capítulo que he podido tener oportunidad de presenciar en toda la temporada. Paco y Mariano preparados para hacer el intercambio, Fabriccio por Nelson. Teniendo en cuenta que Fabriccio estaba muerto realizar el intercambio no era una tarea sencilla, los policías tenían que simular que estaba vivo para engañar a los mafiosos y poderse llevar a Nelson de allí. Para distraer a los mafiosos, Paco y Mariano se llevaron allí una serie de petardos conectados a la silla de ruedas que estaban usando para transportar al mafioso Fabriccio hasta donde se hallaban sus compañeros con Nelson retenido. Cuando hicieron detonar la traca de petardos, aprovecharon el descuido para llamar a Nelson a gritos y que fuera hacia ellos, pero el festival de petardos no despistó lo suficiente a los mafiosos, llegó a despistar más a los autores del plan de los petardos, Paco y Mariano, y abatieron con un tiro letal a la cabeza a Nelson... Así comenzaba, el que para mí, y para gusto de otros también por lo que he visto aquí, ha sido el mejor capítulo de la temporada y probablemente un grande de toda la serie, y eso es decir mucho a estas alturas en las que parecía que esta serie no iba a contar con capítulos de semejante calibre nunca más..., pero estas teorías, en este episodio, "El efecto mascletá", se han visto completamente ridiculizadas...
Después de esto, hubo un retroceso importante en el tiempo, aproximadamente 2 o 3 horas, mostrando el final del capítulo anterior y entrelazándolo con el comienzo de este, como se ha realizado en multitud de ocasiones con esta serie... Paco, Mariano y Aitor estaban sacando a Fabriccio de la casa del inspector Miranda, y se disponían a llevarlo para realizar el canje, pero Asuntos Internos llegó antes allí, y se plantaron en mitad del patio de la corrala, exigiendo que Paco, Mariano y Aitor no se movieran de su sitio y bajaran abajo. (ya que Paco, Mariano, Aitor y el fiambre estaban en el balcón de la corrala) Al bajar se produjo ya la primera conversación tensa del capítulo, Aitor apuntando al mafioso muerto pero haciéndoles creer a los de Asuntos Internos y a los demás policías que estaba vivo. Mariano ahondó en hacer suponer a los demás que Aitor realmente estaba loco y que era capaz de disparar a Fabriccio, el mafioso muerto, tras que le pegara un primer tiro a la rodilla. Pero una bala loca que disparó Mariano acabó alojada en el trasero de Aitor, habiendo podido resistir este lo justo para lograr intimidar a los policías y que bajaran sus armas, ante la creencia de que realmente era capaz de matar a Fabriccio. Todos los policías dejaron sus armas en el suelo, y cuando tanto Paco, como Mariano y Aitor fueron a ir yendo hacia el lugar del intercambio, este último no podía ir por culpa de la herida de bala y tuvieron que quedarse en la casa donde viven Rita y Povedilla a tratarle. Ya para empezar, escena con mucha tensión y con un toque magistral de comicidad, magistral.
En aproximadamente unos 20 minutos después de estos hechos, llegaron los refuerzos y la policía científica (comandada por Silvia) para analizar pruebas en busca de indicios que corroboraran la culpabilidad de Paco, Mariano y Aitor de los delitos de los que se les inculpaba.
Trujillo quería encerrarles y no lo consiguió por temor a que se cargaran a un mafioso, si no llega a ser por eso, se los habría llevado detenidos con toda probabilidad. Lo que no sabían ni Trujillo ni nadie era que Paco y Mariano estaban dentro de la casa de Rita y Povedilla, intentando curarle a Aitor sus heridas. No le dejarían ahí maltrecho mientras ellos se dirigían a cerrar el trato, querían dejarle en condiciones de poder valerse por su cuenta antes de hacer nada más.
A partir de aquí todo se fue desarrollando a una velocidad de vértigo y dando su parte de protagonismo a todo el mundo, sin abusar de determinados personajes y dejando las tramas sentimentales bastante aparcadas con respecto al anterior capítulo. Rita, sin ir más lejos, estuvo de lleno metida en una de las tramas más serias y conflictivas por lo peligroso de la situación que recuerdo en ella desde... yo creo que nunca en la serie. Los de Asuntos Internos no sabían lo que se cocía en la casa de Rita y Povedilla (los dos vivían allí en ese momento), y Rita, por error, se metió en la casa donde estaban Paco y Mariano tratando a Aitor, viéndose obligados los policías a callarla y a explicarle la situación. O bien entregaban al mafioso de alguna forma, o Nelson moría.
Mientras tanto, en la comisaría, el inspector Trujillo sometió a Silvia a un intenso interrogatorio donde le hacía ver todas las cosas que habían hecho Paco, Mariano y Aitor durante los últimos días, como lo de robar el barril con uranio empobrecido, que le hicieron creer a Silvia que era sopa, y el secuestro del mafioso Fabriccio.
(Es curioso que es la primera vez que en esta serie los protagonistas realizan algún acto delictivo y no salen invictos) Silvia adoptó una expresión de preocupación absoluta cuando supo de parte de Trujillo que le iba a abrir un expediente por encubrimiento y aquí se demostró que la plantilla de la comisaría, con el paso del tiempo, poco a poco, ha aprendido a confiar en los suyos, y que ya nada ni nadie les haría desconfiar, pase lo que pase. Don Lorenzo es el primero en dejar la placa y la pistola ante Trujillo, confía ciegamente en sus hombres y no permitiría que un recién llegado de Asuntos Internos le estropeara la fe que tenía en su comisaría.
Pepa, protegiendo a Silvia, deja también su placa y su pistola. De pronto, la plantilla de la comisaría se había reducido considerablemente, en un hecho que hasta ahora en la serie no se había producido nunca, y Trujillo se vio obligado a sacar adelante esa situación con medios más enrevesados.
Los de Asuntos Internos descubrieron el dinero que Povedilla había escondido en el capítulo anterior en una taquilla de los vestuarios, que le habían dado Paco y Mariano, y que procedía de los compañeros mafiosos de Fabriccio, a cambio de que se lo dieran, y estos, también les entregarían a Nelson. Aquí, me encontré con el que probablemente sea otro de los puntos cómicos del capítulo, a Povedilla poniéndose la ropa de Curtis para intentar escaquearse de Asuntos Internos. Cuando Asuntos Internos informó de que el sujeto al que estaban buscando llevaba gafas, Povedilla se las quitó prácticamente en un acto reflejo y las tiró a la papelera que tenía al lado suyo.
Minutos después, mientras Curtis iba buscando a Povedilla por toda la comisaría porque no encontraba su ropa (y por culpa de ello se tuvo que vestir de policía, hecho que se ve con muy poca frecuencia en este personaje, suele vestirse con ropa de calle), le encontró debajo de su chaqueta en la sala briefing. Povedilla les explicó por activa y por pasiva a Curtis y Kike (que también estaba presente en aquel momento) que Paco y Mariano no eran asesinos, por mucho que Asuntos Internos les instara a pensar lo contrario por su actuación en las últimas horas, y por todos los hechos ocurridos recientemente. Entonces, Curtis y Kike proporcionaron su ayuda a Povedilla, escondiéndolo en una caja de reciclaje que, justo cuando los operarios de limpieza se la iban a llevar, vino toda la cuadrilla de Asuntos Internos a usar la sala briefing como base de operaciones mientras el caso de la camorra continuara abierto, y Curtis y Kike no pudieron hacer nada por sacar a Povedilla de allí, ya que si lo hacían, le descubrirían e inevitablemente le interrogarían para descubrir lo que sabe.
Povedilla permaneció escondido en la caja mientras los agentes de Asuntos Internos decidían que iban a hacer con Paco, Mariano y Aitor para frenarles. Y Trujillo no se anda con miramientos, así que tomando una medida absolutamente desesperada, les pinchó los móviles a Paco, Mariano, Aitor, el propio Povedilla, y si había alguien más no lo recuerdo, pero a la mitad de la comisaría si que era mínimo, y así Povedilla se los hizo saber a Don Lorenzo, Pepa, Silvia, Sara, Curtis y Kike, que andaban allí vigilando. Povedilla pudo comunicarse con ellos gracias a un intercomunicador, uno de estos para operaciones de campo, que le consiguieron Curtis y Kike, en una escena que también tuvo su corte cómico. En un momento dado, por culpa de que consiguieron localizar los de Asuntos Internos a Aitor gracias a que se delató a si mismo y simuló que tenía a una rehén (a Rita, en un acto de buena fe por ayudar a Aitor a proteger a Paco y Mariano. Se podría decir que hizo la del cebo y es la primera vez que veo a este personaje hacer algo así en la serie, por lo que ella también demostró de hasta donde es capaz de llegar por proteger a los suyos), Povedilla tuvo que salir de la caja a toda velocidad, y apuntar con dos pistolas a todo aquel que se hallara a su alcance de Asuntos Internos, que tenían asediada la sala briefing, al no permitirles a los demás policías entorpecerles su arraigosa investigación con su presencia en aquella sala, y, a algunos en concreto, en toda la comisaría. Aquí hubo uno de los mejores puntos cómicos de todo el episodio gracias a Povedilla, con lo del papel, magistral.
Trujillo, haciendo gala de su impasible carácter, sin que ni una pistola apuntándole, ni siquiera dos, lograran alterarle, se acercó poco a poco a Povedilla, y finalmente, le quitó las armas, mientras este observaba a Trujillo sin gafas, y con un deje de terror en su rostro.
Uno de los peores momentos del capítulo (de los pocos defectos que tuvo eso sí), es que, a pesar de no abusar de las tramas sentimentales y centrarse mucho más en las policíacas, cambio que le venía como anillo al dedo a la serie dado el elevadísimo componente amoroso que tuvo "Amores improbables", tuvo alguna escena sentimental, que si bien no le viene nada mal a una serie como esta, quizás tuvo factores en discordancia con la coherencia. Y es que, en este episodio, he sido testigo de uno de los cambios de opinión más repentinos que haya podido tener un personaje en la serie sobre un tema tan delicado como es el amor, y no un amor cualquiera, no, un amor de los de verdad, como el que tenía Sara con Lucas. Y es que, que en una escena diera a entender que lo daría todo por Lucas y que nunca podría estar con Aitor, y en la siguiente prácticamente le dijera lo contrario, que era lo que más quería y que no podía dejarle sólo ni un minuto y que lo empezara a besar de esa manera tan desenfrenada, da a entender que Sara necesita madurez en este aspecto. En cuanto a lo negativo, nada más que reseñar a este capítulo afortunadamente.
La parte final del capítulo resultó ser alucinante, a la par que reveladora. Paco y Mariano, tras una charla en la que el sub-inspector estaba decidido a dar su vida si fuera preciso para que Paco se llevara a Nelson, tras los errores que había cometido (cargarse la taza del water, disparar involuntariamente a Aitor, poner los cepos de las ratas...), aunque sin haberlos cometido a posta, llegaron a un puente, en el que el coche en el que estaban conduciendo hasta el punto acordado para el trato se les caló, por falta de gasolina, lo cual propició un par de momentos cómicos de alto nivel entre Paco y Mariano. Los policías no tuvieron otra opción que llamar a los compañeros del mafioso, Fabriccio, que tenían secuestrado, para decirles el nuevo lugar para el intercambio, pero ello también conllevó a que la conversación también fuera captada por las líneas de los dispositivos de escucha que tenían Don Lorenzo y sus hombres (que estaban 100% con él, y no confiaban en absoluto en Trujillo) instalados en el bar de los Cachis, sabiendo en pocos segundos su localización exacta.
Los mafiosos llegaron con Nelson. Paco y Mariano llevaron a Fabriccio en una silla de ruedas con una manta cubriéndolo de las piernas para abajo. La tensión estaba por las nubes, fue, en mi opinión, el momento más tenso de todo el episodio, y en mi opinión, de toda la temporada. Estaba en juego la vida de Nelson, finalmente se sabría si moriría o no, se despejarían al fin todas las incógnitas... El plan de Paco y Mariano de prender los petardos a la silla de ruedas salió mal, de forma caótica, ya que el mechero que se supone que tendría que prender la mecha para que estallaran los petardos y comenzara una especie de mini-mascletá (de ahí el nombre del capítulo "El efecto mascletá") no prendió nada, no funcionaba y en gran medida se debía a la herida de bala que había recibido Aitor en el trasero, que había propiciado que el mechero que tenía en un bolsillo trasero del pantalón, justo al lado de donde se produjo su herida, se manchara de sangre y no se encendiera correctamente.
Paco y Mariano mostraron su lado más valiente para salvar a Nelson, en vista de un plan que no parecía dar sus frutos de ninguna manera, percatándose los mafiosos de que Fabriccio en realidad estaba muerto. Sacaron sus pistolas antes que los mafiosos y dispararon a un mafioso que casi revienta a Nelson por la espalda. Nelson echó a correr y se tiró al río, mientras Paco y Mariano se enzarzaban en el mejor tiroteo que recuerdo en la serie en todo lo que llevamos de temporada (que no de serie) para lograr mantener a raya a los mafiosos y que no les cosieran a balazos. Cuando Don Lorenzo, junto con varios de sus hombres, entre los que se hallaban Montoya, Silvia, Pepa, Curtis y Kike, llegaron al lugar de los hechos, se encontraron con un reguero de balas tiradas por el suelo. Los mafiosos habían cogido a Paco y Mariano y los agentes llegaron tarde... Nelson, por su parte, al parecer logró escapar de las garras de los mafiosos...
Las voces en off, presentes en esta ocasión por boca de Paco Miranda, han sido, en mi opinión, un guiño hacia la presentación que bien hiciera en la 1ª temporada, cuando fueron los comienzos de la serie, recordando ciertos ámbitos del inspector, de su personalidad, de su edad, y dando a conocer su valerosa compostura cuando de salvar compañeros se trataba. También hizo mención a los cambios que podría propiciar el destino por un error o algún fallo de cálculo que en un principio no se tuviera previsto. El destino puede cambiar dependiendo de las acciones de cada persona, y con Nelson, esto quedo en entredicho. Si Aitor no hubiera recibido el disparo en el trasero, Paco habría podido prender con su mechero la silla de ruedas con Fabriccio, habría iniciado la mascletá y el inspector y Mariano no hubieran podido reaccionar a tiempo por el despiste de los petardos, de disparar a los mafiosos antes de que estos lo hicieran con Nelson... Sin embargo, que Aitor fuera herido, era mejor que ver a Nelson muerto. Ocurrió un hecho desafortunado, pero afortunadamente, no trágico (o sea, ocurrió que Aitor acabó herido pero a su vez esto propició que Nelson no muriera) Los aletazos de mariposa como bien decía Paco, que pueden cambiar incluso el destino...
Para concluir este análisis diré que cuando hablaba de los posibles motivos por los que se llamara "Resurección" el avance, supuse que sería porque la serie volvería a sus fueros de thriller, intriga y acción, mezclándolo con el humor, aunque ciertamente, no pensé que fuera hasta este punto. Ha llegado a un nivel sobresaliente, en el que ha habido una combinación majestuosa de géneros, predominando esta vez el thriller, siendo la nota dominante y decisiva de un episodio.
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